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Tus nervios se retorcían ansiosos, tus labios temblaban al igual que tus falanges ante la futura llegada de Jimin, tu amigo por internet.

La conocida Estación de Busan, se caracterizaba por sus ajetreados medio días y extensos itinerarios, las personas que se entremezclaban a pasos veloces eran la prueba clara de ello. Con ayuda de los altavoces, se dió a conocer el anuncio que indicaba la llegada del próximo tren que provenía de Seúl.

Tus sentidos se crisparon al ver la hora en el enorme reloj de la estación, y comprobar que marcaban las 5:00pm, hora que Jimin calculó en que llegaría al lugar.

Por tu mente se arremolinaban los recuerdos de sus primeras conversaciones en Kakao, al igual que algunas de las videollamadas que organizaban por Skype. Y pensar que en cuestión de algunos días se cumpliría un año desde la primera vez que hablaron.

Era muy entrada la noche cuando un mensaje de un usuario desconocido, iluminó la pantalla de tu celular.

Confundida por el destinatario, abriste la notificación un tanto curiosa por saber de quién se trataba y grande fue tu sorpresa cuando te topaste con la selca de un lindo chico de piel clara, de abultadas mejillas, y de ojos rasgados y diminutos.

Claro que la imagen no estaba sola, era acompañada por un mensaje.

00:30

La pasé bien en el estudio de baile, gracias por invitarme

Frunciste el ceño al terminar de leer el texto, pero el gesto no perduró por mucho tiempo ya que fue reemplazado por una sutil sonrisa, al visualizar con mayor detalle el rostro del desconocido chico.

Antes de que la pantalla se bloqueara, escribiste.

00:32

Lo siento, creo que te has equivocado

Instantes después, recibiste una respuesta.

00:33

¿No eres Lisa?

Reíste por lo bajo, negando un par de veces a pesar de que no podía verte.

00:34

No, no soy Lisa

Te has confundido de persona

Y gracias a aquel pequeño error, se sumergieron en una agradable y divertida conversación que terminó dando frutos a su amistad.

Grande fue tu sorpresa cuando, entre una ronda de preguntas, supiste que Jimin también era originario de Busan, haciendo que al paso de algunos meses, la idea de conocerse se volviera interesante y casi necesaria. Tomó más tiempo de lo pensado verse en persona, debido a que Jimin estaba de intercambio en Japón, pero aquello no logró hacerlos sentir decepcionados. Al contrario, planearon con mayor efusividad el ansiado encuentro.

Cada día que transcurría, significaba uno menos para la llegada de tu amigo a casa y, por fortuna, hoy era el día.

Nuevamente, los altavoces anunciaron la recién llegada del tren con origen de Seúl, respingaste en tu sitio y pasaste las manos por tu cabello ansiosamente.

Tu teléfono vibró en el bolsillo de tu pantalón, en un rápido movimiento lo tomaste y sonreíste casi por mero instinto al leer el nombre de Jimin en la pantalla.

17:03

Puedo ver la terminal, en segundos estaré contigo..

Decía el mensaje que había provocado tu enorme sonrisa.

Jimin's ReactionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora