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Phoebe

— ¡Entra al auto de una vez!

Estamos fuera del aeropuerto JFK y papá está gritando desde la parte delantera del auto que nos llevaría a casa.

—Un segundo, papá.

Extrañaba el clima frío de Nueva York.

—Ahora —dic esta vez poniendo algo molesto.

—Sólo un segundo —Blake se ríe para si mismo mientras me abraza.

—Será mejor que nos demos prisa —dice antes de darme un dulce beso en la mejilla. —Fue una gran fiesta, de verdad, gracias por invitarme. Me la pasé muy bien.

—Yo también me la pasé muy bien. ¿Nos vemos mañana?

—Claro, nos vemos, Phoe.

—Adiós, Blake.

Me dirigí al auto y papá y Theo me observaban con el ceño fruncido.

—Se les harán arrugas a ambos.

***

—Necesito pasar a la oficina un momento —Papá nos informó sin dejar de mirar su teléfono.

Cinco minutos mas tarde estábamos fuera del edificio central de Industrias Schlesinger. Siempre me ha gustado el letrero en la entrada, se ve imponente y a la vez fresco y moderno.

—Enseguida vuelvo —indicó mi padre tomando su portafolios y abriendo la puerta del auto.
— ¿Puedo ir contigo papá? —él dudó un segundo, pero después asintió dejándome acompañarlo.

Las personas saludaban a papá con un cortante "Señor Schlesinger" y se alejaban. Era extraño, ya que parecía como si le tuvieran un respeto gigante o tal vez un miedo inmenso, aunque las chicas becarias suelen ser muy amigables siempre.

—Buenas tardes, señor Schlesinger —la rubia principal —es como suelo llamarle a escondidas— mejor conocida como Tania observaba a papá esperando alguna orden, y me saludó amablemente cuando me captó detrás de él.

—Necesito un paquete que debió llegar hace dos días de Londres.

—Está en su oficina señor, junto a unas cartas.

—Gracias Tania, vamos Phoe —me despedí de la Rubia principal y seguí a papá dentro de su oficina.
— ¿Qué es eso papá? —el paquete se ve algo grande, pero nos quiero comenzar a interrogar a mi padre por algo que posiblemente es una tontería.

—Una nueva pieza para una de las máquinas en Tampa —las maquinas genera comida (también suelo llamarlas así). Industrias Schlesinger está revolucionando en el ámbito tecnológico, es el ente principal en cuanto a equipo escolar, computadoras, impresoras, equipo individual, teléfonos celulares, electrodomésticos... ahora están innovando el mundo de las maquinas expendedoras de comida.

Me senté en el sillón blanco de la esquina de su oficina y esperé a que terminara de revisar sus cosas. Estaba leyendo un par de cartas, que supuse, le tomarían unos minutos solamente. Pero me equivoqué.

—Phoebe, ¿puedes llamar a tu madre, por favor? —su voz era fuerte pero controlada. La señal de que algo no andaba del todo bien, o al menos no estaba planeada en su agenda.

— ¿Pasa algo?

—Llámala por favor, cariño. Rápido es importante.

Lo vi dirigirse a su computadora y teclear cosas mientras cerraba sus ojos y negaba.

Schlesinger [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora