Reacciones y cortos imaginas de Jiminie ante diversas situaciones de la vida.
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*ATENCIÓN: Algunas partes contie...
La luna se alzaba sobre todos los presentes en aquel mítico lugar, otorgándoles la luz necesaria para disfrutar de la fogata que calentaba sus cuerpos. Chicos y chicas rodeaban el fuego, envueltos en frondosas y cálidas mantas sobre los enormes troncos en los cuales se sentaban.
Algunos extendían malvaviscos hacia las flamas para obtener un delicioso asado dulce, otros conversaban entre sí o intercambiaban historias de terror que terminaban en risas debido al alegre ambiente que se desarrollaba entre el grupo. Y ahí estabas tú, escuchando las mil y un anécdotas que narraba tu mejor amigo con tanto entusiasmo,
- No puedo creerte Jimin-ssi, eso es casi imposible el señor Wong jamás haría algo así. - dijiste, con recuerdo de aquel maestro en mente, mismo que hacía sufrir a más de un estudiante por sus temibles exámenes.
- ¡Tienes que creerme! - exclamó, desesperadamente - Entró al aula y simplemente dijo.. "Sé que ansiaban este examen tanto como yo pero decidí ser generoso, disfruten de sus vacaciones.." - recitó cada una de sus palabras, imitando el mismo tono grave que su maestro empleaba en clases - Te doy mi palabra.
En su miraba notabas la sinceridad y honestidad, Jimin no era muy dado a mentir por lo cual, no tenía caso negar lo que decía.
Un puchero enfurruñado se formó en tus labios. - Pero que suerte tienes, su último examen fue una pesadilla. - soltaste con pesar, recordando aquella tortura.
- El estar lejos de ti debía de traerme algo bueno. - murmuró con una diminuta sonrisa.
- Fue muy extraño estar en un grupo sin ti, siempre eres mi pareja ideal para hacer trabajos en equipo. - confesaste avergonzadamente
- Aish~ pero que linda eres.- inquirió alegremente, rodeando tus hombros para estrujarte entre sus brazos. - También eres mi pareja ideal, no solo para trabajar en equipo.
Sus palabras asaltaron tu corazón, provocando que se estrujara en el interior de tu pecho emocionado y alegre, si tan solo supiera..
Jimin cayó en cuenta del significado y verdadera intención que tenían su palabras pero en lugar de permitir que la pena lo hiciera retractarse, se sintió satisfecho de haber tenido el valor por decir aquello.
Un suspiro escapó de sus labios, uno muy tranquilo y cómodo. - Sabes que te quiero mucho, ¿Verdad?
- Pues yo te quiero mucho, mucho más Jiminie.
Su melodiosa risa erizó tu piel, al igual que provocó que tu cuerpo se estremeciera ligeramente. Jimin sintió el débil movimiento y no supo si sentirse satisfecho por haber sido el causante de ello, terminando por preguntar: - ¿Tienes frío?
Un rubor cubrió tus mejillas, agradeciste internamente que no pudiera notarlo. - U-Un poco.. - mentiste.
Sus abultados labios se presionaron cariñosamente en tu sien por un par de segundos, tus ojos se cerraron por mero instinto, sintiendo como tu cuerpo se calentaba por completo en un simple toque.
- Fue bueno venir al campamento este año, no creí que sería tan lindo el lugar.
Concordaste con sus palabras, asintiendo un para de veces. - Realmente lo es.
- Podríamos venir en otra ocasión, tú y yo.. - sugirió de forma titubeante, ansiando una respuesta.
Rodeaste con furor su cintura, buscando sumergirte en el agradable calor de su cuerpo. - Por supuesto, me encantaría regresar, más si es contigo. - susurraste por lo bajo.
Una enorme sonrisa iluminó su rostro, ocasionando que sus ojos se cerraran por el abultamiento de sus mejillas. - Vamos a la cabaña, no quiero que mueras de frío. - dijo deshaciéndose del abrazo, para ponerse de pie y extender una mano en tu dirección, misma que tomaste en cuestión de segundos.
Era extraño como el calor de tu cuerpo no se marchaba a pesar de que sus brazos ya no te rodeaban como hace unos momentos lo hacían con tanta delicadeza, sus manos se mantenían unidas con cada paso que daban, acercándose a las cabañas en un silencio que era todo menos incómodo.
Las estrellas brillaban con intensidad, reflejándose en el precioso río del lugar, todo era hermoso y ninguno de los dos deseaba que el momento terminase.
Cuando llegaron a la cabaña que te pertenecía, junto con otras chicas, Jimin volteó a verte con un lindo brillo en sus ojos que era acompañado por una tierna sonrisa de lado.
- Promete que volveremos a este lugar antes de regresar a clases. - alzó su dedo meñique, a modo de saldar tal promesa como debía de ser.
Reiste por lo bajo, uniendo tu dedo al suyo y así, sellar su pacto.
- Te lo prometo..
Una de sus manos se posó detrás de tu cintura, tirando suavemente de ella para disminuir con la distancia que los separaba. Un casto beso fue depositado en tu frente, una vez más, pero en esta ocasión notaste como la oleada de calidez era acompañada por cariño y amor.
- Descansa, linda. - dijo, una vez se separó de ti, notando como iniciaba su marcha en busca de su habitación.
- Buenas noches, Jiminie. - respondiste por lo bajo, siguiendo cada uno de sus pasos hasta que desapareció.
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Pensaba terminar con las reactions cuando alcanzara el número 200 o 250, ¿Qué dicen?
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