Brother ➷ Frerard.

Capítulo 22.

Despierto lentamente, sintiendo todo el cansancio y sueño esfumarse rápido. La habitación está a oscuras, trato de recordar todo lo que pasó ayer sin morirme o algo similar...

"Llorar, depresión, seguir llorando, Frank, golpear a Frank, amar a Frank... Frank... Frank...

¡Mierda, Frank!

Rápido pongo mi brazo al otro lado de la cama, buscándolo. Pero cuando volteo a ver al lado izquierdo de la cama, está vacío. Salgo de la cama casi como un resorte, pero en toda la habitación no queda ni un rastro del bastardo enano. Comienzo a murmurar en voz alta mientras salgo de la habitación, antes fijándome en la hora. Son las 9:45 de la mañana.

"Puta madre Frank."

" Ya me la había creído enano de mierda"

"Si vuelves a desaparecer una vez más si que te pateo los huevos"

Me detengo en el pequeño pasillo, porque un olor delicioso inunda mis fosas nasales, y a menos que sea Roxy o Ray, o mi hermano y su novio (aunque no lo creo, porque conociéndolos probablemente estén durmiendo o con resaca, si es que llegaron el día de ayer), entonces sólo queda la opción de que sea Frank, o de que sea un buen ladrón que se ofreció a prepararme el desayuno antes de robarme. Llegué a la pequeña cocina casi tropezando para encontrar a Frank, con una de mis camisetas que le quedaba casi gigante y nada más aparte de sus bóxers, me detuve un poco (solo un poco) mirando sus pequeñas y desnudas piernas.

- Pensé que te habías ido - digo, es lo primero que digo en la mañana y mi voz suena hasta un poco ronca por eso.

- Uy, buenos días también, yo estoy bien, también te quiero - responde sarcástico, yo pongo los ojos en blanco. Frank mueve la cabeza indicando que me siente y eso hago, mirando la mesa.

- No seas mamón.

También se sienta, enfrente mío. Miro la mesa, hay un par de tostadas, hotcakes con miel y... café. El café es lo primero que tomo, sintiendo el líquido pasar por mi garganta.

- ¿El desayuno también es parte de tu disculpa? - pregunto, Frank asiente. 

Y nos quedamos callados. Casi por 10 minutos.

Lo único que se escucha somos nosotros, comiendo tranquilamente, y la verdad ya parece bastante lejano, porque parecemos unos simples compañeros (compañeros, no pareja) que viven en un departamento en Nueva York, y la historia de Frank siendo mi "hermano", y su escapada y todo lo demás parece un cuento falso y estúpido...

Pero es real.

Y Frank tiene que decirme qué fue lo que pasó por su mente en el estúpido momento en el que se le ocurrió que sería mejor escaparse en vez de quedarse a conversarlo.

- Frank, enserio que tenemos que hablar sobre eso...

- No quiero - respondió infantil, haciendo un puchero. "Tierno". 

- Frank... - traté de sonar amenazante, pero él me miró y siguió comiendo como si nada "estúpido Frank" - Tengo un trato...

- Uh, yo no quiero nada. - murmuró tratando de sonar desinteresado.

-  Frankie... - le sonreí mordiéndome el labio - Si me dices que fue lo que pasó contigo y con tu familia y todo, te dejo hacer lo que quieras conmigo.

Me miró, sonriendo en exceso y levantando una ceja.

- ¿Lo que yo quiera? ¿Cualquier cosa?

- Lo que quieras...

-Bueno, pregunta lo que quieras entonces,soy un libro abierto - lo dice rápido y emocionado, yo tomo una tostada y la muerdo mientras comienzo a formular un montón de preguntas.