Brother ➷ Frerard.

Capítulo 2.

Para mi suerte en casa no había nadie, Frank corrió a su habitación y cerró la puerta exageradamente, yo sin embargo me quedé ahí en la sala de estar sin saber que mierda hacer ¿Subir y pedirle disculpas? ¿Quedarme aquí cuestionándome por qué estoy vivo? ¿Ignorar todo? ¿Seguir haciendo preguntas estúpidas? Lo mejor será irme y hacer que nada paso, que Frank no es un idiota y yo no soy un enfermo que acaba de dejarle una marca en su mejilla.

Y no me arrepiento, de haberle hecho eso ni de hacer lo que estoy por hacer ahora, ir a tocar su puerta para comprobar si podemos seguir hablando como personas civilizadas y también para ver si no quiere arrancarme la cabeza con sus propias manos.

Toqué la puerta e inmediatamente se escucharon pasos dentro de la habitación.

—¿Quién mierda es?—Sonreí internamente, ese chico no cambiaba por nada.

—Soy Gerard.

—Ah, ¿Traes otro cúter para lanzarme a la cara?—preguntó fingiendo una voz, no sabía si reírme porque realmente sonaba estúpido o comenzar a enfurecerme, pero supuse que ninguna de las dos estaría bien.

—Creo que esta vez tuve razón para hacerlo...

Todo quedó en silencio por unos minutos hasta que por fin la condenada puerta se abrió, aunque no esperaba que me hiciera pasar tampoco, Frank con suerte deja entrar a...a nadie la verdad.

—¿Qué quieres?—inquirió fríamente y yo suspiré intentando tomar todo el aire que pudiera para decir lo siguiente.

—Vengo a disculparme, no debía haberte hecho eso de lanzarte eso y todo...—nuevamente tomé aire, no acostumbraba a ir a disculparme por idioteces provocadas, más bien esperaba en mi habitación con un total silencio a que él llegara y me dijera "Siento haberme comportado como un idiota, el día de hoy y todos estos años ¿Quieres volver a ser amigos como antes?" Pero estaba más que claro que eso jamás pasaría, era obvio.

—Vale,no importa...supongo que...—se la pensó un rato ¿Me iba a decir que también lo sentía? Oh,Santa Mierda ¡¡FRANK ME VA A DECIR QUE LO SIENTE!! Va a empezar el puto apocalipsis—Supongo que ya puedes irte.

Casi.

Narra Frank*

¿Qué diablos estuve a punto de hacer? 

"Estuviste apunto de decirle a tu hermanito tan odiado que lo sentías"

 No,no,eso está mal, sobretodo si se trataba de Gerard Way, o eso me habían enseñado los chicos de la escuela y es que ser "popular" no era fácil, aunque yo jamás había pensado en esa palabra...incluso me asqueaba, de todos modos, era algo esencial si querías sobrevivir en esa maldita escuela. Trata mal a Gerard Way era lo único que recordaba haber aprendido el año pasado en clases, jamás había comprendido porque lo tenían a él como el blanco de las burlas, pero por lo menos no era yo.

Y aunque estaba realmente agradecido de eso, también me hacía sentir la persona más asquerosa del mundo, porque antes de eso hasta recuerdo lo mucho que me gustaba tomarle de la mano a Gerard, o dormir con él abrazados en su cama porque afuera llovía y también pasar tardes enteras simplemente con él, realmente estar con él era una de las cosas más divertidas en el mundo.

No sé que pasó.

Ah, claro, le empujé al darme cuenta de lo homosexual que suena lo anterior.

Aún así recuerdo lo genial que se sentía estar con él, cuando me abrazaba simplemente porque me había caído o alguien me había molestado y en ese momento las opiniones de otras personas no me importaban para nada. En este mismo momento podría ir a su habitación y disculparme por todo, volver a pasar por último una tarde con él y al final de la noche dormir abrazados simplemente porque se me daba la gana pero...PERO NO, MALDITA SEA, ¿QUÉ DIABLOS ESTOY DICIENDO?

"Frank, no debes juntarte con gente como Gerard, es un raro".

Raro, raro, raro.Esa palabra últimamente me rebotaba en la mente todo el tiempo. Todos eran raros para ellos. Todos. O bueno,la mayoría.

