Reales: Taekook/Kookv. 2.0

46 (II): "Il Mio Amore"

[8:27 A.M, Seúl, Corea Del Sur]

- no pudieron haberse ido tan lejos.

- lo dudo. No creo que...- un llamado entra al teléfono del FBI.- ¿Sí?- dijo el oficial atendiendo.

- hemos ubicado a Jeon Jeongguk y Kim Taehyung, se ubican en Italia.

- ¿Qué parte de Italia?

- Venecia.

- lleven a mi gente que los acaben.

- enseguida.- cuelga. 

[1:23 A.M, Venecia, Italia]

Al llegar a Italia, nos dimos cuenta que era de noche. ¿Tanta diferencia había? Como sea, bajamos del avión un poco asustados, sobretodo Jimin y yo, que nunca habíamos hecho semejante cosa.

- señor Jeon.- dijo el empleado abriendo la puerta del auto.

JK- suban.- ordenó.

Subimos al auto y el último en subir fue él. Estaba un poco nervioso, mis piernas se movían inconscientemente y me daban ganas de llorar constantemente. Me sentía incompleto ya que no pude acabar con esa maldita vieja. Mi enojo era muy grande.

JK- susurra en mi oído- Todo está bien, relájate.

Asentí y tomé mi mano para mirar hacia la ventana. No quería hablar con nadie, quería llegar a donde sea que nos quedemos y encerrarme en alguna habitación. 

Al llegar, nos aseguramos de que no haya nadie alrededor y entramos rápidamente a la casa. Era un mundo nuevo... Venecia, Italia.

Al entrar pude ver que no se parecía en nada a la casa en la que anteriormente Jeon y yo convivíamos. Eso me causó piel de gallina, se sentía extraño... Nunca me había mencionado esta casa y mucho menos había entrado, mi sensación me recordó a la primera vez que estuve solo en la casa de Jeon, cuando me tenía encerrado sin salir y yo tenía que ingeniármelas para no aburrirme y no intentar escapar.

JK- elijan el cuarto que quieran, son bienvenidos.- les dijo a mis padres.

Mi madre sonrió y tomó de la mano a mi padre para subir las escaleras e irse a elegir un cuarto, necesitaban descansar... Le tenía envidia a mi madre, siempre tenía una sonrisa en su rostro, por más que la hayan tomado de carnada para la Señora Jeon, por más que nos hayamos ido de Corea por urgencia... Aún así sonreía, mientras tanto yo... Tenía ojeras, una cara larga y un humor terriblemente malo.

JK- ¿Por qué no vas a dormir, Tae? Estás muy cansado.

TH- no quiero dormir.- dije seco, sin mirarlo a la cara.

JK- me toma de los hombros- ¿Hice algo malo?

TH- s-sacarme de Corea sin aviso previo.- dije sin mirarlo aún.

JK- suspira- si nos quedábamos allí, tus padres, tú, yo, Jimin, Yoongi o cualquiera, hubiera muerto. 

TH- suspiro- déjame solo.- intento irme pero me toma de la muñeca.

JK- lo que menos necesitas es estar solo, Taehyung.

TH- ¿Y tú que sabes?

JK- te conozco... Por favor, no me trates así. 

TH- suspiro y comienzo a llorar- lo siento...- me aferro a él fuertemente.

JK- sonríe leve- bebé...- acaricia mi cabeza- no tienes por qué estar así... Es solo hasta que te acostumbres... Será más fácil acabar con mi madre desde aquí. 

TH- no quiero estar aquí... Me da miedo, no conozco el idioma, no conozco el país...

JK- yo puedo ayudarte... No estaremos mucho tiempo aquí. Cuando todo se calme, estaremos de nuevo en Corea. ¿Me crees?

TH- s-si...- escondo mi rostro en su cuello- perdóname.

JK- no, está bien... Es normal estar así. La primera vez que no tuve más alternativa que irme del país, me puse igual o quizás peor... Porque estaba solo en esta terrible mansión y no tenía a quien me escuche o consuele... Estaba sólo. Bebé, está bien estar así... Necesitas dormir, hemos tenido un viaje muy largo y el día en general lo ha sido. 

TH- ¿Y... Tú?

JK- yo iré luego. Iré contigo a recostarme pero aún no dormiré.

TH- pero no me dejes solo...

JK- en el cuarto hay escritorio, haré las cosas allí y no te dejaré solo en ningún momento.

TH- bien.- comenzamos a caminar hacia las escaleras. 

Entramos al cuarto y me recosté lentamente con ayuda de Jeon. 

JK- con cuidado. 

TH- m-mi espalda...

JK- si, todo muy lindo con el avión privado pero los sofás para dormir no sirven. Son una patada en las bolas.

TH- suelto una carcajada- tarado.

JK- acaricia mi frente- descansa, ¿Si?

TH- bien...- nos besamos. 

Jeon sonrió durante el beso, haciéndome sentir más de 1000 mariposas en el estómago. Cuando se alejó, sonreí levemente. Mientras más tiempo pasábamos juntos, más unidos nos volvíamos, siempre hubo amor entre nosotros, pero cada vez era más intenso y más fuerte.

Abracé una almohada con mis piernas y otra con mis brazos, mientras Jeon trabajaba en el escritorio que estaba en frente mío.

Lo miré, miré delicadamente sus manos, sus cabellos alborotados, su espalda marcada en su playera... Lo observé detalladamente haciéndome muchos escenarios mentales, hasta así quedarme dormido. Verlo relajado a Jeon me daba paz, me daba tranquilidad y comodidad. Mis ojos se cerraron por sí solos pero gracias a la vista que he tenido, acaban de ser bendecidos.

CONTINUARÁ...