Un país caído a manos de los que un día fueron sus mayores aliados; llenos de odio y con un nuevo gobernante cambiarán el mundo ninja para siempre. Acompaña a Naruto en una historia llena de complots, traiciones y decisiones difíciles que devolverá...
Narrador general: Dos carruajes dignos de llevar a la realeza se acercaban con rapidez a las puertas de konoha, los mercaderes y turistas se apartaban para dejarles paso curiosos de quienes podrían ser, los carruajes se detuvieron en la puerta, y una mujer pelirroja salió del primero, le entregó unos documentos al guardia que se sorprendió y les dejó pasar sin inspección alguna, cosa sorprendió a los civiles que llevaban un buen rato esperando en la cola, el grupo se dirigió a la torre hokage bajo la atenta mirada de los aldeanos que ya se imaginaban quién podría ser.
Nada más llegar una joven se bajaba del carruaje al mismo tiempo que el Yondaime hokage salía del edificio acompañado de su familia y algunos miembros del consejo shinobi. Karin: mi nombre es Uzumaki Karin y soy la secretaria personal de Su Majestad. Minato: e-encantado, soy Minato Namikaze y ella es mi esposa Kushina Uzu Karin: mis disculpas Hokage-sama, pero nuestro clan Uzumaki no reconoce a Kushina Namikaze como un miembro de este.- le interrumpió con frialdad mientras observaba a la mujer que parecía encogerse en presencia de la pelirroja. ¿?: Karin, recuerda que somos los invitados, no seas tan grosera. Un chico joven salió del carruaje, este iba vestido de forma simple pero elegante a la vez.
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La cinta negra que cubría sus ojos confirmaban los muchos rumores sobre su ceguera, el chico se acercó a su secretaria poniéndole una mano en su hombro para tranquilizarla Naruto: disculpadla, le tengo dicho que no puede ser grosera con las personas que están fuera de mi país. Minato: ¿Naruto? Naruto: ese soy yo, Uzumaki Naruto soy el actual príncipe del país de los remolinos, como intercambiamos en nuestras cartas estoy aquí para ver a mi equipo, el hombre que está saliendo del carruaje es Eiji nuestro actual Uzukage, creo que podrás entenderte mucho mejor con el, que conmigo- le presentó al hombre que salía del carruaje y que llevaba la túnica tradicional de los kages. Eiji: Hokage-dono a partir de ahora, si tiene alguna duda o desea hacer algún trato acuda a mi, Su majestad solo está aquí como espectador. Minato: esta bien, ¿qué tal si hablamos en un lugar más privado?. Eiji: me encantaría, Su Majestad me despido aquí, por favor no se meta en lios. Naruto: no tienes ningún derecho a decirme eso Eiji quien se mete en lios eres tú, Karin acompañale, y procura que no haga nada realmente estúpido. Karin: pero mi misión es estar con usted en todo momento. Eiji: yo no necesito niñera Naruto-sama. Ambos se miraron con odio pero su líder les interrumpió antes de que pudiesen abrir la boca. Naruto: Zabuza-san estará conmigo acompañales. Minato: ¿Zabuza? Un hombre corpulento salió del segundo carruaje junto a su estudiante y se puso detrás del joven príncipe. Zabuza: cuanto tiempo konoha-nin. Kushina: ¿por qué? Zabuza: el chico me tiene contratado, uzu es un buen sitió para vivir si quitas el raci- Su "cliente" le dio un codazo en el estómago impidiendo que terminase la frase. Naruto: perdón Zabuza-san tenias una araña en el estómago, no te preocupes la he matado.
El herido renegado asintió con miedo, este chico podía tener una fuerza monstruosa si se lo proponía. Naruto: nosotros buscaremos una residencia y daremos una vuelta por la aldea, nos vemos a la hora del torneo. Karin miró resignada a su líder y acompañó al Uzukage que ya estaba entrando en el edificio. Naruto: vamos a dar una vuelta hace demasiado que no estoy en esta aldea. Zabuza: es cierto, eras el hijo del hokage, ¿recuerdas algo? Naruto: olores y sonidos....... mi época en esta aldea no fue del todo agradable. Haku: ¿le trataban mal siendo el hijo de su kage? Naruto: no lo sabían, para ellos yo no era más que un huérfano. Un aldeano reconoció al antiguo sacó de boxeo de la aldea y le lanzó sin pensarlo una botella a la cabeza, sus dos guardaespaldas no tardaron en actuar atrapandola en el aire. Zabuza: ¿quien demonios te crees que eres basura? Aldeano: ¿por qué le defiendes?, es el demonio, ¡el demonio ha vuelto!.- gritó en el suelo muerto de miedo al ver al renegado.
