Nerviosa, observo como me mira Martín como advirtiéndome, eso me hace enojar. Conmigo no va a sacar su papel de hermano mayor.
-¡Hola! David, ¿Verdad?- Le digo sonriendo y dándole un beso en la mejilla. Toma esa Don protector.
-Hola Fanny- Fanny le sonríe y mira nerviosa a la dirección donde está Martín. Tengo dos teorías. Uno, ella escucho cuando Martín "me prohibió" salir con David. O numero dos, Martín le hizo la misma advertencia a Fanny.
Respiro profundo cuando observo como Martín se acerca a nuestra dirección. Ya ha sacado las garras.
Afortunadamente, David me toma de la mano y me dirige a la mini pista de baile. La cara de enojo de Martín ahora es más evidente.
-Esperaba verte de nuevo preciosa- No respondo, pero le sonrío.
Nos comenzamos a mover al ritmo de la música de "Mr Saxo Beat". Baila muy bien pero me esta tocando de más. Recorre mi cintura y mi espalda con sus enormes manos, admito que se siente muy bien. No soy de las personas que se mueven bien, pero este hombre me ayuda mucho.
Me comienzo a sentir incomoda cuando siento que David comienza a apretarse contra mi y sus manos insisten en bajar hasta mi trasero. Cuando siento que en verdad se está propasando me retiro un poco pero sigo bailando, el me aprieta contra su cuerpo de nuevo y esta vez se pasa cuando su manota estruja mi trasero. ¡Eso si no!
Lo empujo furiosa y me mira sonriendo, me toma de la muñeca y la lleva hasta su cuello mientras se sigue moviendo, mostrando claramente que no entendió mi mensaje. Retiro mi mano aún más furiosa. Por fin, el me mira confundido.
-¿Que pasa?-
-Me tocaste el trasero- Se lo digo en un tono de "¿acaso no te diste cuenta?"
-Perdón, me deje llevar. Te movías muy bien-
-Pues que desagradable de tu parte-
-Vamos muñeca, baila conmigo, estabas feliz hace un momento. No seas tan mojigata- Me agarra posesivamente de la cintura pero yo me resisto y lo empujo con fuerza.
-¡Déjame Idiota!-
Antes de que pueda reaccionar y darle una bofetada, siento como alguien me jala y lo siguiente que veo es a Martín golpeando en la cara a el manos de pulpo.
-¡TE DIJE QUE LA DEJARAS EN PAZ! ¿QUE PARTE NO ENTENDISTE?-
-¡Martín por dios! déjalo ya ...- Fanny le grita alarmada. Yo no respondo, yo no grito, estoy completamente inmovil y pasmada.
-¿Que te ocurre? Ella no es tu novia-
-¿Eso que? Ella dijo que no-
Mi cuerpo por fin responde y toco el hombro de Martín para tranquilizarlo, me mira frunciendo el ceño.
-Tranquilo. Estoy bien-
Martín se relaja cuando observa que lo están mirando.
Fanny me toma de la mano y me la aprieta, supongo que pidiendo paciencia, o dándome apoyo. Como sea. Necesito las dos cosas.
Martín mira a David con furia y señalándolo le advierte -Déjala en paz, es la ultima vez que te lo digo. Eres mi amigo, pero te conozco y Sofia no es como las chicas con las que sueles salir-
Se miran furiosos un par de segundos. Después David me mira y sonríe un poco apenado.
-Perdón guapa- Se da media vuelta y desaparece de nuestra vista entre la multutud que aún nos mira.
-¿QUE ESTÁN MIRANDO?- Martín les grita y todos los que nos observaban regresan a lo suyo. Se da la vuelta y me mira preocupado. -¿Estas bien?- Me acaricia el cabello y veo autentica preocupacion en sus ojos. -Si- Más que una respuesta, es como un susurro.
Martín defendiéndome. le gritoy pego a su propio amigo por defenderme. Es algo que le agradezco, ahora me siento torpe y enojada conmigo misma por no haberle hecho caso. El me dijo como era. Ahora el me dirá "Te lo dije"
-Idiota- Fanny interrumpe mis pensamientos y sonrío ante su comentario.
Martín finalmente sonríe y me dice mirándome tiernamente. -¿Quieres bailar conmigo?- ¡Ja! ¿Ahora es su turno de manosearme o que?
-¿Bailas salsa?-
Fanny suelta una carcajada -Martín no baila ni los ojos.
-Gracias por ayudarme hermanita-
-Si quieres podemos bailar- Lo miro divertida.
-No gracias, Fanny tiene razón. Soy un fracaso bailando.Mejor vamos a ver que hay de bocadillos.
Lo que restó de la fiesta fue muy divertido. Con ayuda de Fanny, enseñamos a Martín a bailar salsa. Es cierto que es un desastre, pero después de unas cuantas canciones agarro el ritmo y lo hacia cada vez mejor.
No volvimos a ver a David, pero si a uno que otro amigo de Martín. Fanny parece muy contenta después de lo que me dijo sobre Kevin, está distraída estando con nosotros. Me gusta que sea feliz.
Era la 1:20 am cuando Carlos llamó por teléfono a Martín diciéndole que ya era hora de regresar. Lo agradezco porque yo ya no daba para más, en cambio Fanny Y Martín aún estaban llenos de energía.
El taxi al que llamo Martín no tardo en llegar y yo en el camino a casa me quede profundamente dormida recargada en el hombro de Fanny.
-Oye... Ya despierta, ya llegamos- Siento como me agitan.
Abro los ojos y veo a Martín con mirada divertida.
-¿Tengo que llevarte cargando hasta tu habitación?- Ni hablar.Con un poco de fuerza de voluntad lograre salir del auto
Logro mantenerme en pie sin tambalear y entro con Martín a casa.
-Espérame en la sala, voy a avisar a mis padres que ya llegamos- ¿Que me espere? ¿Para que?
Después de unos minutos escucho sus pasos acercándose.
-¿Ya estas dormida?-
-Si- Murmuro con los ojos cerrados. Estoy hecha bolita en el sofá.
-¿Y por que me contestas?-
-Hablo dormida- Escucho su risa.
-Mejor hablamos mañana-
-Nada de eso... Puedes decirme que querías-
-Mejor mañana, para lo que quiero decirte tienes que estar más despierta-
-Entonces... ¿Me llevas a mi habitación?-
-¿Cargandote?-
Contesto que sí con la cabeza y el no lo duda. Mete su brazo entre mi cabeza y el sofá. Con su otro brazo me rodea las piernas. En un solo intento me levanta y extrañamente yo me siento muy feliz de estar entre sus brazos.
Escucho sus pasos subiendo la escalera. Debo estar pesada, que inconsciente soy.
Abre la puerta de mi habitación y me deja en la cama. Me quita los zapatos y ni siquiera me importa si me huelen mal los pies.
Me rueda a una orilla de la cama y siento como quita las cobijas. Me rueda al lado contrario y con maestría me mete entre las cobijas.
Yo continuo con los ojos cerrados y no escucho la puerta cerrarse, debe estar observándome. Lucho con todas mis fuerzas para no abrir los ojos. Se supone que estoy dormida.
Finalmente se escucha el sonido de la puerta cerrándose. Y yo me quedo profundamente dormida.
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¡TE ODIO!
Teen FictionSofia y Martín tienen ocho años de edad cuando se conocen. Su amistad se baso en una sola cosa. Molestarse mutuamente. Cuando eres niño, no sabes diferenciar muchas cosas que pasan a tu alrededor o no las comprendes. Como enamorarte por ejemplo. ...