Web Master | KookTae

21

Taehyung se levantó desorientado mirando a todos lados de aquella habitación, quitó de encima aquellas sábanas que estaban sofocando en un calor infernal. El problema que pasó por su cabeza no era haber despertado en el cuarto de Jungkook, más bien era el no poder encontrar su ropa interior, volteo a mirar al mayor quien dormía boca abajo dejando ver el dragón tatuado en toda la extensión de su espalda, y algunas marcas visibles de uñas.

Kim casi se come el piso al recoger una camisa que encontró tirada, por suerte su estabilidad corporal ayudaba más que la emocional. Salió camino a la cocina, tenía antojos de panqueques y seguramente el azabache tendría la masa. Sin embargo, se detuvo frente a una de las puertas del pasillo casi al final, esta se encontraba cerrada, pero la curiosidad de Kim estaba latente. Jungkook le había dicho que solo utilizaban dos cuartos, uno era de él y otro de Yoongi, quien casi nunca estaba. Se quedó meditando unos segundos en los cuales debía si abrir o no abrir, sabía que podía molestar al azabache siendo un chismoso en su casa, pero realmente tenía curiosidad.

Intento abrir la puerta nuevamente sin éxito, una mano se posó con algo de brusquedad encima de la suya haciéndolo saltar hacia atrás, miro al dueño de la mano siendo el azabache con la cara pálida.

—No abras ese cuarto, Tae.— Murmuró con la voz áspera y un atisbo de nervios.

— Lo siento, quería ir al baño.— Mintió dándole una sonrisa.

Se alejaron de aquella habitación donde Taehyung siguió mirando con cierta curiosidad, pero realmente no quería hacer alguna pregunta que incomodó a Jungkook, seguramente era de alguien importante para las dos personas que viven allí.

Se acomodo a un lado de la cocina dudando en si preguntar o no.— ¿Tienes panqueques?, esta mañana me he levantado con antojos de unos.

Vio las manos de Jungkook estirarse a uno de los estantes sacando la mezcla y dejándola frente a él.

— Claro cariño, lo que desees.

En lo que preparaban el desayuno Taehyung siguió divagando entre sus pensamientos, tenía muchas dudas acerca de quién era Jungkook porque algunos días era tierno y amable, otros días pretendía no conocerlo en el restaurante y luego estaba el Jungkook que le hizo sentir el cielo, que le demostró cariño aunque pudiera ser mentira se permitió adorarlo una noche. Eran cosas que lo confunden y aun no hallaba una respuesta concreta, así que vivía con su única duda latente.

¿Quién era Jungkook?

Taehyung sacudió la cabeza alejándose de esos pensamientos, era muy temprano para dejarse comer de esa forma. Término de freír algunos panqueques antes de sentarse junto al azabache quien lo miraba de una forma curiosa. Por supuesto, era la primera vez que se callaba durante un periodo de tiempo "anormal" como le llamaba Jimin.

Se sentó mirándolo unos segundos antes de soltar la bomba.—¿Por cuánto tiempo estaremos así?

Taehyung sintió la mirada divertida de Jungkook en el.

— Bueno, hasta que acabemos el desayuno y podamos hacer otra cosa.

Sin embargo, Kim no se refería a eso, aunque la respuesta tampoco le desagradó del todo.

— Con una película y caricias me conformo el día de hoy.— Sugirió dándole un pedazo de panqueque a Jungkook.

El azabache asintió terminando su desayuno para poder iniciar con su día de pereza. En el transcurso del día solo se dedicaron a ver películas, y una que otra caricia candente fue compartida entre los dos.

Pero en la mente de Taehyung seguía aquella pregunta que le había hecho a Jungkook recientemente mientras tomaban el desayuno.

¿Por cuánto tiempo estarían así? Porque en las noches de soledad se preguntaba si el azabache era capaz de amar o si tan solo era otra persona que necesitaba de él para no sentirse solo. 

(...)

Un pequeño capitulo que pude hacer en mi tiempo libre, la Universidad nuevamente me tiene ocupada pero esta historia no la abandono. 

Por favor cuídense y no olviden  que aun estamos en esta lucha contra una pandemia que nos ha quitado mucho pero también nos ha enseñado.