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Salgo del baño sujetando mi cabello mojado y recientemente desenredado con una pinza. Me deshago de la bata de baño dejándola en su lugar y camino hacia la cama donde Ruggero ya está haciendo el live sin mí.

En mi defensa tenía que bañarme primero, quiero dormir todo el día pero estar lista para despertar y salir a la vez. Me meto debajo de las mantas revisando mi teléfono, noto que el live está haciéndose desde mi cuenta cuando leo el mensaje de Carolina.

¿Ruggero también juega a ser tú?

Esa es una obvia referencia a las veces que “Ruggero” publica tweets que dicen amo a mi novia o mi novia es la más hermosa del mundo mundial.

Es evidente que él no publica eso, soy yo usando sus cuentas. Pero bueno, es que ya se nos hizo una costumbre.

Cómo por ejemplo, ahora es él quien usa mi cuenta para hacer el live.

Le respondo a Carolina y cuando Ruggero apunta el teléfono en mi dirección, sonrío haciendo un raro gesto.

—Hasta que sales. —me dice Ruggero y le saco la lengua.— Tarda años en el baño.

—No es cierto, tardo más bailando frente al espejo. —juego con mi cabello.— Tardas más tú.

—Yo no tardé nada. —se defiende.— Esa es una vil mentira.

—Ay, ajá. —me acerco a él leyendo los comentarios.— Son hermosos, ¿me adoptan? Me encantaría, las adoptaría a todas.

—Hay muchas preguntas por responder y de hecho hicimos el live para eso así que ahora que la señorita Sevilla ha salido de bañarse, comencemos. —dice Rugge.— Vamos con la segunda pregunta. ¿Cuál fue su primera impresión al conocerse?

—Bueno, yo siempre supe que Ruggero es guapo así que eso no cambia.

—Bueno, yo pensé que mi novia aquí presente era demasiado chiquita y tierna. —pasa su brazo por mis hombros antes de besar mi frente.— Y la amo. Sigue siendo tierna y chiquita.

—Ay, te amo. —tomo su rostro entre mis dedos dejando un beso en sus labios.— Siguiente pregunta, ¿cómo reaccionaron al reencontrarse?

—Bueno, yo estuve especialmente nervioso, sabía que me reencontraba con ella para decirle que le amaba, que quería estar con ella. Y bueno, ella también se sintió así, ¿verdad?

—Verdad. —me rio buscando una nueva pregunta.— Veamos... ¿Cómo supiste que querías pedirle matrimonio? Buena pregunta, yo también quiero saber.

—Recuerdo que estaba hablando con mi papá una semana antes de mi cumpleaños, le estaba contando lo bien que me sentía con ella, lo mucho que me divierto cuando estamos juntos y lo mucho que mi vida ha cambiado desde que estamos valga la redundancia, juntos. Entonces papá me preguntó algo como ¿y no planeas pedirle que se case contigo? Y a mí se me hizo una increíble idea así que le pedí que por favor enviara el anillo de compromiso de mi madre a la joyería a realizar modificaciones para que le quedara a mi pequeña.

—Hermoso. —me rio buscando la siguiente pregunta.— ¿Cómo se sienten con la compañía del otro?

—Pues siempre se ha sentido bien, pero desde que vivimos juntos se siente mejor. Aunque bueno, llevamos muy poco tiempo en esto de la convivencia permanente. Casi nada.

—Yo me siento increíble. —aseguro.—Eso, simplemente. ¿Cómo reaccionaron sus familias al enterarse? Uy, mi mamá lloró.

—Aunque ya sabía porque yo hablé con ella una noche antes. —recuerda Ruggero.— Mi mamá en cambio estaba loca de felicidad, mi papá nos felicitó y Leonardo...

Make A Wish.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora