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✾Capítulo 6✾

"Debemos valorar a las personas por lo que tienen en su interior"

—Jack el Destripador.

"Conociéndonos"

Tara

Hasta el momento Fabián ha sido un buen compañero, me ha explicado algunas cosas que no entendí de la clase.

—¿Y eso es todo? —le pregunto.

—Eso es todo Tara —me sonríe y en ese segundo me percate de sus labios, a simple vista se ven muy carnosos —¿Tengo algo en la cara?

—¿Qué? —levante la vista a sus ojos.

—¿Qué si tengo algo en la cara?

—No, claro que no.

—¿Entonces porque te me quedas viendo?

—Yo no... —me quede muda.

Pero como si fuera en una película, la campana que indica la salida sonó. Guarde todo rápidamente en mi mochila, me levante y salí casi corriendo del salón. Podía sentir que Fabián venía detrás de mí.

—Tara espera.

Escuche a lo lejos, pero no voltee a ver, no podía pasar por esa vergüenza otra vez, como segundos atrás.

—¡Tara, por favor! —grito.

Me detuve algo asustada y los demás estudiantes se me quedaron viendo.

—No corras más —sentí que estaba parado a unos cuantos centímetros de mí.

Me di la vuelta y ahí estaba, con su cabello despeinado, pero perfecto.

—¿Por qué huyes de mí? —enarco una ceja.

—No huyo de ti, es solo que los chicos han de estar esperándome.

—Eso no es problema, te puedo llevar yo.

Acomodé mi mochila en mi hombro y sentí mi teléfono vibrar en el bolsillo de mi pantalón, lo saqué con cuidad para poder ver de qué se trataba. Era una llamada de Diana.

—Me están esperando, te veo mañana —me di la vuelta y seguí mi camino.

—Algún día ya no podrás huir de mi —pude escuchar que hablo a lo lejos.

Seguí caminando y después volteé a ver, pero Fabián ya no se encontraba ahí.

Si me preguntan, no sé qué paso. Solo no quería enfrentarlo, porque lo estaba viendo de una forma diferente.

Y una vez más me pude imaginar sus labios.

—¡Tara! —escuche el grito de Kyle.

—¡Voy! —salí corriendo al auto y me subí a la parte de atrás —Perdón la demora.

—No hay problema —Kyle siguió el camino.

—Bueno, yo solo les quiero contar que al fin tendré una cita oficial con Charles —era impresionante lo feliz que hablaba mi amiga.

—Que bien —acaricie su hombro.

—¿Y a dónde irán? —pregunto el pelinegro.

—Me dijo que sería una sorpresa.

—Eso se escucha prometedor, ¿No?

—Eso espero Tara, nada me haría más feliz que eso —se volteó para verme.