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Taehyung revisó su reloj suspirando, exhalando y mordiendo su labio inferior. Eran las siete y media de la noche, arregló su uniforme y dio la mejor sonrisa a los comensales, mientras observaba como señores y damas entraban vistiendo prendas realmente hermosas, estuvo viéndolos por lo menos diez minutos antes de siquiera voltearse e ir al baño.

Hoy habría un evento importante, con personas que tenían mucho dinero, más de lo que podía llegar a soñar. Junto a su compañero estaba seguro de que hoy obtendría más que una pista sobre el sujeto, confiaba en su intuición. Escucho como Jimin susurraba a través del micrófono, no podían quedarse incomunicados, sobre todo porque él era el mesero y debía atender si o si.

- Tae te estás perdiendo de una vista espectacular.

- Al parecer alguien no está concentrado.

- No hermano, te juro que estos tipos están caídos del cielo- El tono divertido en su voz irritó al castaño.

- Solo procura estar alerta sin querer comerte a cada persona que veas.

En realidad, Taehyung tenía curiosidad de saber quienes eran las últimas personas que llamaron la atención de su queridísimo amigo, podía notar como todos se acomodan en sus respectivas mesas. Se echó un último vistazo en el espejo cerca a la cocina y salió con una sonrisa espléndida, era su trabajo.

Atendió a las dos primeras mesas, tenía los números en orden que debía seguir, lo más gracioso es que parecía un patrón, como si lo llevaran a algo. Entró por unos minutos al baño, desajustando el corbatín del uniforme y dando un suplido. Moriría de calor esa noche.

- Jimin ¿alguna novedad?- Preguntó mirándose al espejo.

Escucho cómo se aclaraba la garganta antes de emitir palabra alguna.

- Ninguna, aunque la langosta de este lugar es demasiado exquisita

Viro los ojos como si su compañero estuviera ahí mirándolo.

- Bien, avísame cualquier cosa, estaré aquí unos minutos.

Dejó el micrófono a un lado, lavándose nuevamente las manos, era un tic que tenía cuando estaba nervioso o angustiado. Bajo la vista a sus zapatos, tenía una mancha en uno de ellos y realmente no le gustaba, Jimin decía que era como una señora muy organizada y era cierto, Taehyung odiaba el desorden, todo debía estar en su sitio.

Escucho un silbido tras el, santo cielo, no quería que fuera su "jefe", en esos momentos solo quería paz.

- Con esos melocotones das abasto a toda una plaza.

El castaño frunció su ceño ¿Melocotones?, él no había llevado su plato de comida al baño y tampoco había frutas. Se levantó dejando de lado una mancha a medio quitar, le daría un paro si no la quitaba, pero debía hacerse cargo del sujeto del melocotón.

- ¿Disculpe?- Le dio una sonrisa en gesto torcido.

La otra persona se aclaró la garganta.

- Lo siento, venia a buscar a mi amigo Melocotón.

Taehyung miró al sujeto de una manera rara, claro que sabía a qué se refería, sin embargo no iba a pelear.

- Señor creo que aquí no está su amigo.

Antes de darle otro comentario, los dos escucharon como una puerta se abría dirigiendo sus vistas al mismo lugar. El castaño no se había percatado de si estaba solo en el baño o no, jesús, la habría cagado si hubiera hablado de más, gracias al cielo no era tan lengua suelta como Jimin.

- Yoongi, no necesito guardaespaldas- Dijo Jungkook.

- Lo siento, pero ya te estabas demorando y tengo hambre.

Kim estaba un tanto confundido, bueno al menos ya sabía el nombre del sujeto que le soltó un comentario algo guarro, cuando miro al otro sujeto se quedó en su lugar sin emitir palabra alguna, por todas las estrellas de la galaxia, el tipo estaba mas que bueno y su mirada... Como quisiera tenerlo encima todo el día, en el sentido literal.

Volteo para lavarse nuevamente las manos, teniendo la mirada de Yoongi y la otra persona de la cual aun no sabia su nombre encima de él. ¿No se irían?.

Iba a secarse las manos con la tela del pantalón cuando Jungkook le ofreció su pañuelo, era todo extraño e incómodo.

- Bueno, nosotros debemos volver- Yoongi iba a salir cuando su amigo lo detuvo.

- Creo que le debes una disculpa a esta persona, escuche tu comentario guarro Min.

- Oh si, disculpa Taehyung, a veces mi lengua actúa primero que mi cerebro.

¿Cómo sabía su nombre? él no llevaba el chaleco puesto donde se veía la placa con su nombre, apenas y sus demás compañeros lo notaban. Iba a pedir explicaciones de como sabia su nombre cuando el azabache se acerco a el.

- Disculpa a mi amigo, a veces es muy bruto para hablar- Se dirigió hasta la puerta y cuando iba a salir le dio un guiño al castaño- Nos vemos pronto, Taehyung.

Se quedó mirando la puerta donde habían salido esas dos personas. ¿Qué demonios había sido eso? se sentía confundido y excitado, sobre todo cuando vio al pelinegro del cual aún desconocía su nombre. 

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