Gruño mientras me desperezo en la cama. Para mí, la peor parte de las mañanas: es tener que levantarme de la cama.
Estiro mis brazos y piernas sintiendo como mis músculos se relajan. Abro los ojos y siento el impacto de la luz que se cuela por mi ventana obligándome a cerrarlos de nuevo. Siento unas lamiditas en la frente y abro los ojos espantada. Veo a Nina a mi lado y suelto una carcajada.
-Me olvidé que estabas aquí- Le digo y acaricio su cabecita.
Busco mi teléfono debajo de la almohada y veo que son las nueve de la mañana.
-Woow, ¿Y ese milagro que no éstas ladrando y mordiendo cosas desde las siete de la mañana?- Le pregunto a Nina recibiendo como respuesta un pequeño gruñidito. Nina se levanta, se estira y camina a la orilla de la cama pero se ve indecisa de saltar por su pequeño tamaño. Me decido levantarme para llevarla al baño antes de que orine mi cama.
Busco mi ropa y me pongo mis pantuflas peludas y un suéter enorme para bajar a Nina al patio.
Bajo las escaleras mientras Nina se retuerce entre mis brazos.
-Ya voy, ya voy- Murmuro mientras bajo con más prisa. Me dirijo a la cocina para sacarla al patio trasero.
-¡Sorpresa!- Suelto un chillido y me llevo la mano al pecho.
-Me asustaron- Le reprocho a Martín y a Fanny.
Me doy cuenta de que la mesa del comedor tiene una gran charola con Hot cakes, un gran tazón de fruta, jugo de naranja y leche. Hay pequeños globos de colores pegados en la pared y serpentinas esparcidas por el suelo.
-Woow ¿Que es esto?- Pregunto sonriendo.
-Un desayuno de despedida- Me contesta Martín mientras se acerca para quitarme a Nina de las manos.
-Muchas gracias- Sonrio conmovida.
-No sabíamos cual era tu fruta favorita así que hicimos un gran coctel. También compramos cajeta, mermelada de fresa, de zarzamoras, y de piña para los Hot cakes. Oh y esto también- Fanny me muestra un frasco de Nutella como si fuera una de esas chicas de los comerciales de la televisión.
-¡Amo la Nutella! - Casi grito de la emoción.
Es verdad. ¿Quien no ama la Nutella?
-¡Igual yo!- Dice Fanny dando saltitos.
Lo ven...
-A mi no me gusta- Dice Martín con tranquilidad, como si no hubiera dicho un pecado.
-Es imposible que no te guste- Comento retándolo.
-Es verdad- Reitera.
-Es mentira, cuando era niño se comió un frasco de los grandes, el sólo. Le dio un fuerte dolor de estómago. Después le dio diarrea por dos días- Fanny dice entre risas.
-No tenias porque delatarme Fanny... Oh dios... Nina tiene una fuga ¡Tu cochina perra acaba de orinarme!- Suelto una carcajada al igual que Fanny.
-¡Oye no le digas cochina!- Le reclama y le quita a Nina de las manos - Eso te pasa por mentir.
-Oh, olvidé que a eso iba al patio- Me disculpo mientras sigo riendo.
-¡Ew! Que asco, voy a lavarme- Martín se va y a mi ya me duele el estómago de tanto reír.
-Oww, bien hecho Nina, eso fue fabuloso- Fanny acaricia a Nina mientras la saca al patio trasero.
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¡TE ODIO!
Teen FictionSofia y Martín tienen ocho años de edad cuando se conocen. Su amistad se baso en una sola cosa. Molestarse mutuamente. Cuando eres niño, no sabes diferenciar muchas cosas que pasan a tu alrededor o no las comprendes. Como enamorarte por ejemplo. ...