El reloj marcaba la 1:30 de la madrugada, encontrándose inmersos en la terrorífica trama en la que se desenvolvía el tenebroso filme Insidious. Ninguno de los dos supo cómo terminaron viendo aquella película de terror, cuando disfrutaban de un agradable maratón de Friends.
Jimin sostenía tus manos entre las tuyas con fervor, percibiendo el ligero temblor ansioso de su falanges. Echaste un vistazo veloz en su dirección, notando como sus ojos apenas eran unas finas líneas -debido a su ceño fruncido- provocado por el temor de que algo apareciese en la pantalla.
- Jiminie.. - llamaste, por lo bajo.
El chico se estremeció en su lugar, demostrando lo alterado que sus nervios se encontraban.
- ¿Sí..? - inquirió en un suspiro, sin apartar la vista del televisor.
Apartaste tus manos de las contrarias para tomar el control remoto y así, pausar la película durante algún par de instantes; ganando su completa atención en el proceso.
- Podemos cambiar la película por otra, cariño. - sugeriste acompasadamente, en un intento de tranquilizar a tu chico.
Alivio cruzó sus orbes ante la mención de tales palabras.
Inevitablemente terminaste riendo un poco ante la emoción y alegría que brillaba en sus ojos, que se mostró ante la posibilidad de quitar aquel atroz filme; consiguiendo que sus mejillas se pintaran de un tierno color rosado.
- ¿Es muy evidente el temor que siento..? - cuestionó en un tono frustrado, después de unos segundos de silencio.
Te encogiste de hombros, en un gesto desdeñoso y sin importancia.
- Un poquito, quizás.
Jimin bufó molesto y un tanto irritado poco antes de formar un puchero enfurruñado.
- No te enojes, Jiminie~ - canturreaste alegremente, rodeando con tus brazos su cuerpo para atraerlo en un cálido y gustoso abrazo - Sé que no te gustan las cosas que se relacionen con el ámbito paranormal.
- ¡A ti te encanta! - replicó con recelo - Se supone que debo de ser valiente y soportarlo, es ficción, nada malo suced-
Sus palabras se vieron interrumpidas cuando -desde el interior de tu habitación- provinieron unos extraños ruidos, parecidos a los de cajas siendo arrastradas sobre el suelo.
Por un momento, que dió la impresión de ser una eternidad, se sumieron en un sofocante y tenso silencio. En sus cuerdas vocales, no encontraban la fuerza suficiente para articular una mísera palabra.
Llenaste de oxígeno tus pulmones, armándote de valor para decir:
- ¿Escuchaste eso..?
Miedo puro y titubeante ansiedad asaltaba cada centímetro de tu ser, recorriendo con pánico cada poro, vello y nervio de tu anatomía. El temor se construía en el interior de ambos, el rostro pálido de tu novio denotaba la clara tormenta de emociones que se arremolinaba dolorosamente en su mente, echando a volar su imaginación y trayendo los tenebrosos recuerdos de la película.
- Es una broma, ¿Verdad? - formuló entre dientes, estrujando sus manos en puños.
- ¡Por supuesto que no! - exclamaste, entre murmullos acongojados - ¿Cómo podría hacer algo así? Estamos solos. - aclaraste con obviedad y angustia.
- No, no, no..
Jimin se removía en su sitio con incomodidad al mismo tiempo que negaba con desesperación, temiendo a que sucediese lo peor. Las escenas tortuosas que vivieron los personajes de la cinta pasaban frente a sus ojos, ocasionando que su cuerpo se estremeciera fuertemente.
Giraste a verlo con un gesto cargado de preocupación, era inutil que los dos se quedaran sentados -atemorizados hasta la médula- sin hacer nada.
Habría que comprobar qué ocasionó aquel sonido de dudosa procedencia..
Te erguiste sobre tus pies, fingiendo valentía cuando todo lo que deseabas hacer era escapar del lugar cuanto antes.
- Ahora vengo.. - murmuraste, por lo bajo.
Los ojos de Jimin se agrandaron debido al sorprendimiento de tu acción, sus manos alcanzaron uno de tus brazos para detenerte de la locura que estabas a punto de hacer.
- ¿Qué haces? - alegó histérico, estrujando tu brazo con vehemencia.
Desprendiste sus dedos de tu extremidad sin emitir palabras, para alejarte con pasos determinados al corredor que llevaba a tu alcoba.
En el trayecto, tus piernas temblaban más de lo que imaginabas, hasta el grado de hacerte temer por tu estabilidad. Cuando alcanzaste la perilla de la puerta, tomaste el pomo y lo giraste con lentitud y pavor.
La puerta -que anteriormente nunca emitió algún tipo de sonido, creyó que sería perfecto para la ocasión chirriar tenebrosamente, asemejándose a las típicas tomas de las películas más cliché de terror.
Del otro lado de la estancia, todo se encontraba en penumbras y en una tranquilidad casi agobiante. Tus falanges se dirigieron al interruptor de la luz, encendiéndola casi al instante en que lo tocaste.
Los rayos deslumbrantes de luz, cegando tus ojos momentáneamente.
Cuando tu vista se aclaró, pudiste notar como todas tus pertenencias se encontraban intactas, a excepción de las cajas de un par de zapatillas que compraste unos días atrás.
Te acercaste a ellas sigilosamente, y las tomaste entre tus manos para acomodarlas donde previamente se encontraban. Tu boca se abrió sorprendida cuando encontraste al causante y, único culpable, del misterioso sonido.
- Yuki.. - articulaste con alivio, reconociendo a la preciosa y dormilona gatita que se acurrucaba en el lugar.
Tomaste a la felpuda minina entre tus brazos, que ronroneaba gustosa de los mimos y caricias que recibía.
Regresaste a la sala de estar con una enorme sonrisa enternecida en labios, ganando un suspiro aliviado por parte de tu novio.
- Esta pequeña peluda fue quien hizo el alboroto. - explicaste cómicamente, riendo por lo bajo.
- Yuki-ah~, ¡Casi nos matas del susto!
Jimin estiró sus brazos para cargar a la tierna mascota como si de un bebé se tratase, señalándola con uno de sus diminutos y cortos dedos acusadoramente.
- No vuelvas a hacer eso, estaba a punto de echarme a llorar en cualquier momento. - confesó, con un reproche - Creí que algo estaba por comernos, o peor aún, ¡que usara nuestros cuerpos para algo horrible!
Reíste fuertemente ante las inevitables ocurrencias que provenían de los labios de tu novio, atesorando en tu memoria la amistosa charla que se desarrollaba en tu miedoso novio y la bola de pelos que era Yuki, que lamía su pelo con sumo desinterés.
•••¿Cómo vivir con tranquilidad después de la preciosidad que es Dynamite? Es la canción más soft, tierna, increíble y asombrosa de todas 🥺
Un purple heart si forman parte de esos 98M 💜
Espero que estén teniendo un lindo día, cuídense muchísimo y si salen que sea con precaución.
🧡🧡🧡
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Jimin's Reactions
RandomReacciones y cortos imaginas de Jiminie ante diversas situaciones de la vida. {Pedidos abiertos} Si tienes alguna idea en mente que te gustaría que escribiera puedes mandarla en privado o dejarla en los comentarios. *ATENCIÓN: Algunas partes contie...