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Jungkook simplemente detestaba a los oficiales de policía y ni hablar de su doctrina, simplemente no podía ignorar aquella secuela que seguía muy latente y que si no buscaba su venganza sencillamente no podía descansar.

Muchas veces había pensando en retirarse
de esa forma de vida a la cual Yoongi denominaba “chismosa”, sin lugar a dudas conocía muchos secreto de oficiales, incluso acepta haber sido culpable de una separación de pareja, pero sin duda era el hombre quien engañaba aquella pobre mujer, había hecho justicia, o eso creía.

No era la primera vez y hasta tal vez podía ganarse el odio ajeno pero tomaba venganza
por su cuenta, con un compañero que tenía la cabeza hueca como un coco, pero estaba
bien.

Se encontraba en el auto dirigiéndose a su restaurante favorito, sin duda alguna el gran
italiano donde cocinaban la pasta más exquisita de la ciudad, eso y uno que otro camarero que llegaba a llamar su atención.

Había quedado con su amigo de ir a cenar y charlar un poco de su trabajo ordinario, algo fuera de todo lo que llevaba en la cabeza, cuando estaba tan cerca de dar con él.

Se adentro al establecimiento localizado de inmediato a Yoongi, sin duda alguna
coqueteando con el recepcionista, un pequeño pelinegro, alguien que se le hacía conocido, sabía que lo había visto en algún lado. Se acercó lentamente mientras analizaba al sujeto dándole una pequeña sonrisa e interrumpiendo la charla con su queridísimo amigo.

- Que pena interrumpir su grata charla pero tenemos asuntos que atender- Dijo
Jungkook.

Se dirigió con su acompañante a una mesa mientras este miraba de vez en cuando hacia atrás regalando miradas coquetas.

- ¿Podrías concentrarte en un maldito segundo? Por favor.

- Veo que te hace falta algo de diversión- Se apartó el cabello de la cara mientras reía.

-Y a ti mantener un bajo perfil, deja de coquetear con cada persona que ves.

Escucho el bufido de Min mientras miraba concentrado el menú, sin duda alguna debía
probar el nuevo platillo de la casa.

-Ya que insistes y fuiste tu quien me llamó, también serás tú quien pague la cena.

El pelinegro bajó los hombros en rendición.

- He descubierto algo- Espeto con desden- Lee tiene un hijo adoptivo, quien
casualmente tambien esta en la policia.

- Debo admitir que es sorprendente esa información, sin embargo no es lo que buscas y lo sabes.

Jungkook suspiró frotándose las sienes con las yemas de sus dedos, sin duda alguna le daría una jaqueca que haría explotar todo en él.

Sabia que estaba cerca de algo, tal vez de alguien que le ayudara, solo quería solucionar todo, se sentía sofocado e ido, como si estuviera siguiendo un circulo vicioso año tras año sin encontrar más pistas de las que tenia.

Apoyo la palma de la mano contra su mejilla mientras re leía una y otra vez la carta, tal vez hoy quería algo diferente, después de todo lo monótono aburre. Esperaron a que un camarero llegara para atenderlos, mientras tanto echo un vistazo por todo el lugar, no cambiaba casi, de hecho podía asegurar que era igual, la misma energía que siempre había visto desde que paso aquel hecho.

Dirigio su vista hacia uno de los camareros, solo podía verle el perfil, sin embargo se le hizo conocido, sabía que lo había visto en alguna parte. Se despisto unos momentos al escuchar la voz de su amigo preguntándole que iba a querer de comer.

- Por supuesto- dudo antes de contestar- solo deseo pechuga a la plancha con vino blanco.

Nuevamente dirijio su mirada al lugar de antes pero entonces el muchacho ya no estaba, sus ojos miraron todo el lugar una y otra vez queriendo buscarlo sin embargo no había rastro, tal vez lo había imaginado.

- Asi que ¿no conoces a los otros dos policías que juegan a ser detectives?- Susurro bajo Min.

- No, pero tendré que hacer algo al respecto.

- Sabes que no me meto pero la última vez que viste a alguien por una cámara, literalmente vi como el tipo sufria con una especie de estreñimiento- Dijo Yoongi- quede con truamas Jungkook, sobre todo cuando lo vi llorar.

El pelinegro dio una sonrisa burlona mientras se acomoda en su asiento, tal vez si había sido algo raro, pero nada fuera de lo común, a todos nos da estreñimiento en algún momento, solo que su queridísimo amigo era algo sensible.

Cuando llego su comida se dispuso a comer en silencio escuchando lo que el otro decía, siempre era así; Jungkook escuchaba y Yoongi hablaba hasta sentir su garganta seca.

Sus ojos se desviaron unos segundos hacia el lugar de la recepción, allí estaba el joven con el que Min hablaba cuando llego, sin embargo este se encontraba hablando con otra persona, pero no podía verle la cara, sin embargo quiso acercarse y mirar, tal vez si estaba un poco paranoico.

- Solo quiero saber quienes son los nuevos juguetes, puede que hasta se traten de chicos que apenas inician.

Sin importar qué, Jungkook daría con su objetivo principal: Saber quienes eran sus nuevos certavillos.

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