Salvatore y Mariza estaban en la cama, cuando escucharon unos golpes en la puerta.
-Tu quedate donde está, yo iré -se ofreció ella. Él la miró con una mirada de agradecimiento.
Cuando abrió la puerta se encontró con Alicha.
-Quiero ver a mi hermano- demando con altanería.
-Tendrás que esperar en estos momentos mi esposo está descansando.
-No eres nadie para impedirme que lo vea-dijo en voz baja para que este no le escuchara.
Mariza sonrió.
-Mírame hacerlo.
Cerró la puerta en su cara con una sonrisa burlona.
Regreso a la cama, a los brazos de su marido. El cual la recibió encantado.
Antes de que él preguntará quien era, ella habló.
-Era tu hermana. Quería verte, pero le expliqué que estas descansando. Se puso un poco pesada asique tuve que dejarla hablando sola. Deben entender que tú no eres un robot, estás cansado y estas pasando por un momento doloroso. Y yo me encargaré de que mejores poco a poco- prometió.
Mariza miro a su esposo el cual sonreía
-Eres un tesoro- le susurró.
Tomaron la cena minutos después en su habitación.
Ajenos a las maquinaciones de Alicha ambos descansaban en paz.
Esta molesta por lo sucedido busco a su madre para contarte lo sucedido.
-Madre- medio grito, entrando a la habitación de esta. La aludida solo suspiro.
-¿Se te ofrece algo?
Estaba en el tocador dándose los últimos toques para estar lista para la cena.
-Esa maldita mujer, no me ha dejado ver a mi hermano. Me cerró la puerta en la cara - escupió las palabras furiosa.
-Es mejor que dejes de meterte en la vida de tu hermano.
-Pero.
-Pero nada, tú lo has visto. Se deja manipular por esa mujer. Lo tiene en sus manos. Asique se inteligente y déjalo estar. Es lo mejor que podemos hacer, no olvides quien es tu hermano.
-Pero tú estaba de acuerdo en separarlos y que Mariel se quedará con él.
-Sí, pero algo ha cambiado. Salvatore la ha aceptado como su mujer. Asique mantente al margen. Está enamorado, contra eso no se puede hacer nada, además se le ve feliz y eso es bueno- reconoció por primera vez, pensando en los sentimientos de su hijo. Era mejor llevar la fiesta en paz, pensó.
-¿No vas hacer nada?-insistió Alicha.
-No y espero no se te ocurra bajar a cenar así. Vete arréglate.
Con aquellas palabras dio por terminada la conversación. Continuó arreglándose ignorando por completo a su hija.
Alicha salió aún más furiosa, su madre era una estúpida pensó, solo se fijaba en si estaba bien arreglada o no. Estaba sola, pero iba a terminar con aquel matrimonio. S u madre se equivocaba, Salvatore no quería aquella mujer, todo era por el bebe.
Furiosa porque su madre le hubiera ignorado, Alicha continuaba aumentando su odio hacia Mariza.
La madre de Salvatore, no aceptaba a Mariza como su nuera no del todo aun, pero su hijo ya había elegido, además aquella mujer era la madre de su nieto. Había decido tratarlas con respeto.
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Boda por obligación. (4- Serie magnates apasionados)
RomanceAquel magnate se había casado con ella por el bebé. No la amaba y ella lo sabía, la única razón de la boda era por el bien de la criatura que venía en caminó. Pero entonces una gran tragedia paso, una desgracia que amenazaba con arroparlos como una...