Pasado un buen tiempo desde que Zelda tuvo aquella cita con Link en el bosque, ella se recuperó lo suficiente como para aguantar una larga jornada a caballo. Sin embargo Impa tenía ciertas dudas. Pero el tiempo había llegado y ella se sentía más que lista.
El día en Kakariko era fresco en comparación a otras mañanas en el poblado. La primavera casi acababa y el caluroso verano llegaba lentamente.
Zelda estaba en su habitación algo emocionada revisando sus libros y seleccionando los más importantes. Aún se debatía sobre cuales llevar en su zurrón. Pues no tenía espacio para todos.
A Link no le había visto en toda la mañana, como de costumbre había despertado temprano y salió. Últimamente despertaba muy temprano, había recuperado bien su ciclo del sueño gracias al descanso que recibió.
Ella miró por su ventana al campo con la esperanza de verle allí. Pero no le vio, únicamente divisó el árbol de cerezo que comenzaba a tornar sus flores un poco más oscuras.
—¡Hoy por fin saldremos de viaje!— exclamó dando un salto de alegría. Luego miró a su escritorio donde sus libros reposaban. Miró nuevamente su zurrón —Creo que sólo podré llevar 4 o 5...— suspiró desilusionada, quería llevar más pero no tenía opciones.
La casa estaba en silencio. Paya limpiaba abajo, Impa tomaba té y Prunia se había ido hace unos cuantos días para comenzar a prepararse también para el viaje.
Por otro lado Link estaba en casa de su amigo Sheikah, Sergio. Compartía con él lo que serían sus últimos momentos en el poblado, pues saldría y seguramente no volvería jamás a Kakariko; o bueno al menos en un largo tiempo.
—Creo que eres un mal amigo por irte. Pero un muy buen novio.— bromeó soltando un carcajada disfrutando de la expresión apenada de Link.
—Paya no es mi novia...— repuso algo abochornado.
—¿Quién está hablando de Paya?— preguntó alzando una ceja. —No te hagas el tonto. Hablo de esa chica rubia con la que llegaste.
—Zelda tampoco es...
—Sí. Sí. Digamos que te creo.— él siguió abochornado con sus mejillas enrojecidas.
—¡Ella es muy linda Link!— exclamó April con energía.
—Lo es...
—¡Link y Zelda! ¡Se quieren casar...!— improvisó la niña una canción con algo de alegría.
—¡Y los dos...!— completó el Sheikah mirando al chico con diversión.
—¡Se quieren besar!— dijeron al unísono, como si lo hubieran practicado antes.
—Vaya... Eso fue muy maduro de tu parte Sergio...— comentó con algo de sarcasmo mirando al Sheikah que se encogió de hombros como respuesta.
—Soy un padre. Es mi trabajo hacer esto con mi hija.
—Como sea...— replicó algo fastidiado. El Sheikah tomó papel y lápiz y comenzó a escribir algo.
Link sintió un tirón de su túnica y miró a April jalándole.
—Me reemplazaste con Zelda.— reclamó frunciendo el ceño y haciendo un puchero. —Juegas con ella y no conmigo. ¡Eres un mal amigo!
—¡Tómala! Sabía que no lo dejaría pasar.— rió Sergio siguiendo anotando.
—Per—
—¿Es porque es mayor y bonita verdad?— reclamó jalando nuevamente su túnica. —¡No es justo! ¡Yo quería rodar también por la colina!— el rubio abrió sus ojos con sorpresa.
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Un Amor sin Límites | The Legend of Zelda [𝐙𝐞𝐥𝐢𝐧𝐤]
FanfictionLos actos de amor siempre han marcado historias, pero no todas ellas tienen buenos finales, sobretodo cuando uno de esos dos ha perdido toda su memoria en total. ¿Es posible que el amor sobreviva? Después de todo, ella lo dio todo por él y gracias...