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↠ Phoebe ↞

Releí mi trabajo una vez más antes de entregársela a mi profesora de literatura. Nunca había intentado escribir mi punto de vista de algo antes.

Me temblaba un poco el pulso mientras caminaba hasta el salón. Algunos ya estaban entregando sus reportes y otros parecían pedir un poco más de tiempo. Me lo acerqué un poco y tomé asiento para poder darle una última leída.

Después de años de amistad, ella se sentía mejor, se sentía libre, capaz de poder sentirse realmente bien. Él sabía lo que ella sentía, aunque la gran incógnita era lo que él sentía. Ella lo deseaba saber más que otra cosa, pero su miedo le impedía preguntárselo.

Había momentos en donde ella se detenía a pensar, meditar, o solo a escuchar el aire. Muchos nunca lo entendieron, suponían que se debía a su mente retorcida un tanto suicida, triste e incluso algo lúgubre.

Dicen que los comentarios pueden ser un espejo, te atacan hasta lo más profundo, te destrozan parte por parte, eso fue lo que ella entendió, y el resultado no fue precisamente bueno.

Sacó sus dudas con la única persona a la que podía acudir, la única en quien podía confiar. Ella lo amaba más que a nada, y se notaba desde el comienzo de la historia, y con todo lo que sucedía a su alrededor, su espejo la llevó a la errónea conclusión de pensar que también él la veía como todos.

"¿Tu también crees que soy así?" él simplemente le dijo "Define así" y ella contestó "Mala" Tiernamente él la miró y contestó "¡Por supuesto!, pero por supuesto que no, eres demasiado dulce para serlo".

Después de eso siempre se repetían cuanto se querían el uno por el otro, sus bromas, sus risas.

"Te quiero, pedacito de Luna" él le decía porque ella amaba a la luna.

"Te quiero pedacito de Sol" ella le respondía porque el amaba el sol.

Su pueblo realizó el tan aclamado baile. "Creo que hoy la pasamos bien ¿no es así?" una noche interesante es lo que fue, "Siempre que estoy contigo lo paso bien, y ¿tu?, ¿la pasas bien conmigo?" ella esperaba un sí, no lo que tuvo a cambio "La mayor parte del tiempo, odio ver a Gregory fastidiarte o que mi madre te obligue a hacer las cosas que tanto te molestan, igual te quiero, creo que tu amistad significa más que muchas de las otras cosas de pasan a mi alrededor" le respondió él mirándola inocentemente. La noche era fría, se encontraban juntos a las afueras del pueblo, el baile fue un total éxito, como se suponía que debía ser, aunque ellos lo abandonaron luego de veinte minutos solo para ser vistos por todos.

Su pequeña sonrisa era grande a los ojos de la única persona que podría importarle demasiado lo que estaba dentro de su cabeza, "¿Yo significo algo para ti?", sus ojos se veían iluminados a pesar de ser un poco más de las nueve, la mirada de sorpresa en él fue algo que no logró comprender rápido, ¿era algo bueno o malo?, "No puedo creer que aún ahora te lo preguntes, ¿qué más debo hacer para que entiendas esta cosa que pasa por mi corazón al sentirte cerca?" ella solo lo miró con cautela "Dime por favor, ¿Qué es lo que siente tu corazón al sentirme cerca?, necesito saberlo" personalmente, creo que ella solo estaba aterrada, aunque la personalidad agraciada que por naturaleza él desembocaba lo llevó a idealizar una salida simple y misteriosa, "Tal vez pronto, ahora, creo que es mejor que ambos volvamos, necesitamos dormir" ella sin duda alguna estaba decepcionada, se despidió con un simple "Hasta pronto" y con una leve reverencia, se alejó del lugar con su cabeza mirando el suelo. Él la vio retirarse, la detuvo poco antes de atravesar la cerca blanca "Me amas ¿cierto?, lo sé, lo veo en tus ojos, en esos bellos y resplandecientes ojos" completamente confundida debido al arrebato de su brazo, y las palabras maravillosas de la única persona que realmente le importaba, se detuvo a meditar su respuesta, no sería algo tan simple como un ¡Claro que te amo!, ¿cuándo será la boda? sino más bien un "¿Cómo es que lo vez en mis ojos?", él nunca se imaginó en esa situación, es decir, ¿quién en su sano juicio pensaría que sucedería algo así?, todo el mundo claro está, es esta cuestión de tiempo, que de una u otra forma junta a dos almas desde los inicios de sus vidas, o cuando llegan a tener control de su conciencia... "Te delata el brillo en tus ojos, y esa bella sonrisa que tratas de esconder de mi", la mente masculina llega a formular la ideas que creen tener la respuesta adecuada siempre, en este caso, ella lo conocía tan bien, que no le daba la oportunidad siquiera de intentarlo.

Schlesinger [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora