↠ Phoebe ↞
Podía notar la tensión en la mirada de Theo. No era normal que estuviese tan callado.
— ¿Qué te ocurre? —Él no me respondió — ¿Theo?
— ¿Si? —dijo, volteando a mirarme unos segundos antes de volver a mirar la carretera.
—Estás en otro mundo, ¿te encuentras bien?
—Lo siento, es solo que no puedo dejar de pensar en lo que sucedió anoche...
—Papá lo arreglará ¿no? no es como si ahora tuviésemos que vender tu auto y tomar el autobús o algo por el estilo...
— ¿Lo supiste? —Asentí mirando su perfil tenso.
—Es de lo único que hablan en las noticias. Aunque Bobby ya salió diciendo que todo es falso y que no estamos repentinamente en quiebra.
—Se supone que tú no debes de preocuparte por esas cosas... son solo noticias exageradas para captar la atención de públicos mediocres. —dijo Theo con cierto odio en su voz.
En la escuela parecía como si tuviésemos algún letrero pintado en medio de nuestras frentes porque todos nos observaban y murmuraban entre ellos. Podía ver a mi hermano explotar en cualquier momento.
—Juro que si alguien me vuelve a mirar como rata de laboratorio, habrán heridos... —dijo Theo algo rojo de la ira.
—Cálmate y no armes escándalos que es lo último que necesitamos. Si te pones así es como si estuvieses aceptando lo que la gente está diciendo.
— ¡Hola! —dijeron detrás de nosotros.
Al voltearme vi a Josh y a Tom sonreírnos a ambos.
—Hola... —dije sin poder dejar de observar a mi hermano. — ¿Seguro que estarás bien y no le romperás la cara a nadie?
— ¿Por qué le rompería la cara a alguien? —pregunta Tom.
—Por nada, olvídalo. Y tranquila, estaré bien. Ve, no llegues tarde. —me acerqué más a mi hermano y le di un beso en la mejilla.
—Trata de pensar en otra cosa, ¿si? —él asintió y después de despedirme de Josh y Tom me fui directo a mi clase.
En el salón todo parecía calmado, nadie me observaba de manera diferente ni murmuraban a mi espalda, lo cual me pareció muy alentador.
Cuando el profesor terminó de explicar y nos puso a hacer unos ejercicios, mi teléfono sonó con un mensaje entrante.
"Me pareció verte un poco preocupada, ¿está todo bien contigo?"
Sonreí al ver quien lo había enviado pero no respondí hasta unos minutos después cuando mi mente supo que escribir.
"Estoy bien, no te preocupes ¿tú como estás?"
Él no tardó en responder.
"Bien ahora que te he visto, ¿has pensado en lo que te dije?"
¿He pensado en lo que me dijo? Por supuesto... ¿Me parece una mala idea? Vaya que si...
No quiero responder a eso ahora, no me siento mentalmente tranquila con Theo a punto de entrar a los golpes con alguien que se le quede mirando y la situación de mi familia. Suena incluso estúpido pensar en lo que él me dijo en éste momento.
Dejé mi teléfono a un lado y me dedique a terminar los ejercicios el resto de la hora de clase. Cuando terminó, me encaminé a mi casillero a dejar los libros para poder irme al gimnasio a Educación Física.
Para mi sorpresa, los de último año se encontraban saliendo de clase. Mi hermano al verme me tomó por los hombros y me llevó hasta el pequeño puesto de batidos que había junto al gimnasio.
—Te invito a uno, ¿de qué lo quieres? —me dijo Theo, mirándome con una sonrisa en su rostro.
—Claro, de sandía, por favor. —Theo le pidió los batidos a la chica que atendía y luego volvió su atención en mi. — ¿A qué se debe éste cambio de actitud?
—Digamos que tuve un incentivo que me ha mantenido con la cabeza fría todo el tiempo. No preguntes.
Unos minutos después de que mi hermano se fuera, todo lo vi negro. Había una persona detrás de mi tapándome los ojos junto a unas risas, que sin problema alguna supe de quien se trataba.
— ¿Qué haces? —pregunté tomando sus manos para quitarlas de mis ojos.
— ¿Cómo sabías que era yo? —quiso saber él.
—Tu risa te delató. ¿No deberías de ir a clase?
—Si, pero el receso aún no termina y realmente quería verte. ¿Por qué no me contestaste el mensaje que te envié? ¿Aún lo sigues pensando? —yo solo asentí mirando al rededor cerciorándome de que nadie nos estuviese observando.
—No estoy cómoda con esto —dije mirándolo directamente a sus ojos. Su mirada triste me partía el alma, apenas llevábamos unas días intentando crear esto que se supone debería de ser hermoso y romántico pero lo único que siento es miedo de que mi hermano se entere.
—Pero... Phoe, se que tienes miedo. Te prometí que Theo no se enteraría y créeme que él no lo hará hasta que nosotros seamos los que se lo digamos. Sólo dame la oportunidad de estar contigo. —Él me tomó las manos y las llevó directo a sus hombros incitándome a enredarlas alrededor de su cuello. Él colocó sus brazos alrededor de mi cintura, dejándonos a una distancia mínima el uno del otro. —Permíteme hacerte feliz —dijo rozando su nariz con la mía en una caricia.
Pude sentir mi pulso acelerarse. Sus ojos no se apartaron de los míos en ningún momento y yo no podía dejar de rogarle al cielo para que nadie se le ocurriera pasar por ahí. Sus leves miradas a mis labios hicieron que los nervios recorrieran todas las células de mi cuerpo, pero a la vez su mirada pasiva me tranquilizaba, haciendo que me olvidase de mi nombre incluso.
Sus labios se movían demasiado lento, como si tuviese miedo él también. Sin prisa, una de sus manos se movió de mi cintura hasta mi mejilla izquierda.
No estoy segura de lo que sentí porque no tenía con que compararlo... él me estaba dando mi primer beso y fue en ese momento en donde dejé de pensar en lo que podría pasar si alguien nos descubriese.
—Te quiero, Phoe —Su respiración chocaba con mi frente.
Aún no me sentía preparada para responderle, y le agradezco unas mil veces que lo entienda. No me presionó en lo absoluto, haciendo que me sintiera más tranquila y cómoda. Le sonreí y acaricié su mejilla depositando un pequeño y tímido beso en sus labios. Él me abrazó y sonrió.
—Nos vemos más tarde, ¿si? Llegarás tarde a clase. —dije, mirándolo directo a los ojos.
Él no dejaba de sonreír en ningún momento y su risa me parecía la más linda de todas.
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Schlesinger [Borrador]
Fiksi RemajaTheo y Phoebe Schlesinger crecieron en un mundo lleno de posibilidades ilimitadas e interminables lujos a la vista de cualquier mortal. Perfección era una buena palabra para describir sus vidas, pero todo podría cambiar cuando esa misma vida perfec...