•31•

961 85 0
                                    

Theo

Estaba decidido

Iba a sacarme ésta maldita duda de mi cabeza de una buena vez por todas, y podría seguir con mi vida. Necesitaba sacarme la imagen de Sophie portando un arma, y necesitaba hacerlo ahora.

Aproveché el hecho de que, cuando llegué a casa, mamá era la única que estaba. Phoebe se había ido antes y tenia la oportunidad de poder hablar con ella sin que nadie nos molestara.

Cuando entré en su oficina, ella parecía estar demasiado absorta en su trabajo y creí que no me había notado cuando entré y me acerqué a ella.

— ¿Cómo estuvo el día? —preguntó sin mirarme.

—Normal, ¿cómo estuvo el tuyo? —pero ésta vez sin levantó su mirada hasta mis ojos.

—Normal. Lleno de trabajo. ¿Dónde está tu hermana?

—Se fue antes, dijo que tenía que hacer algo.

— ¿Te dijo a dónde y con quién? ¿Se fue con Josh?

—No, creo que están peleado o algo. Josh estuvo conmigo todo el día. —Mamá estaba algo preocupada, podía verlo en su mirada. —No te preocupes, ella sabe cuidarse.

—No me preocupa tu hermana, se que es una chica fuerte. Es solo que no me gusta que se lleva sin avisar con quien estará.

Mamá volvió su atención al monitor de la computadora una vez más y continuó tecleando cosas.

—Quería hacerte una pregunta. —Dije tomando asiento en el brazo del sofá que estaba frente a ella. — ¿Sabes algo de Sophie?

Estaba un setenta y cinco por ciento seguro de que ella sabia lo que ocurría con Sophie, algo me decía que tal vez mamá podría ayudarme.

—Está estudiando en Boston, pero eso creo que lo sabes perfectamente.

—Me refiero a que si sabes algo sobre su trabajo.

Y ahí estaba la reacción que quería ver. Sus ojos se abrieron un poco más de la cuenta, y aunque intentó esconder la sorpresa, no lo logró del todo.

—No sé de que me hablas, Theo.

—Si lo sabes, mamá. Por favor, estos últimos meses han sido una completa tortura. Se que Sophie está metida en algo y no entiendo porqué todos parecen empeñados en ocultármelo. ¡Puedo soportar lo que sea que haga!

—Theo, por favor detente. No te entrometas en cosas que no te conciernen.

Mi madre nunca me había hablado de esa manera. ¿Por qué no querían que supiese a que se dedicaba Sophie?

—Quiero sabes que hacía Sophie en medio de un callejón con un arma. —Mi madre pareció a punto de desmayarse. Creo que estaba sorprendida por mi petición pero al mismo tiempo, sabia que ella estaba enterada del tema. —Por favor, mamá. Se que sabes de lo que estoy hablando solo... solo dime si es lo que creo que es.

—Sophie no...

—Ella misma me dijo que trabajaba para papá. Al principio tuve una sospecha de lo que podría hacer, pero luego vi esta foto. —le mostré mi teléfono en donde aparecía la imagen de Sophie observando por una calle y con un arma en su mano. — ¿Por qué está haciendo esto?

—Este no es un tema que debamos discutir, Theodore. Es mejor que vayas a tu habitación, ahora, y olvida todo eso.

— ¿Cómo puedes ocultarme algo como esto? —dije negando mientras salía de ahí.

No me dirigí a mi habitación, camine hasta llegar a la entrada principal de la casa y salí en dirección a mi auto.

Salí, y me fui directo a la calle principal.

No sabía a donde ir, solo que no quería estar un segundo más en casa.

Mi visión estaba puesta en la carretera cuando noté que había algo en la parte baja del asiento copiloto. Era una caja pequeña, estaba sellada y no decía nada. Era solo una caja.

Me detuve y tomé la caja entre mis manos. Era un poco pesada, y fue entonces cuando recordé la llamada que había recibido la noche de año nuevo.

