FARKLE MEETS SHE "hey cool girl" (GMW) Farkle y tu (1)

| 1O, Cazador o arquero.

[Leer el primer comentario al finalizar el capitulo.]

Cargar bolsas de ropa estaba punto de volverse mi pasatiempo favorito, de alguna forma Riley logro meter la poca ropa que Maya tenía en dos bolsas enormes de tela, las cuales cargábamos Riley y yo. Era en cierta forma relajante sentir la suavidad de la tela y la ligereza de la ropa.

—¿Estamos huyendo?¿Eso hacemos? Yo no quiero huir.— Maya preguntó de forma curiosa, en su voz se escuchaba lo genuina que era su posición de no huir.

—Maya lo haría, debería ser idea tuya, no mía.— Riley respondió, en cierta forma tenía razón.

—¿Por que tenemos toda mi ropa?— Maya volvió a cuestionar

—Al subterráneo.— La castaña ignoro completamente la pregunta de Maya, indicando que haríamos viaje largo.

—¿A donde vamos, burbujita?— Le pregunté a Riley, yo ya comenzaba a arrepentirme de seguirlas, pues parecía que haríamos viaje largo y yo quería ir con Lucas a hablar sobre sus sentimientos

—A encontrar a Maya.— Pude notar una chispa de desesperación en el tono de voz de Riley, y el hecho de que se dirigió rápidamente al subterráneo después de responder, me indico que se había desesperado de tantas preguntas. 

Cuando entramos al metro, estaba lo suficientemente espacioso para que nos sentáramos, pero las chicas decidieron ir paradas, agarradas de un barandal de metal. Para ser honesta, el metro de aquí era mil veces mejor que el de México. 

—No olvido que aquí conocimos a Lucas— Riley me contó

—Si ¿No era raro que voltearas y vieras a un chico como...— La rubia comenzó a cuestionarse, ambas chicas voltearon hacia atrás, viendo a un chico medianamente atractivo, pero que cuando se dio cuenta que lo estábamos viendo, nos sonrió como Lucas lo hubiera hecho.

Las chicas comenzaron a reír cómplices de la sonrisa que aquel chico, reí por lo bajo al ver como ambas chicas tenían la dicha de encontrar a dos galanes en un metro, y sobre todo, que ambos les haya sonreído. 

—Lamentablemente ya tienen un triangulo amoroso con Lucas, no añadan otra cabeza a su desastre.— Comenté divertida.

Continuamos el viaje escuchando a Riley hablar acerca de como ella siempre quiso ser Maya, y todas las cosas que ella sentía respecto a la rebeldía que admiraba en la rubia. El viaje fue mucho más largo de lo que esperaba, pues nuestro destino final resulto ser una cabaña en medio de un bosque del cual no supe como pudimos cruzar sin perdernos. 

Cuando tocamos la puerta de la cabaña, un hombre vestido de anciano nos dejo entrar, su nombre por lo visto era Shawn, y tenia hermosas fotografías colgadas en las paredes de la vieja cabaña. 

—Huir, venir aquí. Algo que yo haría.— El hombre dijo, mientras ponía tres tazas de té en la mesa junto a una tetera de bronce.

—¿En alguna vida pasada? Por que no parece que seas un hombre rebelde.— Le dije, guiándome en mi primera impresión de él. Shawn me miro algo confundido, pues no nos conocíamos.

—Aún no nos hemos presentado. Soy Shawn, Shawn Hunter.— Extendió su mano hacía mi.

—Soy ______.— Le dije, sin decirle mi apellido y recibiendo el apretón de manos como saludo.

—¿Preparaste té?— Riley le preguntó al hombre después de habernos presentado.

—Ah, si. Y también tengo estas galletas de mantequilla— Shawn respondió emocionado, sacando un bote de esos que usan las abuelitas para guardar hilos y alfileres, pero que gracias a Dios, la caja de Shawn si tenia galletas. El hombre curó una herida de mi infancia en dos segundos, y como si se tratara de la primer maravilla del mundo, comencé a devorar esas galletas una por una.