21: Descubrimiento.

51.6K 2.7K 143
                                    

Salvatore fue el primero en despertar, el sonido del celular  le había despertado más temprano de lo normal.

Tomo la llamada y se alejo de su esposa, no sin antes darle un beso y acariciar su vientre. Estaba maravillado con su bebé.

Al terminar la llamada, se alistó rápidamente, tenia que ser algo importante para que Gino lo llamara tan temprano. Tenía que resolver aquello, pues en pocas horas iba a acompañar a su esposa al médico, por fin iban a saber el sexo del bebé.

Gino salió del despacho de su jefe, preocupado. Este no había quedado nada bien. Pero él tenía que hacer lo correcto. Por fin después de tanto investigar había obtenido lo que quería. Lo lamentaba por su jefe, pero así tenía que ser.

Gino se alejo sonriendo.

Por otra parte Salvatore se derrumbo en la silla más cercana. Había recibido un golpe muy duro, no entendía porque que  ella había hecho aquello. Pero en aquel momento sentía asco de ella. Gino jamás le mentiría, él era un amigo fiel.

Se quedo allí solo hasta que el sol empezó a salir, durante todo aquel tiempo se había estado torturando y sufriendo. Pero tenía que ponerse en movimiento.

Alicha se reunió con su hermano en el despacho y al verlo tan tristes, se sintió mal, lo quería mucho era como un padre para ella. Pero todo lo que hacía era por su bien. Aquella mujer tenía que salir de la casa y de su vida.  Con Mariza lejos, todo sería como antes de que  aquella mujer llegará a sus vidas.

-Hermano- le llamo, este había solicitado hablar con ella. Se imaginaba que ya había visto el sobre que le había dejado encima del escritorio del despacho.

Él la miro y por un momento, pudo ver el dolor en sus ojos y aquello le apeno. Quería abrazarlo y prometerle que todo estaría bien.

Los ojos de aquel hombre estaban llenos de lágrimas sin derramar, aquella noticia, le había golpeado en todo los sentidos.

La madre de este, también había Sido convocada aquella reunión.

Aquel día Mariza  despertó temprano  Y feliz. Pero frunció  el ceño al ver que su esposo no estaba allí.

De seguro ya estaba listo y esperándola. Sonrió al pensarlo. Él estaba  muy emocionado.

Tomo una ducha y se cambio. Luego con cuidado bajo la escalera, para desayunar con su esposo. Luego irían a la clínica, pensó feliz. Estaba radiante de felicidad.

Logró  escucha  un alboroto en el despacho  de Salvatore, no sabia que estaba pasando, se escuchaban varias voces, sobre todo la de él muy molesto.

Estaba cerca cuando  escucho la voz furiosa  de Alicha.

-Mira las fotos, son verdaderas, esa mujer te sigue engañando  tienes que creerme, yo te amo como a un padre, jamás te mentiría.  Puedes quítale el niño cuando nazca, no tiene porque seguir con ella por el bebé.

Mariza se quedo  de piedra.

Camino  hacia la puerta y lo que vio derrumbó  su mundo.

Él  la miraba  con odio, asco y rencor. Le había creído  a su familia  aquella mentira. Aparto la vista  no podía ver su mirada.

-Maldita mujer- bramo Salvatore

Su esposo le creía a ellos, destrozada se alejo de allí.  No iba  a pasar  aquel infierno  dos veces. Él nunca le creería, nunca confiaría en ella. Pero sobre todo jamás se alejaría de su bebé.

Aquella vez fue peor, pues había empezado a creer en él, habían empezado algo lindo, pero eso se había acabado. Sabía que él volvería a ser el mismo hombre frío y seco, que había sido antes y ella no podía soportarlo.

Sabía que él no le echaría de allí, no mientras llevará su hijo en el vientre, pero después que el bebé naciera, cualquier cosa podía pasar.

Tenía que irse, él no  cambiaría, siempre defendería a su familia, siempre le creería a ellos y ella siempre sería la mala de la historia.

Sollozando subió a la habitación, por algo de ropa. Estaba destrozada. Él le había dicho que la amaba, incluso había dicho antes su familia que la prefería a ella. Pero aquello solo habían sido palabras.
 

