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Pálido y agitado Taehyung corría por la calle tratando de llegar a tiempo a la estación de policía. Hace unos minutos había recibido la llamada de su jefe, el cual le había gritado y con ello quitando la tranquilidad de su día de descanso.

Según lo que recuerda de la conversación, unos archivos importantes habían sido robados días antes y el maldito J97 se había aprovechado de ello para amenazar a algunos superiores, entre ellos los archivos de antigüedad de su padre. No entendía qué tenía que ver esos archivos, sobre todo porque las amenazas venían con preguntas sobre qué hace actualmente el ex oficial Kim.

Debía preguntarle a su padre.

Llegó a la estación saludando apresuradamente a todo aquel que se cruzara su camino y quien lo miraba raro. Llegó a la puerta de su superior y golpeó evidentemente nervioso hasta que escuchó la voz que lo dejó pasar.

Al entrar se encontró nuevamente con Jungkook, quien le sonrió pero él solo se limitó a fruncir el ceño. ¿Por que siempre Kook se encuentra aquí cuando algo así pasa? Se preguntó caminando hasta el escritorio de su superior y donde el azabache se encontraba sentado.

— Agente Kim, creo que debe hacerse una idea del porque se encuentra aquí ¿verdad?.— Preguntó el mayor con cierto enojo.

— M-mi superior, no he sabido nada en los últimos días.

— Se le ha dado tiempo para que nos de pistas, pruebas que nos ayuden a dar con ese maldito bastardo.— Reprendió a toda voz.— No se si usted cree que la integridad de sus superiores o la mía es un juego, pero yo no.

— El agente Park y yo hemos estado siguiendo los pasos del sujeto, pero no siempre es fácil señor.

Taehyung miró de reojo a Jungkook quien observaba la situación en silencio y con muchas ganas de decir algo.

— Le doy unas semanas más, si no tiene pruebas suficientes que ayuden con el caso, será absuelto del caso y cambiado a otra unidad.

El castaño asintió con un nudo en la garganta y muchas ganas de llorar.

— Sí señor, le traeré todas las pruebas.

Él había estado trabajando en el caso, pero no encontraba pruebas suficientes para dar con el sospechoso, no quería más esa situación, solo terminarla de una vez por todas.

Salió de la oficina caminando cabizbajo, sintió vergüenza que Jungkook escuchara todo, posiblemente lo considera ahora una persona incapaz de algo. Cuando camino completamente fuera de la estación se detuvo en un poste recargándose, sintió el frío helado de la noche y eso lo hizo sentir peor.

— No deberías matarte la cabeza, él simplemente exagero allí adentro.— Hablo alguien a su espalda.

— Tiene razón, me han dado la oportunidad y yo solo la estoy dejando ir.— Sorbió su nariz antes de hablar.— De igual forma ¿Qué haces aquí?.— Pregunto volteando a ver a la persona.

— Solo venia a traer unos documentos para un caso.— Se encogió de hombros.

— Es curioso, siempre que pasa algo así te encuentras aquí, como si no quisiera perderme de vista.

— Tal vez es eso o que te estén gritando allí adentro.

El castaño sorbió nuevamente por su nariz tapando su cara por la vergüenza.

— Oh mierda, no vayas a llorar Tae.

— Lo siento, es que eso fue tan vergonzoso.

El silencio se instaló por algunos segundos.

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