Capítulo 46

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Jade Brown

¿Qué se supone que estaba haciendo? ¿Quería intimidarme? Esto es absurdo.

Al notar que su mirada bajó a mis lábios fue imposible no incomodarme ante esta situación. No sabía que quería lograr con esto, pero jamás voy a caer en este juego tan patético... Sinceramente dudo mucho que alguien como Perlongo deseé algo conmigo; no por el hecho de que sea alguien superior o algo por el estilo, simplemente porque nuestra relación es tan jodidamente mala que ni siquiera se me pasa por la cabeza que llegue a suceder algo.

Tal vez, solo quiera distraerse y le agrada ponerme nerviosa, pero no pienso darle ese gusto.

-Me quedó muy claro todo. - lo miré directo a los ojos y aquél acto hizo que su mirada subiera- ¿Algo más?

-¿Siempre eres así? - escucho cierta ironía en su pregunta

-¿Así? - lo miré confundida

-Así... - repite para luego dar unos pasos hacia atrás alejándose de mí e ir a su escritório - Muchos dirían que eres directa, pero para mí eres tan arrogante. - sonríe

-Pues, el pensamiento es mútuo. - respondo al instante

-¿Te das cuenta? - se recuesta en el borde de su escritório- Jamás puedes mantener cerrada tu boca, pero tranquila, ya estoy aprendiendo a conocerte

Mi sangre comenzaba a hervir, y simplemente quería darle una gran bofetada para ver si así podía acabar con esta conversación.

Un leve suspiro salió de mi boca.

-Vuelvo y pregunto... ¿Algo más? - pregunto y lo miro fijamente

No quería seguir con esto, estoy segura que si le llego a responder otra cosa la usará en mi contra en cualquier momento.

-Sí... - susurra

-¿Qué?

-Mañana necesito que estés aquí a primera hora...

-Es mi día de descanso. - lo interrumpo

-Jade, que no se te olvide que soy tu jefe. Así que mañana te necesito aquí a primera hora. - dice firmemente y se levanta del escritório

-¿Se puede saber para qué?

-Trabajo... ¿Qué más puede ser? - sonríe - Ahora sí, ya puedes irte

Sin decir más nada dí media vuelta y fuí hacia la puerta de la oficina.

-Oye... - habla nuevamente y me detengo volteandolo a ver

-¿Qué pasa?

-Saluda de mi parte a Vélez. Sé que son muy buenos amigos...

¿Había escuchado bien? Se supone que él y Christopher no son amigos, puede que lo haya dicho de forma sarcástica, pero siendo sincera no entendía esto.

Preferí quedarme callada, ya que no sé que es lo que pasa. Ignoré aquél comentario y salí de la oficina cerrando la puerta detrás de mí.
Fuí hacia la parte trasera del bar y salí por la puerta que daba al estacionamiento; busqué con la mirada a Cande, la cual estaba frente a un auto estacionado en la carretera.

Corrí hacia ella y me coloqué a su lado.

-Perfecto, Adiós. - dice Cande cuando nota mi presencia y cuelga la llamada en la que estaba

-¿Interrumpo?

-No, sólo era mi madre. - guarda su teléfono en el bolsillo de su pantalón

-¿Ya están listas? - interviene uno de los hombres de Perlongo acercándose a nosotras

El Diablo || 1,2 TEMP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora