Jimin's Reactions

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Continuación de la reaction 58, si no la has leído te invito a que lo hagas uwu

A todas aquellas personas que pidieron esta continuación muchísimas gracias, espero que sea de su agrado, lamento decirles que no todo tiene un final feliz... :((((

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Los recuerdos permanecían intactos en tu mente, todos aquellos momentos que compartieron y vivieron juntos los atesorarías por siempre. Vivir en el presente y afrontar la realidad era difícil pero debías que continuar adelante.

Con una sonrisa nostálgica apoderándose de tus labios guardaste las últimas fotografías que fueron tomadas de ambos. Todas sus memorias se hallaban resguardadas en el pequeño cofre que se encontraba descansando sobre tus piernas por el momento. Tus ojos se nublaron al ver la fotografía que les habían sacado en aquel agradable parque de diversiones, donde compartieron una enorme nube de azúcar, apreciabas cada detalle de la imagen con detenimiento.

Tres meses habían transcurrido desde aquella vez en que encontraste a Jimin en su departamento con la compañía de alguien más, tres meses desde que lo abandonaste en el corredor de su edificio.

Tres meses desde que su relación culminó.

No había noche en la que no recibieras un mensaje por parte de Jimin pidiendo disculpas y diciendo sentirse arrepentido por lo sucedido, los primeros días que recibiste sus textos llorabas a mares sintiendo a la vez un doloroso malestar en el pecho, creíste que con el paso de los días terminaría agotándose pero no fue así.

Su presencia siempre se hacía notar momentos después de la media noche, sin explicación alguna.

Contuviste las pesadas lágrimas que amenazaban con descender y sacudiste débilmente tu cabeza para alejar la repentina tristeza que te asaltó. Guardaste todas las fotos y colocaste el pequeño cofre en lo más profundo y recóndito de tu ropero.

Cuando te disponías a doblar unas prendas que se hallaban sobre la superficie de tu cama alguien llamó a tu puerta, dejaste todo donde se encontraba y te dirigiste a donde provenían los sonidos, al abrir la puerta, del otro lado te esperaba un agradable chico con una sonrisa resplandeciente, Jaebum, tu compañero de laboratorio y ahora uno de tus amigos más cercanos. Sus mejillas se abultaban tiernamente, el gesto te enterneció.

- ¿Estás lista? - inquirió una vez sus miradas se conectaron, sus ojos portaban un brillo alegre.

- Hola a ti también. - respondiste tratando de fingir molestia pero fracasando rotundamente.

Jaebum se acercó a ti y depositó un sonoro beso en tu mejilla que te causó cosquillas. - ¡Hola! - exclamó - ¿Nos vamos? - cuestionó.

- ¿A qué se debe la urgencia? - dijiste a su vez.

- Es una sorpresa, no puedo decírtelo. - rió.

Tus labios se estrujaron para formar un puchero. - ¿Por qué no?

- Sor-pre-sa - aclaró marcando énfasis en cada termino - ¡Vamos!

- De acuerdo, de acuerdo. - aceptaste entre risas, entraste rápidamente por tu bolso y con sus brazos entrelazados partieron a disfrutar una linda tarde en compañía del otro.

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Tu cuerpo estaba agotado, tus piernas se sentían débiles, tus ojos se cerraban debido al cansancio pero había que ser honestos, haber estado saltando por más de dos horas en aquel lugar con montones de brincolines fue completamente divertido, en ningún momento pasó por tu cabeza la idea de ir a un lugar así. Después de comer una deliciosa pizza en el parque, Jaebum te sorprendió con la idea de asistir al famoso lugar del que todos los niños hablaban, saltaron por horas mientras hacían bromas entre ustedes o se empujaban a la enorme piscina de suaves esponjas.