Tiempo de descanso

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A la mañana siguiente, al pie del árbol de cerezo...

—Aún duermes...— comentó ella por lo bajo. —No importa... Duerme lo que necesites... Aquí estoy...— suspiró colocando su cabeza apoyada a la de él.

El paladín por su parte seguía dormido como un tronco.

—Aún no puedo creer que hayamos dormido toda la noche...— dijo acomodando la capa sobre Link.
—Aquí afuera...—

Mientras tanto el rubio hacía ruidos como de querer despertarse. Cabeceó un poco hasta que abrió lentamente sus ojos.

—Oh, al parecer ya despertaste...— observó sonriendo. —Hola Link... Buenos días.—

Primero se escuchó un bostezo del chico que luego reparó en Zelda.
—Buenos di...— Sin embargo él no continuó su frase, puesto que notó que pasaron su estancia bajo un árbol. Toda la noche. —¡Zelda!

—Sí. Ese es mi nombre.— dijo en tono gracioso. —¿Qué pasa?— preguntó mientras que él se incorporaba.

—¡Hemos dormido afuera!— exclamó tomándose el rostro con las manos.

—Pues... Sí. ¿Acabas de notarlo?— preguntó en tono gracioso.

—Oh... Demonios...— suspiró al ver que era de mañana.

—¿Qué pasa Link?— preguntó intrigada en saber qué tenía tan preocupado al chico.

—Estamos en problemas...— suspiró mientras que ella asentía.

—Podría ser...— dijo tomándose el mentón en aire pensativo.

—Oh Ouh... ¿A qué te refieres?— cuestionó algo nervioso, pues la chica era muy impredecible con sus acciones.

—Ya nos las arreglaremos.— dijo segura de sus palabras sonriendo. —Confía en mí.— le dijo mientras él asentía.

Luego ella extendió su mano para que el chico la tomara y ambos bajaron hasta la casa de Impa, donde todo sorpresivamente estaba en silencio. Era un mal augurio seguramente. Sin dudarlo mucho la pareja se adentró a la casa, al principio no encontraron nada fuera de lo normal, hasta que llegaron a la sala, allí Impa esperaba de espaldas a ellos siendo acompañada por Paya que tenía el desayuno listo.

—Ustedes... Llegan tarde...— les saludó aún de espaldas con un tono autoritario y algo severo. —¿Tienen idea de lo que hicieron?— preguntó en el mismo tono.

—Buenos días Impa.— saludó Zelda sonriendo. —No sé a qué te refieres con "Lo que hicimos" Pero estamos bien.— dijo en tono amable y dulce, extrañamente era una actitud muy rara en ella. —¿Y tú? ¿Cómo estás? ¿Qué tal has dormido?— preguntó en el mismo tono mientras la Sheikah suspiraba.

—Ya no son unos niños...— dijo algo decepcionada.

—Ciertamente Impa.— afirmó ella.

—Bueno... Entonces, si lo saben. ¿Por qué actúan como unos niños?— les preguntó mirándoles por primera vez, les dedicó una mirada de reproche.

—De nuevo el sermón de que actuamos indebido.— bufó ella mientras Link guardaba silencio.

—¿Cómo se te ocurre salir en plena noche?— le interrogó en tono de reclamo. —Pudieron enfermar. Además, te estas recuperando. Y la gente.— explicó la lider de los Sheikah algo molesta.

—Hablas como si quedarme dormida fuera el fin del mundo.— dijo en aire gracioso.

—Usted debe dar el ejemplo majestad. No puede actuar así. ¿Qué pensará la gente?— preguntó nuevamente mientras ella volteaba los ojos.

Un Amor sin Límites | The Legend of Zelda [𝐙𝐞𝐥𝐢𝐧𝐤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora