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✾Capítulo 2✾

"¿Por qué no lo puedo matar? Si de todas maneras vamos a morir"

—Mary Bell.

"Los tres mosqueteros"

Tara

Puedo decir que cuando naces ahí empieza todo, ya están las personas que pertenecen a tu familia o a tu vínculo de amistad. Gran parte de tu vida se forma en esos pequeños fragmentos.

Y así es a lo largo de la vida, más personas van formando parte de tu vínculo, unas se quedan y otras se van.

A pocas personas llegas a conocer como realmente son, a otras no las conoces lo suficiente y otras no son lo que imaginas...

Simple, no son lo que tu creías que eran...

El sonido del despertador hizo que abriera los ojos. Me levanté de la cama y fui directo a la ducha, hice todo lo necesario en pocos minutos y salí de ahí. Me coloqué mi ropa usual y salí de la habitación, no soy de maquillarme mucho.

Cuando llegue al comedor Kyle ya estaba comiendo cereal.

—Buenos días princesa —me saludo con la boca llena de cereal.

—Buenos días príncipe —fui a sacar mi taza para servir mi cereal también —¿Diana no ha salido de su habitación?

—Aun no, sabes que tarda demasiado.

—Lo sé y creo que exagera.

Los tres compartíamos un apartamento, que se encontraba en el campus de la universidad más prestigiosa de todo Gateshill. Les puedo decir que los tres siempre quisimos ir a esta universidad llamada Kennet.

Me senté enfrente de Kyle y empecé a comer.

—Buenos días preciosuras —Diana salió del corredor de donde están nuestras habitaciones —¿Qué desayunaremos hoy?

—Cereal —dijimos al unísono con Kyle.

—¿Enserio? —preguntó y los dos asentimos —Genial.

Ella fue por su taza y se sentó a comer su cereal.

—Me sorprende que no hayamos muerto ya por desnutrición —comentó Kyle.

—¿Porque? —pregunté incrédula.

—¿No ves que solo cereal comemos? —dijo obvio.

—Deberíamos de cocinar algo más formal —dijo Diana y metió un bocado de cereal a su boca.

—Tenemos veintiún años, se supone que sabemos cocinar —habló un Kyle pensativo.

—Paso, yo no sé cocinar y ustedes lo saben —les advertí.

—Oh claro que lo sabemos —me vio Diana —La otra vez que hablamos de lo mismo intentaste hacer una sopa y casi nos intoxicamos.

—Pero no pasó —me encogí de hombros.

—Casi pasa —Kyle se levantó de la mesa —Diana te toca lavar los platos.

—Está bien —me hizo un mohín con su rostro, solo le sonreí.

—Tienen exactamente diez minutos para estar listas, si no se quedan —Kyle salió de la cocina.

—¿Por qué siempre hace lo mismo? —levanta sus manos —Me acabo de sentar a desayunar.

—Bueno... tardas miles de años en el baño.

—Soy una chica y sabes que me encanta arreglarme, talvez al final del día Charles se enamora de mí —los ojos de Diana brillaban, ¿Realmente está enamorada de él?