En un mundo en dónde algunas personas nacen con extraños poderes.
Personas demasiado peligrosas como para mantenerlas con vida.
Deben matarlas antes de que ellas los maten.
Viven escondidas, en las sombras, demasiado asustadas como para...
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El silencio lograba llenarlo de nervios. En ese momento, parecía como si todo el sonido del mundo hubiese desaparecido de la nada. A veces agradecía tener un momento de silencio, pero en ese momento... En ese momento se sentía como si la falta de sonido lo apuñalara en el pecho con toda su fuerza. El cuerpo del chileno temblaba levemente, intentaba controlarlo, mantener una cara seria, pero no podía... Quería llorar.
Chile miró de reojo a Argentina, estaba sentado en la otra punta del sillón, sentado junto a él, pero lo más lejos posible, jugaba nervioso con sus manos.
- Entonces... ¿E-Es posta? - Finalmente, el de tez celeste habló en voz queda - ¿No le vas a decir a nadie? -
El tricolor respiró hondo, intentando calmarse para que no se le quiebre la voz al hablar.
- No - Respondió en casi un Susurró, sin mirar a su vecino - Es... Nuestro secreto ahora -
Otra vez silencio absoluto. Chile juraría que podía escuchar la respiración nerviosa del contrario. Paseó sus ojos del argentino a sus manos varias veces, tenía una duda en su cabeza que lo estaba matando, pero le daba algo de miedo preguntar, un que no sabía muy bien lo que le causaba ese miedo... Si el ofender al contrario, haciendo que este lo ataque o... Simplemente descubrir una verdad dolorosa.
- ¿Nos... Nos estuviste mintiendo todo este tiempo? - Preguntó adolorido
Por primera vez desde que se habían sentado, el de tez celeste lo miró, con sorpresa y algo de pena en sus ojos.
- ¿Fuiste uno de ellos todo este tiempo? ¿Acaso solo nos estabai' usando para ocultarte? - Siguió preguntando
- No... -
El de estrella volvió sus ojos hacia Argentina. Se veía increíblemente preocupado y aún se notaba el miedo de haber sido descubierto en su mirar.
- Yo no tenía idea de esto - Explicó
Chile abrió los ojos, sin entender.
- ¿Que... -
- ¡Yo no era así! ¡Nunca fui uno de ellos! - interrumpió en un grito desesperado - O no que yo supiera... - Desvió la mirada
Lleno de confusión, Chile se levantó, clavando sus ojos en su amigo.
- ¿A qué te refieres? - Preguntó cauteloso
- Yo no tenía estos... "Poderes" antes - Explicó, en su tono de voz se veía la desesperación por no entender que había pasado
- ¿Desde cuándo? ¿Cuánto tiempo? - El chileno lo miró con absoluta confusión
El del sol se levantó también. Titubeó un poco, pero decidió acercarse al otro. Chile hizo un gran esfuerzo para no retroceder.
- Desde ese día en el club... - Le dijo, en voz baja
