Narrador general:
Solo se escuchaban los pasos de dos hombres resonar en el largo y oscuro pasillo alumbrado por pequeñas antorchas, el más alto de los guiaba en silencio a su mejor amigo que esperaba pacientemente alguna respuesta por parte del pelirrojo. Después de un buen rato andando en silencio llegaron a una enorme abertura bien iluminada.
Yagura: nunca me imaginé que esta montaña estuviera hueca.
Naruto: es uno de los antiguos refugios de Uzu, este túnel sirvió de escondite a mi pueblo durante la guerra, ahora es una prisión más...... personal- le comentó a su amigo mientras le guiaba a una de las celdas llenas de sellos de alto nivel. - despierta serpiente, he venido a hacer un trato contigo.
Yagura miró sorprendido al hombre de la celda, sus brazos estaban totalmente inmovilizados y varios sellos en las piernas para evitar que se moviera, pero aun con todas esas restricciones el Sanín de las serpientes se permitió sonreír.
Orochimaru: ¿Qué podría querer un príncipe de un humilde Sanín como yo?
Naruto: deseo un arma, muéstrame cuales tienes a tu disposición y yo te dejaré libre para que hagas lo que quieras, es más te ofreceré un trabajo especial. - le contestó a la serpiente ganándose una mirada de puro asombro de su amigo.
Orochimaru: ¿crees que aceptaré?
Naruto: ¿necesitas un cuerpo cierto?, no creo que el recipiente en el que estas dure mucho más, estas débil Sanín, por eso mis ninjas te pudieron derrotar tan fácilmente, haz lo que te pido y yo te ayudaré con ese problema.
Orochimaru: ¿y como lo harás?, si se puede saber claro.
Naruto: subestimas e inteligencia Orochimaru, muchos han muerto por menos, puedes ignorarme y morir aquí como un perro apaleado y traicionado o ayudarme y vengarte tanto de Konoha como de Danzo, demuestra la serpiente astuta que eres y decídete de una vez, mi tiempo es valioso.
Orochimaru: deseas crear tanto caos como yo y disfrutas ver como tus enemigos se matan entre ellos, me haces sentir orgulloso, una pena que no sea tu padrino, te habría educado bien.
Naruto: cuida tu lengua serpiente, no vaya a ser que te la corte, no abuses de mi paciencia. - murmuró con odio mientras soltaba un instinto asesino que hizo retroceder a su amigo.
Orochimaru: tranquilo principito, acepto tu trato, te mostrare mis mejores cartas, aunque algunas les puede quedar poco tiempo de vida- le contestó burlón sin preocuparse en lo más mínimo de las palabras del monarca.
Yagura apartó a su amigo en busca de alguna explicación mientras los guardias liberaban al Sanín para que al menos pudiese andar.
Yagura: ¿me vas a explicar que hace el aquí?, ¿y qué demonios es eso de un arma? - preguntó ya molesto de los secretos de su amigo.
Naruto: necesitamos que alguien se ocupe del trabajo sucio cuando la guerra en Konoha empiece, ningún Uzumaki puede ser visto en ella o se sabrá que estamos metidos en todo el conflicto, por eso necesitamos un arma leal y lo suficientemente poderosa para que se encargue de todo.
Yagura: ¡¿estás de broma?!, luchamos para que nos dejen de considerar armas ¿y ahora quieres tu una?
Naruto: ¿¡tan bajo crees que he caído Yagura!?, no pienso tratarla como tal, simplemente estoy utilizando el mismo termino que esos monstruos, no pienso considerar a ningún ser humano como un arma, ¿¡crees que soy otro político hipócrita!?
Yagura soltó el brazo de su amigo con algo de arrepentimiento al ver lo fuerte que lo estaba apretando, el pelirrojo nunca alzaba la voz a no ser que estuviese muy molesto, si le había gritado significaba que su acusación le había dolido bastante.
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Naruto el príncipe de Uzu
FanfictionUn país caído a manos de los que un día fueron sus mayores aliados; llenos de odio y con un nuevo gobernante cambiarán el mundo ninja para siempre. Acompaña a Naruto en una historia llena de complots, traiciones y decisiones difíciles que devolverá...