38: El primer movimiento

2.2K 259 56
                                    

Narrador general:

Un gruñido casi gutural salió de los labios del actual hokage de konoha, que revisaba todos los interminables informes repartidos por el escritorio, estaba enfado, muy enfadado, todos sus aliados parecían haberle dado la espalda, el Daimo del país del fuego se había encerrado de su alcoba y nadie tenía noticias de él, ni si quiera sus más allegados. La terrible organización terrorista no había vuelto a contactar con el desde el asesinato del primer ministro de Uzu y ahora sus informantes le habían notificado de la llegada de los uzumakis como apoyo de la resistencia, para el viejo Alcón de guerra parecía que las cosas no podían ir a peor.

Danzo: las cosas no deberían estar sucediendo así... ese maldito Uzumaki está jugando con todos nosotros como si fuésemos meros peones en un tablero de Shōgi – volvió a gruñir mientras se revolvía en su silla molesto.

Hiruzen: ¿no se suponía que la muerte de ese hombre le pararía los pies? – preguntó después de entrar en el despacho, el tampoco parecía estar de buen humor ante la situación en la que se encontraban.

Danzo: eso era lo que se suponía que debía pasar, pero subestimamos el corazón de ese chico

Hiruzen: eso no es un chico Danzo, es un demonio, lo supe en cuanto vi como el Kyubi entraba en su interior... no... lo era desde antes de que eso sucediera. – corrigió a su amigo haciendo que una sonrisa burlona se formara en sus agrietados labios.

Danzo: ¿por eso hiciste todo lo posible para separarlo de sus padres?, ¿acaso viste a ese bebe como una amenaza para tus planes como hokage Hiruzen? – preguntó con sarna ganándose una mirada mortal de su aliado.

Hiruzen: no te atrevas a burlarte de mí Danzo, tú también contribuiste en eso, es más tu filtraste el hecho de que el era el recipiente del Kyubi – le recordó con odio.

Danzo: yo quería un arma y no hay mejor forma para conseguirla que con odio, tu... tu solo querías ver hasta donde llegaba tu influencia sobre los Namikaze y el consejo, nada más. – respondió de vuelta haciendo que el viejo mono frunciera aun más el ceño.

Hiruzen: ahora mismo eso da igual, lo pasado, pasado está, ahora debemos centrarnos en detener a ese demonio.

Danzo: ese chico no tiene prácticamente ningún punto débil al que podamos atacar de inmediato – murmuró frustrado volviendo a centrar su atención en los informes de su mesa, como si estos pudieran revelarles la solución a todos sus problemas.

Hiruzen: Su hermano Menma es uno de sus puntos débiles, uno que tenemos a nuestro alcance, desde que ese chico llegó solo ha abierto la boca para alabar y presumir de su hermano, si hay una forma de hacerle daño es atacándole. – comentó pensativo mientras recordaba al tímido rubio y todos los cambios que parecía haber tenido en tres escasos años.

Danzo: ese muchacho no es débil y su fiel compañero tampoco lo es, ambos son excelentes shinobis, no será fácil acabar con ellos.

Hiruzen: solo hay que tirar del hilo correcto – murmuró sonriendo ante el plan que se estaba comenzando a formar en su cabeza.

Danzo: la niña... - murmuró comprendiendo los planes de su viejo amigo haciendo que este asintiera.

Hiruzen: la menor de los Namikaze puede ser nuestra mejor baza en su contra, ella movilizará a Menma y este moverá al demonio iremos acabando con ellos uno a uno.

Danzo: Namikaze Eri siempre ha mostrado una habilidad superior a la media, le diré a mis hombres que estén atentos a cualquier oportunidad para raptarla.

Hiruzen: bien.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Naruto el príncipe de UzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora