Capítulo 1

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Como de costumbre estaba arreglando todo para cerrar el bar y poder irme de casa de una vez. Hoy de por sí las cosas habían sido más agotadoras, desde esta mañana en la universidad y hoy aquí. Aunque ya estoy acostumbrada al cansancio.. Y aunque suene irónico, prefiero eso mil veces a tener que estar toda la tarde en casa.

-Todo sería mejor si al menos pudiésemos tomar así sea una cerveza- escuché a mi amigo y compañero quejarse detrás de mí

-Al contrario - volteé a verlo - Agradezco que no nos brinden alcohol, Erick- entré cerró sus ojos- no tendría ganas ni fuerza como para llevarte borracho a tu casa

-No te he pedido que lo hagas, señorita Jade Brown- sonrió- con que me dejes en otro bar sería perfecto

-¿Y que al día siguiente me llame tu madre diciéndome que estás en el hospital? No gracias - fuí a la barra y me encargué de limpiarla

-Eres exagerada y trágica - río- Sabes perfectamente que tú mejor amigo es quien mandaría a alguien al hospital - dijo con ironía y reí

-Ambos sabemos que eso no pasará - terminé de limpiar la barra y dejé el trapo que tenía en una esquina- Voy a descambiarme - dije y volteé a ver a Erick el cual estaba subiendo las sillas a las mesas - te veo en el coche

-No te demores- tiró la escoba al suelo- estoy que me duermo de píe

-Aguanta, falta poco - lo animé con una sonrisa

Me quité el delantal y fuí hacia la parte de atrás donde se encontraban los baños, en el camino tomé mi mochila y entré a una de las cabinas de los baños y me descambié.

Mi único uniforme era una playera roja la cual decía el nombre del bar, además del delantal. Me coloqué mi camisa y salí, me miré en el espejo para luego irme.

Esta vez ni Erick ni yo estabamos encargados de cerrar el bar por esa razón salí directamente al estacionamiento y allí se encontraba él dentro de su coche.

Entré y me senté en el asiento de copiloto, pocos segundos después arrancó el auto.

Hace aproximadamente un año que trabajo en este lugar, el cual siendo sincera me llenaba de estrés y cansancio, pero me brindaba la oportunidad de despejar un poco mi mente.

Por otra parte. A Erick lo conocí hace cinco años en mi fiesta de graduación, era amigo cercano de una de mis compañeras y desde ese día nos caímos muy bien, y por cosas del destino al año nos volvimos a encontrar en un trabajo de meseros en una cafetería.. Y creo que desde allí no nos hemos vuelto a separar, haciendo que se convirtiera en mi mayor apoyo.

-¿Cómo van las cosas en tu casa? - preguntó mientras tenía su vista en la carretera

-Por ahora, diría que bien - puse mi mirada en la ventana- hace casí una semana no sabemos nada de Fabián.. Lo cual siendo sincera me tranquiliza pero a la vez me preocupa - suspire

-Yo diría que aproveches este momento - volteó a verme por un instante - él no está.. Eso no significa que le haya pasado algo, así que aprovecha la poca paz que tienes

Fabián Brown, era mi hermano mayor de veinticinco años. Es una persona muy protectora y la vez amorosa, pero eso no significa que también tenga su lado no tan agradable. Hace aproximadamente dos años comence a sospechar en lo que estaba metido y lo que hacía, lo cual desde ese instante trajo a mi familia demasiado estrés. Por su parte escudaba todo con el hecho de que traía comida a casa y que gracias a él nada nos faltaba.

Y es que mi padre había muerto por una bala perdida hace diez años, desde entonces ha sido Fabián y mi madre quien se ha preocupado por mi hermano pequeño  y yo. He intentado ayudar en casa con el salario que recibo en el bar, pero, no es que alcance para mucho.

El Diablo || 1,2 TEMP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora