Una historia de amor que empezará cuando el sentimiento de amor nazca dentro de ellos, uno se verá en la obligación de ocultar estos para evitar el rechazo, mientras que el otro busca la alternativa de eliminarlos.
Pero después de un percance se da...
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Se encontraban a finales de Mayo y a solo una semana de que Tae entrara en las últimas semanas de su embarazo.
El omega estaba en el balcón de su habitación admirando el paisaje nocturno de la ciudad, las luces, el sonido de las bocinas de los autos y tal vez una que otra sirena de la policía mientras su suave cabello grisáceo se movía con delicadeza por la suave brisa que traía la noche.
Escuchó algunos pasos hasta sentir las grandes manos de Jungkook deslizarse desde su cintura hasta llegar al lado de su ombligo, su rostro ser puesto en la curvatura de su cuello donde descansaba su marca, sintiendo el caliente aliento de su alfa en ese lugar continuando con pequeños y sonoros besos logrando que sus vellos se crisparan y una corriente pasara por su columna.
— Hola —Murmuró Kim posando sus manos encima de las de Jeon, esbozando una sonrisa cuando sintió los labios de su pareja ensancharse en una también.
— Deberías de estar usando una manta cuando salgas aquí, está un poco frío a estas horas de la noche —Respondió dejando un beso en la mejilla contraria y apoyando su mentón en el hombro del más bajo.
— Ya iba a entrar como quiera, Kookie —Hizo saber girándose para quedar de frente a su novio, quien dejó un beso en los labios del omega.
Kook asintió tomando de la mano a Tae, entrando a la habitación y sentándose a la orilla de la cama teniendo delante al omega en cinta y su barriga frente a su rostro.
Dejando la mano derecha en su cadera acercándose más a su novio, llevando su otra mano a los azabaches cabellos del mismo y sintiendo los besos dejados en su panza; suaves y sonoros.
Expulsando sus feromonas, pronto en la habitación había una mezcla entre café y tierra mojada con malvaviscos y crema, logrando el suave aullar de sus lobos y los movimientos de sus dos cachorros.
Una sonrisa apareció en el rostro de ambos, Kim acariciando las hebras azabaches lentamente antes de soltar un quejido por una patada cerca de sus costillas.
— Eso dolió —Frunció su ceño cerrando sus ojos escuchando la risita del alfa.
— Creo que fue Beomgyu —Dijo mirando a su omega con una sonrisa, contagiándolo también.
Tae asintió, recordando lo que había estado pensando casi toda la tarde.— Kookie —Llamó.
El nombrado hizo un sonido de que lo escuchaba.— Estuve pensando en cambiar de carrera y universidad cuando retome mis clases —Anunció sin dejar de acariciar los cabellos contrarios con parsimonia.
— ¿Cuál carrera quieres estudiar? —Preguntó posando sus manos en la cadera de su novio.
— Artes escénicas —Respondió.— Quiero ser actor.
— Mi hermoso omega actuando en películas y kdramas.
— ¿No te molestaría si alguna vez tengo que besar a otro alfa o beta grabando? —Preguntó frunciendo sus labios un poco, temiendo por la respuesta.
