Una subida algo complicada

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Al día siguiente...

—Link, amor.— llamó la rubia mientras el chico se asomaba por el marco de la puerta del baño.

—¿Sí?— ladeó la cabeza de medio lado algo despreocupado.

—Vamos saliendo ¿No?— preguntó al momento que empacaba una muda de ropa en la maleta.

—Sí Zelda, dame un segundo.— él estaba acomodando su cabello en una coleta. —Estoy amarrándome el cabello.

—Entendido cariño.— le sonrió mientras terminaba de empacar las cosas de ambos.

—¿Lista para subir hasta Ciudad Goron?— preguntó al momento que ella se acercaba al baño.

—¡¡Seguro que sí!!— juntó sus manos con entusiasmo y con brillo en su mirada.

—¡Así me gusta!— exclamó igualmente compartiendo su entusiasmo.

Ahora ambos saldrían a recomenzar su viaje nuevamente. Había mucho entusiasmo por parte de ambos, para Zelda era seguir compartiendo el tiempo con Link mientras que para el chico era estar presente en las obligaciones de la muchacha para con el reino. 

—¿A qué  hora llegamos?— preguntó algo ansiosa la rubia.

—Ni siquiera nos hemos puesto en marcha y ¿Ya quieres saber si llegamos?— cuestionó en tono gracioso mientras la muchacha soltaba un pequeña risilla disimulada.

—Son detallitos Link.— le sonrió al tiempo que rascaba su nuca.

—Bueno...— dejó salir algo de aire de forma prolongada. —¿Qué voy a hacer contigo Zelda?— preguntó pellizcando su mejilla de forma tierna.

—Abrazarme y quererme.— frunció un poco el ceño e hizo un puchero.

Luego sorprendió al chico con un pequeño abrazo, al cual el paladín correspondió esbozando una pequeña sonrisa.

—¿Está todo listo?— ella asintió con energía.

—Más que listo. Nos vamos.— determinó al tiempo que el chico tomaba una de las mochilas con su ropa.

—Yo me llevaré la de medicina y comida.— comentó la princesa al tiempo que caminaban juntos fuera de la habitación.

Ella cerró con seguro una vez todas sus cosas estaban afuera, por otro lado el chico devolvió la llave mientras que la muchacha buscaba a Luna y Magnus de los establos.

Cuando el chico terminó sus asuntos en la posta ya su pareja estaba afuera con sus caballos listos para partir, incluso ya tenían los pesos ubicados.

—Por lo visto ya quieres irte.— comentó mientras le daba alcance, posteriormente ella subió en Luna y esperó por él.

—E-Eh... Sí. Seguro.— afirmó algo avergonzada por su entusiasmo. —Estoy algo emocionada...

—Así me gustas.— luego acomodó mejor las riendas de Magnus y subió a él.

Al oír las palabras de Link sintió sus mejillas arder y le dedicó una sonrisa pequeña.

—Me gusta gustarte.— dijo por mera inercia, sintiendo profundamente aquellas palabras. —¡Dije eso es voz alta!— ella estaba notablemente avergonzada por decir aquello.

No le gustaba darle rienda suelta a sus emociones, sí, amaba sentirse correspondida por él pero quería ir a pie de plomo y no forzarlo demasiado aunque tampoco podía engañarse. Si dependía de ella le gritaría a los cuatro vientos cuánto lo amaba.

Él le sonrió como respuesta, una sonrisa afable, cariñosa y que trasmitía algo de amor en el fondo.

El amor estaba en el aire. Podía percibirse, como aquella tensión que había constantemente entre ambos, se podía sentir sin mayor dificultad.

Un Amor sin Límites | The Legend of Zelda [𝐙𝐞𝐥𝐢𝐧𝐤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora