Una historia de amor que empezará cuando el sentimiento de amor nazca dentro de ellos, uno se verá en la obligación de ocultar estos para evitar el rechazo, mientras que el otro busca la alternativa de eliminarlos.
Pero después de un percance se da...
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El castaño se encontraba en el sofá del living de su casa mientras leía un libro.
— ¡Taehyung, bebé!. —Llamó su madre haciendo que dejara de leer y con un bufido por la interrupción caminó hasta la cocina donde su madre se encontraba.—
Llegó a la cocina y se quedó en la puerta con el ceño fruncido mientras esperaba que su madre le dijera el porqué lo llamaba.
— Jungkook ha llamado, dijo que tiene algo interesante que enseñarte. —Le dijo mientras miraba a su único hijo, este ya había cambiado su ceño fruncido a una sonrisa.—
— Está bien, pero ya no me digas bebé, tengo casi doce años. —Salió de la cocina para dejar su libro encima de la mesita de café.—
Empezó a caminar hasta a la puerta principal, girando la manilla de esta y que así pudiera abrir. Salió de casa y caminó un poco hasta llegar a la casa de al lado, tocó el timbre y rápidamente la puerta fue abierta por Jungkook.
— ¡Entra rápido, Tae, tengo algo interesante que mostrarte!. —Haló de su brazo para entrarlo a la casa y luego cerrar la puerta. Empezó a correr mientras halaba de Tae hacia su habitación.—
Y en el camino Tae pudo comprobar que la señora Jeon no se encontraba en casa, de seguro estaba trabajando, pero el punto es que, si ella no está en casa a Jungkook se le ocurre hacer las cosas más estúpidas que pasen por su mente. Como la vez que se le ocurrió prender la estufa sin su madre presente y casi quema la cocina. En fin, nada bueno Jungkook le mostraría a Tae.
Los dos chicos entraron a la habitación del que era mayor por unos meses, sentándose en medio de la cama donde reposaba la laptop de la madre del azabache.
— ¿Qué estupidez me vas a mostrar?. —Preguntó al ver como Jungkook entraba a una pagina de color negro y azul con muchos videos un tanto subidos de tono.—
— Quería saber sobre el apareamiento de mejor forma, entonces lo busqué y me salió que eso también se le llama sexo, así que mejor busqué esa palabra y entré a esta página. —Respondió señalando la página.—
— Eso no es bueno, Jungkook.
— Claro que si, cuando lo estaba viendo mi manguera se quería parar. —Dijo señalando su entre pierna, dando referencia a su pene.—
— No te creo, pon un video, quiero verlo. —Dijo el castaño girando su vista a la pantalla de la laptop.—
Jungkook presionó uno de los tantos videos que habían, se empezó a reproducir como dos hombres, uno blanco y otro más oscuro estaban entrando a un departamento y luego terminaron teniendo sexo.
— ¿Por qué suelta eso sonidos tan raros?. —Preguntó Tae sin quitar su mirada de aquel video.—
— Creo que porque le gusta. —Respondió encogiéndose de hombros.—
