Jimin's Reactions

87.

- ¿De verdad crees que le guste? - inquirió, por tercera ocasión, con expresión dudosa y sin despegar la vista de la pequeña caja aterciopelada que mostraba en el interior un delicado brazalete con cristales rosados incrustados - Realmente me encanta pero no quiero darle algo que posiblemente tenga. - suspiró con pesar.

- Jimin, estoy completamente segura de que no tiene algo así. - respondió Joy, totalmente convencida - Además, cualquier detalle que venga de ti la hará muy feliz, sin importar lo que sea. - sonrió con honestidad.

Un ligero sonrojo cubriendo las abultadas mejillas del chico.

- No digas tonterías, Joy..

- ¡No me respondas de esa manera, Park! - refunfuñó por lo alto, propiciando un ligero golpe a su pecho.

- Lo siento, lo siento. - rió por lo bajo, acariciando el lugar donde fue recibido el golpe, con fingido malestar - En fin, creo que lo encontramos. - sonrió con suficiencia al mismo tiempo que sostenía alegremente la caja en manos.

- ¡Por fin! Eres más complicado que una chica, Jimin-ssi. - la chica bromeó, ganando con ello una mirada fulminante.

- Omitiré lo que dijiste, vamos, prometí tener una noche de películas con ella y no quiero llegar tarde. - se apresuró en decir, para acelerar el paso en dirección a su coche.

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El sol estaba pronto a desaparecer cuando el timbre de tu hogar se hizo notar sobre la estancia. A pasos enlentecidos te acercaste al recibidor con el conocimiento de quien se encontraba esperando en el exterior.

Al abrir la puerta, una enorme sonrisa se mostraba en el rostro de tu mejor amigo, misma que apareció en tu rostro instantes después de comprobar la persona que se encontraba frente a ti.

- Ya era hora, Jiminie. - dijiste, poco antes de echarte encima del chico para estrujarlo entre tus brazos en un cálido abrazo de oso.

Jimin sostuvo tu cintura y rió alegremente. - Llegué a tiempo, no puedes reclamarme esta vez. - se defendió, separándose un poco para depositar un beso sobre tu frente.

- No pensaba decir nada al respecto, es un milagro que seas puntual. - acusaste, desenredando tus brazos de su torso para dejarlo entrar.

- Ser puntual es una aberración. - espetó con molestia, causando la risa de ambos.

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Dos películas finalizadas, una caja de pizza a medio terminar y golosinas esparcidas por toda la mesita era lo que los rodeaba esa noche, claro sin omitir la compañía del otro.

La televisión se encontraba encendida, con el inicio de netflix en la pantalla, saltando entre la enorme variedad de películas que existe en la plataforma. Observabas detalladamente el perfil de tu amigo que se encontraba sumergido en su móvil, riendo de vez en cuando de alguna publicación absurda.

- Jimin.. - murmuraste por lo bajo, captando la atención del mencionado en cuestión de segundos.

Su mirada rápidamente se apartó del dispositivo, el cual bloqueó y dejó a su lado, sus orbes conectándose con los tuyos.

- Dime.

Desde que llegó, no se detuvieron un momento para hablar de sus días, después de la "conversación" que tuvieron se sumergieron en los filmes y degustaron de la comida que ordenaron.

- ¿Qué tal tu día? - cuestionaste con un dejo de curiosidad, acomondándote sobre el acolchado sofá.

Una tierna sonrisa posándose en sus labios. - Un poco ajetreado, tuve que salir por la mañana a hacer unas compras y me tomó más tiempo de lo que imaginé. - comentó, omitiendo un poco de información - ¿Qué me dices tú, hiciste algo?