Reacciones y cortos imaginas de Jiminie ante diversas situaciones de la vida.
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*ATENCIÓN: Algunas partes contie...
Caminabas por los pasillos de la agencia, buscando una habitación en especial. Durante el transcurso te encontraste con los chicos y tu novio, conversaban alegremente en la sala de estar en compañía de algunos bailarines que practicaban las coreografías que presentarían en Inkigayo.
Cuando Jimin recayó en tu presencia, precipitó su marcha hasta ubicarse frente a ti. - ¡Estaba buscándote! - exclamó aliviado - ¿Donde estabas? Creí que te habías marchado. - dijo, con un tierno puchero en sus rosados labios.
Acariciaste su mejilla y sonreíste cuando se recostó en el tacto. - Estaba ayudando al staff a conseguir su almuerzo, deben de estar hambrientos. - mencionaste, echando un vistazo al resto de chicos que se dirigía a pasos rápidos al comedor.
- Eso no puedo negarlo, muero de hambre. - confesó, al mismo tiempo que acariciaba sobre su abdomen.
- Entonces ve, antes de que terminen con todo. - reíste por lo bajo, con el recuerdo de aquella vez que devoraron todo lo que había sobre la mesa en cuestión de minutos, debido a la ardua práctica que tuvieron.
Jimin rió cuando aquel recuerdo llegó a su mente. - Fue vergonzoso pero estábamos muy agotados. - explicó, con un ligero rubor.
- Iré dentro de unos minutos, ¿De acuerdo? - inquiriste de manera espontánea, ocasionando que su ceño se entrecerrara confundido - Voy a decirle a Yoongi que venga, tranquilo. - explicaste, antes de que replicara con otra pregunta.
- Eso es raro.. - murmuró.
Reíste una vez más, antes de depositar un beso en cada una de sus mejillas y partir a donde el mencionado se encontraba.
Era divertido ver como debajo del nombre "Genius lab" había un pequeño cartel que decía "por favor retírate tus zapatos antes de entrar" otro junto al timbre indicaba "toca el timbre, estoy trabajando" haciendo caso de ambos carteles, removiste tus zapatos y tocaste el timbre una vez acomodaste el par junto a la entrada. En cuestión de segundos, escuchaste como se reproducía aquel característico sonido que significaba que la puerta estaba abierta, tomaste la perilla y te introdujiste en la habitación.
- Yoongi-ah~ La comida está aquí.
El chico giró sobre la silla con una enorme sonrisa en su rostro. - Ah, eso es genial, moría de hambre. - respondió por lo bajo, estirando sus brazos para destensar sus músculos.
Una risilla escapó de tus labios. - Deberías de apresurarte, los chicos ya están en el comedor y sabes cómo son..
- Juro que si se terminaron todo les patearé el trasero. - confesó, comicamente.
Yoongi se encargó de abrir la puerta una vez más y cuando lo hizo, lo primero que vieron, fue a Jimin con una cara de pocos amigos que no comprendía la situación. Su ceño se profundizó cuando notó la sonrisa que se encontraba en sus rostros.
Un bufido molesto se escuchó, junto a un chasquido. - Eso debería de preguntarles yo a ustesdes..
- No es nada malo. - intirfirió Yoongi.
- ¿Entonces...? - insistió.
- Yoongi y yo tenemos un trato, él me deja entrar a su habitación para buscarlo o escuchar alguna melodía si yo los mantengo lejos cuando él esté trabajando, ¿No es así? - inquiriste, dirigiendo tu vista al mayor de los chicos.
- Así es. - asintió repetidamente - Solo quiero un poco de paz para trabajar, pero a veces son muy molestos, sobre todo Tae, Kook y tú. - dijo señalando acusadoramente a tu novio, provocando que un rubor cubriera sus mejillas.
Reíste por lo bajo, acercándote a Jimin para rodearlo con tus brazos en un cálido abrazo. - ¿Estás bien?
Jimin escondió su rostro entre la curvatura de tu cuello y suspiró con pesadez. - Es increíble que tu puedas entrar así de fácil a su habitación, mientras que a nosotros nos niega la entrada sin tentarse el corazón. - refunfuño cual niño pequeño.
Yoongi sonrió de lado para después dirigirse a donde los demás se encontraban. - Estoy cansado, iré a comer.
Ambos vieron como el mayor se marchaba con dirección al comedor, dejándolos solos una vez desapareció del pasillo. - Eso es injusto.. - murmuró, despegándose de tu cuello - ¿Por qué tú puedes entrar y nosotros no? - farfulló con pesar.
- Supongo que tengo un trato especial~ - te encogiste de hombros - No te fijes en eso, vamos a comer que yo también tengo hambre.
Jimin suspiró enfurruñado sin poder aceptar lo que había visto. - Le diré a los chicos, no podrán creerlo.
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••• No me convence del todo esta reaction, ay.
Cuídense mucho por favor, no salgan a menos de que sea súper necesario, procuren mantenerse a salvo y hacer las medidas de prevención.
A nada de llegar a los 250k no saben lo mucho que lo aprecio, lxs adoro un montón.
