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- ¿Estás listo, Jimin-ssi~? - inquiriste alegremente, cerrando la puerta detrás de la espalda del chico, una vez se encontró dentro de la estancia de tu hogar.

- No. - respondió abruptamente, rascando el cabello de su nuca nervioso - Mis entrañas se retuercen ansiosas..

Sostuviste sus manos entre las tuyas para guiarlo a tu habitación, donde se encontraba todo preparado y listo para ser utilizado.

Jimin seguía tus pasos dubitativo, debatiéndose en su interior si lo que estaba a punto de hacer era una idea correcta. Para calmarlo un poco, giraste sobre tus pies en un veloz movimiento y depositaste cálidos besos sobre sus sonrojadas mejillas.

Su mirada brillaba con un ligero atisbo de temor y nerviosismo, el cual se empeñaba de controlar manteniendo una expresión serena.

- ¿No confías en mí? - dijiste, una vez se encontraron en tu recamara.

Su entrecejo se frunció acongojado.

- ¡Por supuesto que sí! - exclamó por lo alto, empleando un tono renuente.

Apartaste la toalla que se encontraba en la silla frente a tu tocador, y con un ligero movimiento de cabeza indicaste que tomara asiento.

- ¿Entonces por qué te encuentras tan nervioso? - contraatacaste, conectando tu mirada con la contraria a través del espejo - Nada malo pasará, he hecho esto antes. - agregaste por lo bajo, estrujando los hombros de tu chico para apaciguar su intranquilidad.

La mirada de Jimin pasó de tus orbes a los tintes de colores que se hallaban frente a él, apilados uno a uno sobre el cristal del tocador. La gama de colores pastel se postraba expectante, esperando la llegada de una decisión.

El aire que contenían tus pulmones escapando en un largo suspiro.

- Jiminie, si no quieres hacerlo no hay problema, solo tienes que decirlo.

Negó repetidamente, formando un puchero con sus labios.

- Sí quiero. - respondió con determinación.

Llevaste tus manos a su cabello y jugaste con las hebras entre tus dedos, una sonrisa apareciendo en tu rostro cuando el chico suspiró gustoso ante la agradable sensación.

- Entonces, ¿Qué sucede?

Su rostro se mostraba afligido y repentinamente agobiado, sus facciones se torcían un tanto temerosas.

- ¿Y si a Army no le gusta el color? - cuestionó en un débil hilo de voz, sus palabras impresas en duda.

Tus ojos se abrieron sorprendidos ante el reciente cuestionamiento.

- ¿E-Eso es lo que te preocupa? - inquiriste con incredulidad, haciendo el amago de encontrar otra razón con la cual explicar su inseguridad.

- Un poco.. - confesó, avergonzado.

Con ayuda de la silla, fue posible girar a tu novio sobre su lugar y así, conectar sus miradas propiamente.

- No deberías de sentirte así, lindo. - acariciabas sus mejillas con delicadeza, sintiendo como tu corazón se estrujaba en el interior de tu pecho - Puedes hacer todo lo que desees, incluso cuando creas que no les gustará.

- Pero, no quiero que se sientan mal por lo que yo hag-

- No, Jimin. - interrumpiste sus palabras, empleando un tono grácil - No puedes ir por la vida haciendo todo lo que las personas te digan, sé que te sientes bien al hacer a tus admiradores felices pero debes de pensar en ti, esto no solo se trata del color de tu cabello, antes has tenido problemas dejándote llevar por lo que alguien más dice o piensa sobre ti y eso no está bien, cariño. - explicabas con detenimiento, sin apartar tu mirada de la contraria.

Un doloroso nudo estrujaba tu garganta, densas lágrimas se acumulaban en las esquinas de tus orbes debido a los asaltos de recuerdos pasados que se revoloteaban en tu mente, reavivando las desagradables sensaciones que estos mismos ocasionaron en su momento.

- Las personas que realmente te quieren y aprecian, lo harán sin importar quién eres o de cómo luzcas.. No caigas en eso otra vez Jiminie, no más.

Guardaron silencio durante algunos instantes, donde lo único audible era el sonido de sus respiraciones que era acompañado por el feroz retumbar de sus corazones.

Jimin te observaba con un brillo difícil de explicar, pero te alegraste de notar que la maraña de pensamientos y emociones no parecía atormentarlo más.

- Tienes razón, cariño. - dijo, uniendo sus frentes - Todavía puedo recordar a la perfección las tonterías que hice para complacer a todas esas personas que hablaban mal acerca de mi aspecto físico, fue muy duro.

Sus palabras siendo dichas con un dejo de culpabilidad y aspereza en la voz, denotando consigo el malestar que por mucho tiempo calló.

- No cometeré el mismo error otra vez. - confesó con pesar y el dolor que evocaban sus recuerdos - De ahora en adelante, me enfocaré en hacer lo que mi corazón dicte.

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Últimamente he visto como atacan a ciertas personas como youtubers, cantantes, grupos, etc. solo por el simple hecho de que no hacen lo que a los admiradores les gustaría ver o por intentar algo distinto, es muy triste como algunos no pueden disfrutar de su profesión por complacer a alguien mas.

Me costó escribir esto, espero que les guste, gracias infinitas por todo.

🧡🧡🧡

Jimin's ReactionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora