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La fuerte carcajada de Taehyung resonó por todo el lugar, ganándose un pequeño guiño por parte de Jungkook.

Dos días después de haber llegado a la casa del Kim mayor, los dos tenían que irse por el trabajo de Taehyung. Jungkook estuvo callado la mayoría del tiempo, al igual que Jungtae, la tensión se notaba a kilómetros y aunque el Kim menor quiso varias veces cortarla, simplemente fracasó en el intento.

Jungkook suspiro sacando las maletas que habían llevado con ellos al "viaje", echándose hacia atrás el cabello, escucho como Taehyung se despidió de su padre prometiendo que pronto volverían a pasar vacaciones más extensas con él.

— Puedes ir subiendo las maletas al auto, Tae.— comentó Jungkook, acercándose a Jungtae.

— Solo espero que puedas cuidar de mi hijo, Jungkook, es lo más importante para mi.

— No debe preocuparse señor Kim, Tae también es importante para mi.— Sentenció para los dos, mirando a lo lejos como el castaño saludaba a alguien.— Solo le pido que esto sea entre los dos, si realmente quiere que mantenga todo oculto de Taehyung, espero que se presente el día de la audiencia.

Y Jungkook recordó como el día anterior, la carta citatoria hacia Kim Jungtae casi le produjo un infarto, aunque le explico a qué se debía, este simplemente decidió quemarla para esconderla de su hijo.

— No lo haré, solo quiero pedirte un favor.— Mordió su labio viendo en la misma dirección del azabache.— Espero le cuentes al menos una parte de la verdad a Taehyung, no quiero que me odie. Después de la muerte de mi esposo, mi hijo es lo único que me queda, no podría vivir con su odio.

Jeon volvió a mirarlo y asintió a sus palabras saliendo de la casa.— Confíe en que todo estará bien, padre.

Ante esas palabras, Jungkook se despidió del mayor, caminando hasta donde se encontraba Taehyung, quien a su parecer, hablaba alegremente con un hombre más o menos de su edad. La sola idea de saber que ese era el ex novio de Tae, le provocaba una sensación amarga.

— Es hora de irnos Taehyung.— Lo llamo sin voltear a mirarlo.

La sensación de celos se asentó en su estómago y por un momento quiso ser un hombre de las cavernas para tomar a Kim, subirlo como un costal a su hombro y salir de allí rápidamente para que dejara de sonreírle al idiota de quien se despedía.

Kim subió al auto aún con una sonrisa y Jungkook quiso besarlo hasta que sonriera solo por él. Encendió el motor y dio marcha de regreso a su ciudad, sin embargo, Taehyung lo miraba curioso.

— ¿Hablaste de algo interesante con mi padre?— Inquirió con curiosidad el castaño.

— No, solo algo normal.

— ¿Pero te dijo algo malo?— Pregunto una vez más.

— No, hablamos normal.

— ¿Así que todo está bien?— Pregunto por última vez y antes de que Jungkook respondiera, Taehyung lo hizo por él.— Si vuelves a responder algo como "lo normal" no dudaré en tirarme de este vehículo en movimiento.

Jungkook bufó y solo se limitó a levantar sus hombros mientras prestaba más atención al camino.

Para cambiar el ambiente, Taehyung siguió hablando. — Hyungshik nos ha regalado semillas de girasol para plantar.

— Bien, me alegro por él.

Taehyung acercó su mano hasta acomodar uno de sus cabellos detrás de su oreja.— ¿Estás celoso?

Jungkook tomo su mano y dejó un pequeño beso en ella, soltando la sensación que los celos le producían.— Cariño, no deberías hacer preguntas tan obvias.

— Lamento decirte que mi tipo de hombre es uno muy idiota, que le gusta tener el control en todo y me saca a citas en pantuflas.

Jungkook sonrió apoyando ambas manos en la palanca de cambios.

— Estás muy charlatán Tae, deberías dormir.

Taehyung asintió y se recostó mirando hacia Jungkook, quien seguía con un semblante serio y pensativo. 

Quince minutos después, la lluvia azotaba el cielo y por precaución Jeon se detuvo contra una valla esperando a que escampara. Volteo a mirar al castaño, quien se había dormido y suspiraba entre sueños.

— ¿Podrás perdonarme?— preguntó acariciando el suave cabello dejándose llevar por la sensación.— La verdad no pensaba en ti desde un inicio, solo quería llegar a tu padre, pero algo pasó y cambiaste mis planes Taehyung, solo si permites me quedaré en tu vida.

Como respuesta, Jungkook recibió un ronquido por parte de Taehyung que lo hizo sonreír. Encendió la calefacción y se recostó en el asiento viendo a Kim dormir, esperando a que la lluvia cesara.

Así como un diluvio se sentía su vida, pero en medio de todo Taehyung era su paraguas para soportar lo que tanto dolor causaba en su corazón, provocando que le mintiera a quien quería.

Solo esperaba que pudiera perdonarlo.

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