Los Picos Gemelos

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La mañana llegó tal como el día anterior, con la diferencia que esta vez ambos estaban despiertos, él se había levantado antes y fue a la posta a comprar un desayuno ya preparado y se regresó al campamento donde la chica le esperaba con su ropa ya cambiada, vestía las mallas color marrón junto a la túnica de elegido que Link le había dado la noche anterior. Realmente aquel atuendo se le veía muy bien; ella al verlo, le saludó sonriendo.

—Buenos días Link ¿A dónde te metiste?— preguntó mientras él le daba una bolsa con frutas para el desayuno. —Oh, gracias... ¿No comerás? Ya veo... Tienes el tuyo ahí...— dijo al ver que él desenvolvía la envoltura para sacar de allí unas manazas y peras.

—Es ideal comer frutas para estar a tope en energía.— mencionó él mientras que la chica pegaba una mordida a una de las frutas.

—Además que están deliciosas...— dijo saboreando a detalle la dulzura de la fruta.

—Sí... Partiremos cuando lo dispongas.— dijo mientras se incorporaba a alimentar a Luna con zanahorias.

Luego de saciar su apetito entre los dos desmontaron el campamento, deshicieron los nudos, sacaron los clavos de la tienda, la envolvieron y guardaron en Luna, finalmente se quedaron sentados en un tronco a descansar.

—Espero poder llegar hoy a Kakariko, o al menos hasta la Posta de los Picos Gemelos.— suspiró mientras ella encendía la Piedra Sheikah y revisaba el mapa.

—No te preocupes Link, llegaremos a tiempo. Inclusive si tomamos descansos prolongados. Tardaremos unas 4 horas estimo yo.— respondió reconfortándole mientras que trazaba la línea de viaje. —Aunque será un largo camino...—

—Entonces partamos cuanto antes.— dijo seguro mientras le extendía la mano para luego montar a Luna y reanudar con el viaje.
—¿No quieres algo de la posta?— le ofreció mientras que ella negaba con la cabeza.

Siguieron a trote pausado por una hora y media, el sendero era exactamente igual al anterior, verdes pastos, animales con sus labores, todo en calma. O al menos eso parecía hasta que un pequeño ruido que luego fue creciendo los puso alerta.

—Debemos ser cautelosos, un Hinox está durmiendo cerca...— notificó el rubio por lo bajo mientras que la chica asentía.

—Tienes razón...— luego encendió la Piedra Sheikah y activó el sistema de bombas y soltó unas cuantas cerca del lugar donde provenía el ruido.

—¡¿Qué estás haciendo?!— preguntó alarmado.

—No te preocupes, lo más efectivo es ganar tiempo, igual despertaría.— dijo con naturalidad mientras que la criatura despertaba y comenzaba a moverse con torpeza.

—Demonios...—

—Yo me encargo Link.— luego lanzó otro par de bombas dejándolo aturdido.

—Eso fue un poco inteligente pero a la vez imprudente...—

—Tú eres también bastante imprudente Link.— replicó mientras que él volteaba a mirarle de reojo.

—Lo sé.— respondió con un poco de frialdad. —Pero no quiero que estés en peligro, o que algo malo te vaya a pasar...— continuó en un tono más preocupado mientras fijaba su vista en el camino.

—Mmmm yo... Ya veo... Te preocupas por ...— pensó sonriendo mientras sujetaba su espalda y hundía su cabeza en ella. —No te preocupes por mí Link... Te aseguro que soy más fuerte de lo que crees...— contradijo mientras que él volteaba nuevamente a mirarle.

—Eso no lo dudo. Eres la persona más fuerte que conozco sin dudarlo. Pero te lo he dicho, no quiero que nada malo te ocurra, además que estás un poco debilitada y a la vez cansada.— replicó mientras volvía su mirada al sendero.

Un Amor sin Límites | The Legend of Zelda [𝐙𝐞𝐥𝐢𝐧𝐤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora