Era una mañana como cualquier otra en el poblado Sheikah; Zelda dormía plácidamente en su cuarto, cubierta por las sábanas. Link por otro lado estaba despierto en la sala, sentado en un sillón con las manos en sus rodillas pensando en algo.
—¿En serio le dije eso?— se preguntó mientras jugaba un poco con sus dedos.
El recuerdo del día anterior volvía a su mente, ambos estaban en el pórtico de Impa contemplando el atardecer crepuscular.
...
—¿T-Te gustaría tener una cita en el bosque?— pidió el muchacho casi temblando por los nervios.
—¿¿Una cita??— preguntó haciendo una mueca avergonzada mientras él tragaba grueso.
—Una caminata en el bosque; tal vez un día de campo.— corrigió entre nervios mientras la chica seguía con el bochorno en sus mejillas.
La Hyliana lo miraba, como si no creyera lo que él le ofrecía. Finalmente suspiró profundamente y su vergüenza pasó.
—Cita en el bosque. Mañana en la tarde.— sonrió con sus mejillas ligeramente coloradas.
Link asintió desviando la mirada a otro lado, le pareció muy tierna verla sonreír así y sus orejas se calentaron hasta la punta.
...
Al acabar el recuerdo él sonrió para sí mismo y miró de reojo la ventana, notando que el Sol brillaba de forma intensa por la mañana.
—En serio lo hice...— se dijo a sí mismo sin creer que por la tarde saldría a caminar y tener un día de campo con la princesa Zelda.
Luego se levantó y caminó hasta la entrada de la casa de Impa, en el pórtico; allí miró al poblado, su vista se perdió en una pareja Sheikah a lo lejos. Era como ver al joven Rotver; alto, fornido y seguro de sí mismo, la chica a Paya; pequeña algo tímida y atractiva, esos jóvenes parecían estar hablando, la chica con su atención total en él.
Eso le pareció un poco tierno, pero no mucho. Hasta el momento en donde el joven le dio algo que parecía ser una flor y la colocó en su cabello, en ese momento la joven colocó su manos en sus mejillas sonriendo y luego lo abrazó, acto seguido le dio un beso algo discreto.
—¿Yo también debo hacer esto?— se preguntó mientras la pareja se iba de aquel lugar tomados de la mano. —Podría ser incómodo para ambos...
Pensó un segundo y finalmente decidió en hacer que su "cita" fuera la mejor de todas y pasaran una tarde amena.
—Compraré unas cosas.— se determinó mientras se embarcaba al mercado para buscar cosas.
Caminó hasta llegar al lugar donde hace unos días fue con Zelda. Se detuvo en un puesto de frutas y miró detenidamente la mercancía, buscando con la mirada las más frescas de todas. Al tenerla seleccionó manazas y algunos frutos de montaña, los colocó en una cesta que compró en otro puesto y partió a otro lugar para comprar más cosas.
Se detuvo en una joyería donde podía observar una gran variedad de accesorios con símbolos Sheikah del ojo sin párpado. Aretes, colgantes, brazaletes, de todo tipo que buscara. Su mirada se quedó fija en un par de aros bañados en oro con algunos grabados en los bordes.
Apenas los vio le gustaron, eran discretos y pequeños.
—500 rupias.— zanjó el vendedor indicando el precio.
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Un Amor sin Límites | The Legend of Zelda [𝐙𝐞𝐥𝐢𝐧𝐤]
FanfictionLos actos de amor siempre han marcado historias, pero no todas ellas tienen buenos finales, sobretodo cuando uno de esos dos ha perdido toda su memoria en total. ¿Es posible que el amor sobreviva? Después de todo, ella lo dio todo por él y gracias...