Salvatore llegó a la ocho de la noche, justo a tiempo para tomar la cena con su familia. Como italiano que era, la familia lo era todo.
Estaban reunidos todos en el comedor.
-Ya pueden servir la cena- ordenó doña Gloria.
-Aun no, mi esposa no está presente-objeto Salvatore, mirando a su madre un poco molesto.
-Casi, nunca está. Incluso toma el desayuno y el almuerzo solo en la terraza o en su habitación. Solo cena en el comedor cuando tú estás- dijo Alicha.
El frunció el ceño, aquello era una ofensa para su familia ¿Cómo se atrevía su esposa hacer aquello? Con razón su madre había ordenado servil la cena, ya estaba acostumbra a que su esposa no se presentara.
-Es una ofensa que no dejaré pasar-afirmo.
-Deberías hablar con ella, cuando llegué- agrego la mujer mayor.
-¿Cuando llegue? ¿Dónde estás? - pregunto con calma fingida.
-No lo sé, según los empleados, salió sola está mañana y aún no ha regresado. No quiso que el chófer le llevará.
Mariza llegó agotada a casa ya pasaban las ocho de la noche. Se sentía un poco mareada y con náuseas. Había tenido la mala suerte de que el bus se había descompuesto en medio del camino.
El viaje de regreso no había sido muy placentero. Los transportes públicos no eran siempre de lo mejor.
Subió a su habitación directamente. Pero se llevó una gran sorpresa al ver a su esposo allí.
Cerro la puerta con lentitud, clavo sus ojos cansados en el guapo hombre que la mira del otro lado de la habitación.
-¿Qué haces aquí?-pregunto era extraño verlo allí, si él estaba allí no era para algo bueno.
-¿Dónde estaba?-pregunto, sin esta vez ocultar su enojo,
-Fui a visitar a mis padres-respondió, porque no quería discutir
-¿Y espera que me creas eso?
-Es la verdad, de ti depende si quieres o no créeme. Realmente no me importa lo que creas.
-Sí eso es cierto, ¿Por qué no déjate que el chófer te llevará?
-Estaba ocupado.
-¡Es mentira! mi madre me contó que tú no quisiste precisar de los servicios del chófer. Quería ir sola ¿Porque? ¿Adónde fuiste?- su voz profunda, estaba llena de ira.
-No, no es verdad. Puedes preguntarle a Thomas, el mismo me dijo que no podía llevarme, pues tu madre había solicitado sus servicios aun sabiendo que yo lo había solicitado con antelación. Pero claro yo en esta casa no tengo voz ni voto.
-No metas a mi madre en esto.
-Sal de aquí- le pidió ella tratando de controlarse.
-No hasta que me conteste.
-Fuera-grito- estoy cansada de lo mismo. Vete o me voy yo.
Suspiró y la miró furioso, solo llevaba un minuto con ella y ya le había hecho explotar.
-No me hables así y te advierto que investigaré esto. Y si lo que me dices no es cierto.
-¿Que? ¿Me piensas pegar?
-Nunca haría eso-dijo serio.
-Menos mal, tú crueldad no llega a ese punto.
-No me tientes y algo más. Es una gran ofensa para mí familia, el hecho de que no te sientes con ellos en el comedor.
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Boda por obligación. (4- Serie magnates apasionados)
RomanceAquel magnate se había casado con ella por el bebé. No la amaba y ella lo sabía, la única razón de la boda era por el bien de la criatura que venía en caminó. Pero entonces una gran tragedia paso, una desgracia que amenazaba con arroparlos como una...