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✾Capítulo 1✾

"Salvaron la vida de muchas personas al atraparme, nunca me hubiera detenido"

– Alexander Pichushkin.

"Nuestro principio"

Tara

Cada cosa empieza con algo, y en este caso la historia empieza con tres amigos que son inseparables desde pequeños.

★

Me encontraba sentada en el columpio que estaba en el patio, de esa cosa que se hace llamar jardín de niños, estaba sola, ese era el primer día de ¿clases?, la verdad no entendía porque mis padres me mandarían a un lugar así, hay demasiados niños, todos son ruidosos y muy molestos.

—Hola cara de boba —ese niño se acercó a mí y desde ya me caía mal.

—No me llames así —dije algo decidida.

—¿O qué? —dijo amenazante, él era más alto que yo, pero todavía seguía sentada en el columpio.

—Solo déjame sola —volteé a ver a otro lado, no quería que me pegara o algo así.

—¿La niña boba va a llorar? —hizo señas de lágrimas en su rostro.

En ese momento me sentía desprotegida, mis padres no estaban para salvarme o defenderme de ese niño. Estaba sola en esto.

—Vete —mis ojos se llenaron de lágrimas, pero no deje que cayeran a mi rostro, las contuve todo el tiempo que pude, pero no fue por mucho.

—¡Está llorando, la niña boba está llorando! —ese niño se empezó a reír de mí.

—Oye, déjala en paz cabeza hueca —habló una niña de pelo rubio y se puso enfrente de mí.

—Tú no te metas —el niño se empezó a acercar a la niña.

—Déjala en paz, no la molestes —ella también daba pasos hacia atrás.

—Genial, dos niñas bobas —en eso él niño levanto su mano y empujo a la niña, haciendo que ella cayera al suelo.

—Auch —fue lo que dijo, me levanté del columpio y fui hacia ella.

—¿Estas bien? —pregunté.

—Sí, no te preocupes, solo me dolió un poco.

—¿Quién las defenderá ahora, bobas? —desde el suelo ese niño se miraba gigante.

Era el fin, ese niño nos iba a pegar, ¿No hay adultos en este lugar?

—Yo las defenderé —un niño igual de indefenso que nosotras dos se puso enfrente, su cabello era negro y claro era más bajito que el gigante que nos iba a pegar.

—¿Tú? —preguntó el gigante.

—Sí, yo —formo puños con sus diminutas manos —No dejare que las lastimes.

—Qué miedo me das —se burló de él.

Y sin previo aviso le metió un puño en la cara y el gigante cayó al suelo.

—No las vuelvas a molestar, y si lo haces te las veras conmigo, ¿Entendido? —preguntó.

—Sí... entendido —el gigante titubeaba, solo se levantó del suelo y se fue corriendo.

El niño de cabello negro se dio la vuelta, era nuestro héroe.

—¿Están bien? —preguntó.

—Sí —dijimos al unísono con la niña de cabello rubio. El niño nos extendió las manos para poder levantarnos y eso hicimos.

—Gracias —hablé cuando estaba de pie y sacudí mi vestido.

—No hay por qué —contestó sonriente —¿Cuáles son sus nombres?

—El mío es Diana Loryn —contestó la niña.

—¿Y el tuyo? —me preguntó el niño.

—El mío es Tara Slong —sonreí jugando con mis manos —¿Y el tuyo?

—Mi nombre es Kyle Vins —hizo una pequeña reverencia como un príncipe.

—Genial ahora podemos ser amigos, ¿Verdad? —Diana habló muy emocionada.

—Sí —hable —Los tres seremos mejores amigos por siempre.

—Y yo las protegeré de cualquier idiota que les quiera hacer daño —añadió Kyle —Serán mis princesas.

—Y tu nuestro príncipe —terminó por decir Diana.

★

Y desde ese día somos los tres mosqueteros, contra todos y todo. Cumplimos nuestra promesa de estar juntos siempre y ser mejores amigos.

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