Brother ➷ Frerard.

Extra; Bob & Mikey.

extra bobkey

(Mikey Way, 15 años. Bob Bryar,17)

- ¡Sr. Way! Si va a dormir en vez de prestar atención a mi clase, ahí está la puerta-señaló con su dedo la desteñida puerta, seguí la seña con mi mirada y me levanté suspirando con cansancio. Pero nuevamente su voz me interrumpió- ¡No era literal!- un par de compañeros sueltan risitas molestas, yo me siento de nuevo.

- ¡Pero usted me dijo que si me iba a dormir que me fuera! ¡Obviamente me voy a dormir! - me quejé en voz alta, aunque siempre es así.

- ¡Irrespetuoso! Ahora sí salga de la clase.

Primer día de clases y el maestro de historia ya me había sacado de su clase, genial.

Me levanto a paso de zombie y salgo de el salón mientras imito con voz burlona al maestro, y es que si me había echado el primer día no me quiero ni imaginar qué pasará en 1 mes.

Bien, al final ni quería encerrarme en una habitación con otras 27 personas a quiénes no conocía y no tenía intenciones de conocer.

Me senté en el pasillo mientras consideraba mis opciones para pasar el rato, entre ellas estaba irme a detención, una que en mi puta vida iba a tomar, así que quedaba escaparme o irme al patio. Escaparme sonaba genial pero el problema era que no sabía como hacerlo, entonces solo me quedaba pasar una hora en el patio de la escuela.

Caminé con precaución de que ningún maestro me viera, y cuando llegué me senté en el césped con las piernas cruzadas, rezando para que nadie me encontrase. No era un fanático de la gente, con suerte y podía aguantar a mis hermanos.

Sinceramente no sabía que iba a hacer sentado ahí una maldita hora, y en un momento en que comencé a tener casi una crisis por no saber qué hacer, hasta llegué a pensar en ir a detención, así al menos tendría algo para hacer. Para mi suerte, no tuve que hacerlo.

Comencé a sentirme un poco observado, por lo que quité mi mirada del azul y feo cielo para encontrarme con un par de ojos del mismo color que me miraban al otro lado del patio. Era un chico rubio que tenía un cigarro entre sus dedos aunque en cuanto nuestras miradas se cruzaron, lo lanzó al suelo y lo pisó con fuerza... Mierda, ¿Y si es de esos bravucones a los que les gusta quitar el dinero del almuerzo a los flacuchentos cómo yo?

Se levantó y comenzó a caminar en mi dirección... Ayuda.

Aparté la mirada mientras rezaba a dioses y demonios que por favor, no fuese a golpearme o algo similar. Y es que sabía bien que con palabras podría defenderme muy bien pero en cuanto a fuerza... Yo era un como un palito.

Y el tipo ese era gigante.

Llegó a mi lado y me obligué a mirar sus piernas para no subir la mirada y encontrarme con la suya.

- ¿Te echaron de clase? - seguí mirando sus piernas, asentí levemente. - ¿De cuál?

- Historia.

Mi voz sonó mas aguda y nasal de lo normal.

- ¿Y por qué te echaron?

- Es que me estaba quedando dormido. - respondí un poco apenado, me armé de valor y subí la mirada para volver a encontrarme con aquellos azules y profundos ojos. 

- A mi también me sacaron de clases por eso.

Se sentó deliberadamente a mi lado aunque yo ni lo hubiese invitado a hacerlo. Bueno, al menos luce un poco amigable.

- ¿Cómo te llamas? - pregunta el rubio, tal vez no debería decirle...digo, es probable que sea de esas solas y olvidadas conversaciones que se tiene con desconocidos que luego no se vuelven a ver. Y podría mentirle, y decirle algo como que me llamo " Panchito Fiesta".