Dejé todos mis pensamientos de lado mientras iba a ducharme, pero el porque Gerard se había ido a disculpar si había sido yo quién le molestaba junto al porque le odio tanto sin razón aparente consumieron todo el tiempo y nuevamente sin darme cuenta siquiera ya estaba pensando nuevamente en él.

Y tendría que darme una puta ducha fría ahora por SU culpa...Y maldita sea, es mi hermano.

Acababa de saber cuanto se puede demorar una persona en la ducha cuando está en la luna ya que al salir de esta ya era de noche, miré la hora y: 22:45,genial, a dormir porque mañana hay clases y quién sabrá cuantas estupideces más, en cenar me tardé media hora y luego simplemente me fui a dormir, ni siquiera saludé a mamá o a papá, es más, no les vi en todo el día aunque tampoco no es que les quiera demasiado.

Finalmente me fui a dormir, lo único que quería era cerrar los ojos y olvidar todo (Principalmente a mi querido hermanito que últimamente ronda mucho por mi cabeza)pero había un maldito ruido que no me dejaba, un pequeño sollozo de al parecer alguien ¿Y si la casa estaba embrujada? Tal vez habían extraños seres deformes en el ático y fantasmas en el sótano, alguien habría muerto en ese lugar y su fantasma rondaba por la casa o tal vez debería dejar de ver American Horror Story. Imposible que la casa fuera un centro paranormal a la vez que también es imposible que un chico de 16 años siga creyendo en fantasmas.

Me apegué más a la pared y en ese momento caí en cuenta de lo que era eso, que también se escuchaba en otras oportunidades. Era alguien llorando.

Específicamente Gerard.

En ese momento la realidad me cayó como un balde de agua fría en la cabeza, de seguro está llorando por lo que le he dicho esta mañana,y el día anterior y de lo que supuestamente le diría mañana.

Un impulso recorrió todo mi cuerpo  y el "Ve y abrázalo como solías hacerlo" se repitió constantemente en mi cabeza, los intentos para convencerme que esa sensación no era normal desaparecieron y mágicamente me encontraba frente a su puerta con la casa totalmente a oscuras y el simple murmullo de su corazón rompiéndose al paso de cada lágrima y mi ahora misión de repararlo.

No tenía tiempo para tocar,simplemente entré a su habitación que normalmente estaba abierta,no había ido hace un par de meses (la última vez fue para lanzarle un huevo en la cabeza pero no entremos en detalles). Sigue exactamente igual, con dibujos en las paredes y desparramados por todas partes, una pila de cómics en una apartada esquina de la pieza y su ropa en todas partes, siempre había sido un desordenado pero me gustaba así.

Por error me tropiezo con una de sus pilas de dibujos los cuales vuelan por casi todo el lugar y él voltea a verme asustado, hasta en su cara se puede describir que no esperaba a nadie más que a la simple muerte para que viniera a buscar su cadáver en vida, porque yo me encargué de asesinarlo diariamente y eso es ahora, un cadáver en su propio infierno, y de seguro soy uno de sus peores demonios.

—Sólo...—no sé como diablos decirle por qué estoy aquí "Te escuché llorar y vengo a consolarte,pero le dices a alguien y lanzo tu cuerpo al lago más cercano" podría ser lo más apropiado a nuestra mal formada relación, pero no ahora. Sigilosamente me siento en su cama y el se voltea, supongo que no tiene idea de que estoy haciendo ahí y sinceramente yo tampoco. De pronto el frío comenzó a ser notorio en el lugar y me escondí entre las sábanas rezongando porque "Gee", como solía llamarle, tenía tan pocas, al parecer era un vampiro o algo similar y no sufría de frío, me acerqué más a él hasta por fin tenerlo entre mis brazos, se sentía genial y exactamente igual a hace un par de años, como si nada hubiera cambiado por mi notorio ego-Sólo duerme.

En un par de segundos se escuchó su relajada respiración y supuse que dormía mientras yo también lo intentaba.

No importaba si lo abrazaba hoy y mañana lo empujaba porque de todos modos la noche se llevaría el recuerdo ¿Verdad?