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✾Capítulo 5✾

"No soy un demente, solo soy un excéntrico. A veces ni yo mismo me comprendo"

—Albert Fish.

"Los mensajes"

Diana

No sé porque sentía algo en mi pecho, presentía que estos mensajes no son para algo bueno. Son amenazas. Pero la pregunta aquí es, ¿De quién?

Poco a poco recupere mi respiración y levante la vista hacia el techo de la casa. No quería salir. Esa persona está ahí afuera, en cualquier lugar y por lo que entiendo me está vigilando.

Me exalte por los golpes en la puerta.

—¡Diana! —era Charles —¡Estás ahí!

—Si aquí estoy —caminé a la puerta y puse mi mano en esta.

—¿Estas bien? —pude escuchar que su voz se había calmado.

—Si estoy bien.

—Ábreme la puerta —giré la manecilla de la puerta lentamente y abrí, pude ver su rostro preocupado —Los chicos dijeron que fuiste al baño y no regresabas.

Tenía mi mano detrás de mi espalda con la nota, de manera rápida la escondí en el bolsillo de mi pantalón.

—Perdón, pero estaba ocupado —me excusé.

—¿Pero todo bien? —dio un paso hacia mí y tomo mi mano.

—Tranquilo, todo bien —le sonreí.

—Entonces vamos a alocarnos un poco, ¿Quieres?

—Claro que si —entrelazo nuestros dedos y caminamos de regreso a donde todos bailaban.

Pude observar a mis amigos, Tara y Fabián movían su cuerpo al ritmo de la música. Mientras Kyle se miraba más cómodo hablando con Nora, eso es un gran progreso.

Observe a todos los presentes y no podía encontrar a alguien con características de acosador, o que me mandara ese tipo de mensajes y amenazas. Todos a simple vista están felices y sonrientes, nada del otro mundo.

Llegamos al balcón de nuevo y pude sentir el viento en mi rostro, sentí tranquilidad de nuevo y con Charles tomando mi mano la seguridad regreso a mí.

—Ten tu cerveza —me extendió el vaso rojo.

—Gracias, lo necesito —me acerque el vaso a mis labios y tome un trago, pude sentir lo amargo recorrer mi garganta, no estoy acostumbrada a beber mucho.

—¿Dónde te habías metido? —a este punto Ulises ya estaba fuera de sus cabales.

—Por ahí —le conteste y el hacía pasos de baile muy graciosos.

Por inercia me empecé a mover al ritmo de la música, todos los presentes agarraban de pista de baile donde estaban parados, así que no importa. El vaso rojo seguía en mi mano y cada cierto tiempo bebía del contenido.

Podía sentir como mi cabello rubio se movía con el aire que corría junto la noche. Pero entonces me sentí observada, es una sensación que no podría explicar, pero sé que alguien tiene sus ojos puestos en mí, no quería ser una paranoica y ver tan rápido. Así que di una vuelta meneando mi cuerpo, para poder ver en todo el lugar y si había alguien observándome.

Steve. Claro que no es la primera vez, cuando me llego el primer mensaje él me observaba también. Pero me niego a creer que él me pueda hacer daño, es amigo de Charles, quien está bailando conmigo en este momento.