Voy caminando por la calle. El sonido de las hojas secas siendo pisadas me encanta, me relaja y me entretiene. Me llaman la atención unos globos de colores con gas helio, adoraba esos globos cuando era niña, así que cruzo la calle para llegar hasta donde se encuentran.
Camino en la dirección de los globos pero algo más llama mi atención. Unas risas.
Desvío mi camino para descubrir de donde provienen. Si no me equívoco esas risas vienen desde la banca que se encuentra tras el gran árbol de jacarandá.
Cada vez estoy mas intrigada por saber de quien se trata. Camino veloz. ¿Por qué me llama la atención unas risas? ¿Que tiene de especial?
No tardo mucho en descubrir porqué me intrigaba tanto. Esas risas provienen de Martín, es su risa. Su hermosa risa.
Sonrió al escucharlo. Me gusta su risa.
Rodeo el árbol y al verlo camino mas deprisa, pero me veo obligada a detenerme cuando me doy cuenta de qué es lo que hace que Martín ría. Es una chica. No logro definir quién es, pero su cabello es color rojo. Le está besando el cuello.
¡Aléjate de el arpía!
Me lleno de furia al presenciar esa escena. ¿Por qué lo permite? Esa chica lo está besando y el no se niega.
Me acerco a ellos con paso decidido.
-¡Oye! ¿Que haces?- La chica deja de besarle el cuello y los dos me miran extrañados.
-¿Disculpa?- Martín me mira como a un bicho raro.
-¿Por qué estas permitiendo que te bese?-
-Tal vez ,porque es mi novia- Me contesta como si fuera la cosa mas obvia del mundo.
-¿Tu novia?- Ahora soy yo la que no entiende nada y los observa extrañada.
-¿Quien eres?-
-¿No lo sabes? Soy ... Sofia-
-Yo no conozco a ninguna chica que se llame Sofia- Me dice muy serio,sin una pizca de broma.
-Tu... ¿No te acuerdas de mi?- Martín niega con la cabeza como un gesto de disculpa.
¿Que está pasando? ¿Por qué no me recuerda?
Las puertas del drama se abren y las lágrimas ya están saliendo con prisas. El no me recuerda. Eso es horrible. ¿Como me olvidó?
No. No. No. No
El tenía novia... Y no era yo.
Mi nariz ya está taponeada por las lágrimas y me está costando respirar. Dios, no puedo respirar. Me estoy desesperando, me llevo la mano al pecho alarmada. Me estoy ahogando. Todo da vueltas.
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¡TE ODIO!
Teen FictionSofia y Martín tienen ocho años de edad cuando se conocen. Su amistad se baso en una sola cosa. Molestarse mutuamente. Cuando eres niño, no sabes diferenciar muchas cosas que pasan a tu alrededor o no las comprendes. Como enamorarte por ejemplo. ...