Salvatore había estado mirando un punto fijo  en la puerta  que estaba  a medio cerrar, ni siquiera  había visto  que su esposa  que había  estado  allí, la rabia le cegaba. Estaba tan molesto  y dolido. Le costaba toda su fuerza contenerse. Estaba por perder el control.

 
Por fin miró  a su hermana  y está dio un paso atrás. Aquellos  ojos de hielo, la miraron con odio.

Salvatore camino hasta ella y aunque la escucho gritar  de dolor, no aflojo su agarré.

 
-Eres una mentirosa. Vas a pagar por todo lo que nos ha hecho, eso te lo juro – dijo con frialdad.

-Por favor hermano, tienes que creerme, esa mujer  es la que miente.  Yo soy  tu familia. Me conoces, cuando papá murió tú…

-Cállate- bramo, interrumpiéndola. La soltó para evitar  pegarle. Aunque  ganas no le faltaban

- No menciones a padre, estaría avergonzado de la persona que eres. Desde hoy  no eres mi hermana, no quiero saber nada de ti , no quiero ni verte. Créeme vas a lamentar esto y mucho- le prometió. Crees que no se todo lo que has hecho, te suena el nombre de Paolo.

Alicha se quedo blanca.

- Ya veo que lo recuerdas, le pagaste para que hiciera las primera fotos falsa, con la queme engañaste. Gracias a Gino me entere de todo, tengo un informe detallado de todo. Y se que aun hay más por descubrir, llegare al fondo de todo esto. Y ya que te reúsa a decirme el porque hiciste esto, lo descubriré y entonces no habrá poder humano sobre esta tierra que evite que tengas tu merecido. Eres una arpía mentirosa, me das asco.

 
Alicha  se hecho  a llorar más fuerte. El desprecio de su hermano, era el peor castigo para ella.

-Lo siento, por favor no me  digas eso, eres mi hermano, te quiero mucho.

-Me quieres tanto, que convertiste mi vida en un infierno, mi pobre  esposa se llevo la peor parte. Todo por tu culpa.  Mi pobre Mariza cuanto sufrió por tu culpa- se lamento. Aquello le estaba torturando.

Alicha  lo sostuvo del brazo y le imploro piedad, pero él  de alejo asqueado.

Miro a su madre  la cual no había dicho nada.

-¿Sabías esto?- le preguntó.

-Apenas me entero. Y era cierto, ella también había creído aquella mentira y se había portado muy mal  con Mariza.

Pero aunque Gloria no había participado en eso, si le había hecho mucha maldad a Mariza, pero  él  aun no sabia  aquello. No conocía todo lo que le habían hecho pasar en aquella casa. Cuando se enterará el infierno iba arder.

Salvatore solo se había enterado de algunas cosas que ella había hecho, como la noche en que Mariza enfermo y está no llamo al médico, o aquella vez que había mentido diciendo que no había solicitado los servicios del chófer, cuando Mariza había salido por cuenta propia de la casa sin usar los servicios del chófer debido a que esta había solicitado el chófer a pesar de que ella lo había hecho primero.

 Salvatore no sabía de los insultos, comentarios hirientes o humillaciones que le había hecho pasar.

Pero la verdad  había empezado  a salir y él  por fin había abierto los  ojos.

Mariza  salió  de aquella casa, poco podía  saber  que aquella mirada  no estaba dirigida hacia ella, poco podía saber  que su esposo no había desconfiado de ella.  Él no le había fallado aquella vez.  

Pero ella no lo sabía, aquella mirada  estaba grabada en su mente.

Sin saber  que su esposo le defendía ante todo, salió de casa. Ya no había esperanza para  su matrimonio. Todo había terminado.

Él taxi le esperaba, al entrar en este  sintió que su vida nunca volvería hacer la misma.

Mientras el taxi se alejaba, con el rostro lleno de lágrimas miro aquella casa donde había sido más infeliz que feliz.

Estamos entrando a los últimos capítulos. Qué creen que pasará con Alicha?

Boda por obligación. (4- Serie magnates apasionados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora