El Diablo || 1,2 TEMP

Capítulo 14

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Maratón 2/3

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Mi respiración comenzaba a fallar. Los gritos de mi pequeño hijo retumban mis oídos... Pide que lo proteja; está aferrado a mí, mientras que ya se me están acabando las fuerzas para aferrarme a él.
La poca energía que me quedaba la gasté pidiendo ayuda, desgarrando mi garganta para ver si por lo menos alguien venía por nosotros.
Las ventanas nunca se abrieron, intenté romper aquella madera pero era casi imposible.

-Ya vendrán a buscarnos... - le susurro a Alejo

Estaba escondido en mi pecho, sus manos temblaban al igual que las mías. Tapé su boca con una toalla pero aún así sentía que él tampoco podía respirar. Estábamos acorralados en la habitación de Jade, en una esquina donde nos alejabamos de las llamas que amenazaban con entrar.

Mi vista estaba nublosa, el humo fue consumiendo esta casa poco a poco.

Sentía un gran dolor en mi pecho; tenía tanto miedo de que nadie viniera por nosotros... Alejo aún está muy pequeño, mi pequeño hijo tan sólo tiene cinco años. Las lágrimas bajan sin parar, mientras mi corazón se iba destrozando lentamente.

-¡Mamá, tengo miedo! - su voz se quiebra

Sólo podía aferrarlo a mí, y pedir que por lo menos él estuviera bien.

-¡¡Mamá!! - escucho un fuerte grito de Alejo

Mi vista se va hacia la puerta, mostrándome que las llamas de fuego comenzaban a entrar.

-¡¡No, no, no!! - me levanto del suelo y voy nuevamente hacia la ventana

-¡¡Mamá!! ¡¡No me dejes aquí!! - grita Alejo

-¡No te muevas!

Mis manos convertidas en puños se van hacia la madera, golpeo fuertemente pero a ésta no le hace ningún tipo de daño.
Miro toda la habitación para tomar algo que por lo menos rompiera aquella ventana... Pero no había nada.

-¡¡Ayuda!! - golpeo de nuevo la madera

-¡¡Mamá!! - el grito desgarrador de Alejo hace que mi fuerza aumente

-¡¡Ayuda!! ¡¡Estamos aquí!! ¡¡Por favor!! - siento que mi garganta arde

Mi corazón comienza a acelerarse, y esta vez puedo sentir como el humo va causando un grave efecto en mí.

-¡¡Estamos aquí dentro!! ¡¡Mi hijo esta aquí!! ¡¡Ayuda!! ¡¡Por favor, saquenos de aquí!!

-¡¡Mamá!! ¡¡Mamá!! - grita Alejo mientras que mis manos seguían golpeando la madera

-¡¡Por favor!! ¡¡Es un niño!! - mi voz quiebra

-¡¡Mamita, ven!!

-¡¡Ayuda!!

Un gran estruendo se escucha en la habitación, haciendo que voltee al instante para darme cuenta que el fuego comenzó a destruir todo el armario de Jade, lo cual hizo que este caiga al suelo en pedazos.

Esto no podía estar pasándome... No podíamos terminar así.

Mi corazón se quiebra, y las lágrimas empiezan a bajar sin parar. El miedo abundaba en mí, mientras el rostro de Alejo y de Jade no salía de mi cabeza... Mis niños no podían quedarse solos.
Voy rápidamente hacia la esquina en donde se encontraba a Alejo; su imagen me destrozaba de la peor manera, sus ojos estaban rojizos, sus manos temblaban sin parar mientras podía escuchar como susurraba el nombre de Jade.