Se suponía que tenia que dejar la caja en la dirección que ésta me informaría, pero la caja estaba en blanco. No había nada a su alrededor.

Mi teléfono comenzó a sonar y pensé si contestar o no. Algo en mi me decía que seria la misma persona, pero ahora mismo el miedo comenzaba a recorrerme el cuerpo por completo.

— ¿Hola? —contesté y efectivamente era la misma voz modificada.

—No abras la caja. Escucha con atención, sigue por la calle principal hasta Times Square. Dejarás la caja sobre un bote de basura que encontrarás entre las tiendas que están en la avenida dos. Solo dejarás la caja ahí, y te irás sin mirar atrás. ¿Entendido?

— ¿Cómo dejaste la caja en mi auto?

— ¿Entendido? —volvió a preguntar esta vez algo más enojado, ignorando mi pregunta anterior.

—Si...

—Bien, ahora ve y no te distraigas. —Él terminó la llamada y algo en mi se removió inseguro.

Estaba siendo extorsionado por un extraño con voz modificada, y lo peor del caso es que lo estaba consiguiendo, porque estaba muerto del miedo.

Algo me decía que esta persona, fuese quien fuese, tenía poder y control sobre Sophie, y eso era lo que más miedo me daba. Además, mamá sabía lo que sucedía y eso era aún peor porque entonces, no entendía de que lado estaba.

Llegué a la calle que se me había indicado y me baje del auto. Caminé hasta el callejón que había en la avenida dos, y cundo noté la tienda que estaba antes del callejón, un sentimiento de confusión se albergó en mi demasiado fuerte. Era una de nuestras tiendas la que estaba junto al callejón y la otra —al otro lado del callejón—era de electrodomésticos y artículos de oficina.

El bote de basura estaba entre ambas paredes al fondo del callejón. Estaba comenzando a oscurecer y el miedo me carcomía vivo.

Avancé hasta dejar el paquete sobre la tapa del bote y me alejé lo más rápido que pude hasta llegar de nuevo a la otra calle en donde estaba mi auto. Algo me tenía con demasiada ansiedad, no sabía lo que estaba haciendo, ni para quién lo estaba haciendo, solo sabía que quería mantener a Sophie a salvo.

Cuando estuve a punto de entrar al auto e irme, mi teléfono volvió a sonar y con las manos temblorosas lo contesté.

—Ya lo hice, ahora déjame en paz —dije aún con el miedo hasta en las orejas —, ¿me has escuchado?

—Gracias, ahora espera y mira el espectáculo.

Eso fue lo último que dijo antes de que el sonido de una explosión hiciera que mis oídos retumbaran y la honda expansiva me hiciera cerrar los ojos. Lo único que vi fue una luz cegadora y después todo fueron gritos.

Me logré esconder detrás de mi auto junto con algunas personas que pasaban por la misma acera. Todos nos observamos con miedo, las personas gritaban y salían corriendo con pánico.

Todo en mi temblaba y no podía moverme. Se comenzaron a escuchar sirenas a lo largo de la calle, algunas personas me preguntaba si me encontraba bien porque realmente no podía ponerme de pie, solo podía observa como nuestra tienda y la de al lado ardían en llamas, las ventanas estaban destrozadas y las paredes completamente hechas añicos.

El humo comenzó a hacerse más grande y antes de que todos nos diésemos cuenta ambas tiendas estaban ardiendo a una velocidad increíble. Podía ver como las personas salían de ellas gritando, algunas heridas por la explosión, otras me imagino que no lograron salir...

Las ambulancias llegaron junto con los bomberos. Las personas se movían demasiado rápido a mi alrededor y yo no podía dejar de observar el punto en donde se encontraba hasta hace unos minutos el bote de basura en medio del callejón.

Era una bomba lo que había en la caja.

Y todo había sido mi culpa.

Schlesinger [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora