Capítulo 23.

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No era un beso tierno y lindo, era algo salvaje. Y eso quedaba más que claro.

Gerard ni siquiera podía respirar pero sinceramente era lo que menos le importaba, extrañamente le estaba gustando. Ni siquiera estaban en una cama, Frank sólo había alcanzado hasta llegar al sofá antes de que la calentura lo consumiera demasiado y decidiera simplemente depositar a su acompañante ahí, genial, jamás lo había hecho en el sofá. Aunque teniendo en cuenta que sólo lo habían hecho 2 veces y de eso años, no habían tenido oportunidad de hacerlo en otro lugar que no fuese una cama.

El pelirrojo ni había notado cuando cierta erección se había comenzado a formar en sus bóxers, aunque sintió la del contrario en su abdomen y...mierda.

Mierda.

Frank descendió por el cuello del pelirrojo mordiendo y pasando su lengua, Gerard se limitó a jadear. El pelirrojo se sacó rápido su propia camiseta y ayudó con la de Frank, se maldijo mentalmente por no llevar más ropa encima porque tal vez así hubiese sido algo más lento, aunque contando con lo caliente que se estaba poniendo él mismo, realmente no se lamentaba mucho.

Lo que si lamentaba era haberle propuesto a Frank eso de dejarle hacer lo que quisiera, eso si que había sido estúpido.

Y hasta había llegado a pensar que si estuviera con Frank nuevamente no volvería ser pasivo.

¡Ja!

Porque obviamente Frank no lo iba a dejar dominar.

Es más, probablemente Frank lo dejaría inválido más de una semana.

Frank siguió jugueteando en el blanco cuello de Gerard, mordiendo y deteniéndose unos segundos para asegurarse de dejar marcas moradas ahí, marcas que probablemente alguien vería luego mientras Gerard se sonrojaría y trataría de ocultarlas. El pelirrojo enserio que se estaba esforzando para no gemir, y eso era justamente lo que Frank quería, quería escucharlo gemir y gritar...pero el muy bastardo simplemente se tragaba todos los gemidos mientras se mordía fuerte el labio superior.

Bajó su boca por el cuello pasando por la clavícula del pelirrojo y mordiendo levemente antes de seguir bajando.

- ¿Acaso no planeas gemir o algo similar? - preguntó Frank separándose con la respiración agitada. Gerard asintió con una media sonrisa, sonrisa que se esfumó cuando sintió una mano de Frank posarse levemente en su erección y comenzar a acariciar la zona. Ahora se mordió mas fuerte el jodido labio. - Ya quiero ver cuanto duras sin hacerlo.

- Púdrete - fue la única respuesta.

Frank soltó una leve risita antes de posar sus tatuadas manos bajo la camiseta que usaba su acompañante, levantándola para dejar el torso de Gerard totalmente expuesto, quién sólo se sonrojó pero no dijo ni hizo nada.

No iba a hacer absolutamente nada.

Frank se sacó rápido la camiseta que llevaba, camiseta que terminó tirada en algún lugar de la sala de estar. El pelirrojo cerró los ojos y esperó un desesperado beso, el cuál llegó pero no exactamente donde lo esperaba. Sintió los cálidos labios de Frank en uno de sus tobillos, para luego seguir subiendo y subiendo lentamente, deshaciendo al menor en suaves jadeos, los cuáles se intensificaron cuando esos labios pasaron sus muslos y llegaron muy cerca de su entrepierna. Y sintió cómo el enano chico lamió sobre la única tela que cubría su cuerpo.

Suficiente.

- Frank, hazlo rápido. -susurró bajito el pelirrojo.

-¿Qué?

- Que no te andes con juegos ni mamadas, sólo hazlo rápido- casi sonaba como una orden.

- Agh, pero así es más divertido- respondió el castaño con un falso puchero.

- Frank te lo juro o lo haces rápido o te mando a la mierda de mi departamento y... - el chico fue callado por un húmedo beso.

-Uy, está bien, no seas tan gruñón.

Frank quitó el bóxer de Gerard seguido del suyo, y tratando de recordar cómo seguir, se llevó 2 dedos a la boca ante la sonrojada mirada de Gerard y los llevó a su espalda baja. Mierda, ya había olvidado por completo lo estrecho que se sentía aquello. Introdujo un segundo dedo recibiendo una pequeña queja por parte de Gerard, y comenzó a mover los dedos dentro del chico. Y en menos de 2 minutos ya había reemplazado sus dedos por su miembro.

Y mierda.

Ya ni se acordaba de lo fantásticamente bien que se sentía. Y al parecer Gerard tampoco lo recordaba porque cuando sintió como casi lo partían en 2, no lloriqueó como niñita igual que la última vez . Soltó un alto y chillón gemido que mandó a la mierda el autocontrol de Frank y la regla de Gerard sobre que no gemiría nunca más en su vida.

Pronto las embestidas pasaron de ser lentas a ser rápidas y casi violentas. Gerard había terminado siendo un lío de gemidos y quejidos, también (sobretodo) de groserías y maldiciones a Frank, quién solo jadea y muerde y pasa su lengua por el cuello del menor. Acerca su boca al oído de Gerard y con la voz entrecortada murmura un "Gimes igual que cuando tenías 16", antes de morder el lóbulo de su oreja y soltar un fuerte gemido, la única respuesta es un quejido que suena a "hijo de puta" pero alargando la a final en un sonoro gemido. De pronto los dos sienten esa cosquilleante sensación en el vientre y los dos tratan de profundizar las embestidas, Gerard levanta más las caderas y prácticamente entierra sus uñas en la espalda de Frank, va a dejar marca.

Y entre gemidos y rasguños, ambos llegan al clímax casi al mismo tiempo. Frank sale del ahora adolorido chico y aún jadeando como locos, se queda a su lado, casi cayendo del sofá pero realmente no le importa. Ambos están tratando de calmar sus respiraciones, están algo sudorosos y pegajosos pero a ninguno le importa. Frank voltea la mirada que tiene fija en el techo y se encuentra con un lindo y sonrojado Gerard que lo mira. Lo abraza, apretándolo entre sus brazos y dejando un exagerado beso en su mejilla, la cual se tiñe aún más de rojo.

- Gee, te amo.

Gerard está algo sorprendio y hasta tentado a responder igual de gay con un beso en la mejilla y todo, pero se limita a golpearlo en la cabeza antes de responder.

- Yo igual, imbécil.

Frank le sonríe y esconde su cabeza en el cuello del pelirrojo, donde su respiración se calma hasta el punto de parecer que está dormido. Gerard en cambio está muy despierto.

Sí, está bien despierto porque acaba de caer en cuenta de que probablemente sus gemidos afeminados se escucharon por todo el bendito edificio. De seguro acaba de dejar a la anciana vecina del frente, traumadísima, y ya se imagina a la familia que vive en el departamento del lado derecho tapándole los oídos a sus 2 pequeños niños.

Qué puta vergüenza.

De todos modos ni quería volver a salir de su departamento.

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Se acuerdan cuando yo escribía buen smut seh yo tampoco porque nunca pasó:vvv

me costó más que tu hermana escribir esto Y VALIÓ VERGA xq escribo tan mal xqxqxq

bai les sapo el chupo<3

Brother ➷ Frerard.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora