🔥Twenty-two🔥

194 18 40
                                    

Argentina sentía que nunca había estado tan cómodo, incluso si se encontraba acostado en el suelo de piedra con apenas una almohada de lana como "Lujo"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Argentina sentía que nunca había estado tan cómodo, incluso si se encontraba acostado en el suelo de piedra con apenas una almohada de lana como "Lujo".
Le daba igual porque de cualquier manera la zona seguía igual de calentita, igual de oscura e igual de silenciosa como si estuviera entre las sábanas de su propia cama en una malana lluviosa... el viento pegaba contra las decoraciones colgadas en el techo, haciendo une pequeña melodía que tan solo le hacía sentir aún más cómodo.
Y, más importante... por fin había podido dormir desde la noche hasta la tarde sin interrupciones para reponer las energías del tedioso viaje de los últimos días.

Era como estár en el cielo, a veces despertaba ligeramente y de manera lenta pero, como los ojos aún le pesaban y estaba muy cómodo en su pequeño nidito, tan solo volvía a hacerse bolita y descansar un rato más, incluso si ya no tenía mucho sueño, era simple y cómodo y no necesitaba más motivos para no moverse en todo el día.

Pero, claro, poco a poco le empezó a entrar la lucidez y el contexto de lo que estaba viviendo... recordó todo el fiasco del día anterior y notó también el hecho de que estaba solo en su "Cueva", ni Chile ni Suecia lo acompañaban.

Se levantó de mala gana, aunque sabiendo que no podía seguir durmiendo, y se escurrió por la grieta que usaban de entrada para esa pequeña cueva-habitación que les habían asignado a él y sus dos compañeros países, descubriendo que el sol ya se asomaba por un agujerito bien al pico de la montaña, significando eso que ya era bastante tarde.
Claro, con razón Chile y Suecia se habían levantado, ellos no iban a desperdiciar el día como él.

Algo avergonzado se paró frente a la grieta y buscó alrededor del campamento a sus amigos, aunque rápido fue interrumpido por una voz familiar.

- ¡Ey, Argentina! - Llamó una voz energética y amable

Miró al costado y vio a Arden acercándose a él, sonriéndole dulce mientras su cabellera platinada era empujada por el ligero viento.

- Buenos días - Lo saludó cuando llegó a su lado

El argentino, rojo por la vevrgüenza de que lo hubieran descubierto despertando tan tarde, cuando todos estaban ya claramente despiertos, clavó su vista al suelo.

- Hola - Murmuró de manera tímida

El contrario rió leve, entregándole aunque sea un poco de tranquilidad.

- No te preocupes por despertar tarde amigo, tu último mes fue un caos, nadie va a juzgarte por descansar, lo mereces - Lo confortó colocando una mano en su hombro

Los ojos de Argentina brillaron en agradecimiento, suspirando aliviado al saber que al menos una persona no lo estaba juzgando.

- ¿Y vos cómo estás? También tuviste un mal día ayer... - Preguntó Argentina preocupado, recordando del día anterior los fallecimientos de dos grises que habían sido parte de su colonia

Don't Tell Them... - ChiArg-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora