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↠ Theo ↞

Esto tiene que detenerse. Ya no puedo soportarlo más. Siento como mi cabeza comienza a doler una vez más, aunque no estoy seguro de que el dolor se haya ido de todos modos. Puedo escuchar el sonido de los gritos de aquellas personas desesperadas, el sonido del arma siendo disparada, el dolor en mi mano cuando yo les disparé.

Sus miradas de desesperación estarán clavadas en mi subconsciente por el resto de mi vida. He sido preso de mi habitación desde hace dos semanas... siento que cada vez es más difícil volver a la normalidad.

Noah me ha llamado y enviado mensajes los últimos tres días sin detenerse. No es que no quiera hablarle, solo no quiero iniciar un tema que sé, será una total farsa. No puedo mentirme más a mi mismo. Amo a Sophie, y negarlo solo hace que las heridas se abran más. Debo escucharla y dejar el pasado donde pertenece, en el pasado. Además, se que debo terminar con Noah cuanto antes, porque de lo contrario será demasiado tarde.

Mis padres están paranoicos, al igual que yo. Tengo miedo todo el maldito tiempo y estar harto de seguir así. Necesito hablar con alguien, pero si los enfermos que están detrás de esto fueron capaces de hacerme dispararle a tres personas, se que serán capaces de cualquier cosa. Y eso es lo que me tiene tan malditamente aterrado... que lleguen a lastimar a mi familia.

Esta tarde, papá me ha pedido que lo acompañe a la oficina. Tiene demasiado miedo de dejarme solo y mi hermana y mi madre no estarán, por lo cual me encuentro en el asiento delantero de su auto rumbo al centro de la ciudad rodeado de dos autos con guardaespaldas. Adiós a la tregua de no seguridad, hasta nuevo aviso.

— ¿Como te sientes hoy? —pregunta papá mirándome de reojo mientras entramos en el estacionamiento del edificio.

—Adolorido...

Cuando volví a casa, el médico que me revisó dijo que tenía dos costillas quebradas, una contusión y que habían varias sustancias tóxicas en mi cuerpo. Además, notó que mi nivel de hierro era extrañamente alto y fue entonces cuando me dijo que necesitaba hacerme un examen para verificar que no tuviese VIH-SIDA.

Mamá casi se descompone cuando lo escuchó y yo simplemente no entendía a lo que se referían. Luego recordé haber sido drogado en más de una ocasión, beber aquella sustancia extraña que resultó ser sangre y lo más fuerte fue recordar como había sido drogado una vez más pero esta vez por Judd para después violarme, justo antes de que asesinara a aquellas personas. Obviamente nadie, además de Phoebe sabe estas cosas, y planeo que se quede de ese modo.

Afortunadamente todos los exámenes fueron negativos y mi alma volvió a mi cuerpo cuando descartaron alguna posible enfermedad.

—Debes decirme lo que sucedió realmente, Theo.

—Ya te lo dije, salí a festejar un rato y después de eso no recuerdo mucho. Desperté adolorido cerca de un bar horas después.

—Theodore Schlesinger, te secuestraron, te golpearon, te drogaron, nos tuviste con el alma y el corazón en la mano por más de veinticuatro horas y aún tienes el descaro de seguir mintiendo. Si estás encubriendo a esos mal nacidos, o si te han amenazado puedes empezar a hablar porque no dejaré que nadie se te acerque.

Los gritos de papá son de desesperación y dolor, puedo verlo en sus ojos y en la manera en la que respira de forma acelerada mientras apaga el motor y me mira fijamente.

—No quiero que les hagan nada... —dije de manera suave, analizando las palabras que estaban saliendo de mi boca.

La mirada de papá es confusa, puedo ver como teme realmente de que algo peor nos ocurra a todos, pero se que jamás lo dirá.

Schlesinger [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora