Continuación de la reaction anterior, te invito a leerla si aún no lo haz hecho, gracias por leer, ¡espero que les guste!
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La hora en tu reloj marcaba las once en punto de la noche, temías que el pelirosa se hubiera echado para atrás y terminara dejándote plantada. De tanto en tanto intercambiabas vistazos nerviosos entre tu móvil y la puerta de tu departamento.
¿Y si le sucedió algo..? La voz en tu mente se cuestionó, causando que una sensación helada recorriera tu espalda.
- No, no, no.. - repetiste en negación, agitando tu cabeza ligeramente.
Quizás se demoró por alguna razón. Dijiste en tu interior para aminorar la incertidumbre, tratando de dar una explicación al retraso.
Transcurrieron un par de minutos más, con cada segundo que pasaba tu corazón se retorcía en decepción y tristeza.
Suspiraste con pesar, levantándote del sillón donde tomabas asiento para apagar las luces de la estancia y marcharte a tu habitación completamente derrotada, no fue hasta que el timbre se hizo sonar sobre el lugar, capturando tu atención por completo.
Acomodaste tu cabello nerviosamente, dejando escapar tu aliento al mismo tiempo en el que reunías el valor para abrir la puerta.
Te acercaste al recibidor a pasos torpes y sujetaste la manija con dedos titubeantes, cuando desbloqueaste la alarma la curiosa melodía no se hizo esperar y abriste -finalmente- la puerta, dejando ver al chico de mechas rosada y bonitas mejillas del otro lado, el cual sostenía una bolsa entre sus manos.
Esbozaba un sonrisa apenada, sus párpados estrujandose en finas líneas.
- Lamento la demora, antes de llegar quise parar a comprar los snacks que te gustan. - explicó dulcemente, alzando la bolsa para que vieras en el interior de la misma.
Tus labios se entreabrieron sorprendidos y se mantuvieron estáticos un par de instantes, tratando de controlar el torbellino de emociones que acongojaba tu mente así como aceleraba tu emocionado corazón.
- J-Jimin-ah, no e-era necesario.. - hablaste torpemente, sintiendo como tus mejillas se calentaban y se coloreaban de un color rosado.
Te hiciste a un lado para dejar que el contrario ingresara a tu hogar, a lo cual él sonrió agradecido mientras intercambiaba sus zapatos por unas cómodas sandalias que prestabas a quien te visitara.
Volvió a extender la bolsa en tu dirección, haciendo un gesto con su cabeza para que la tomaras con confianza, cosa que hiciste rápidamente. Cuando sus falanges se rosaron, no pudieron evitar respingar sobre su sitio cuando una ligera chispa picó sus dedos debido a la estática que generó la bolsa en su contacto.
Ambos dejaron escapar un ruidito sorprendido para después intercambiar miradas divertidas.
- Lo siento. - Jimin fue el primero en disculparse, riéndose castamente.
Negaste, sonriendo de lado.
- No pasa nada. - murmuraste en respuesta, antes de emprender camino a la sala de estar.
Te ubicaste sobre el acolchado sofá, hundiendote entre los cojines de colores que tanto te gustaban, posterior a ello, palmeaste el lugar a tu costado, en señal de que se acercara y se sentara junto a ti.
Cuando lo hizo un silencio se instaló en el lugar, lo único audible en ese momento eran sus acompasadas respiraciones.
Transcurrieron algunos segundos, quizás fueron minutos, en donde ninguno de los dos encontraba el valor de dar inicio al tema por el cual se explicaba la presencia de Jimin en tu hogar.
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Jimin's Reactions
RandomReacciones y cortos imaginas de Jiminie ante diversas situaciones de la vida. {Pedidos abiertos} Si tienes alguna idea en mente que te gustaría que escribiera puedes mandarla en privado o dejarla en los comentarios. *ATENCIÓN: Algunas partes contie...